Gracias a ellas aprendimos a hablar, a caminar, a expresarnos, a estudiar, a vestirnos, a reir, a llorar, a sentirnos orgullosos y a reconocer momentos de humildad...Ella es la única persona que nos a aguantado todo: que rompamos cosas, que ensuciemos la casa, que nos llenemos de lodo, que seamos inmaduros, groceros, que nos vaya mal en la escuela, que peleemos con los hermanos, que lleguemos con mascotas a la casa sin avisar (verdad Ingrid?), y mil cosas inimaginables más como escupir la papilla o no comer lo que tanto le costó cocinar...
Y en este día que veo a mi alrededor, después de haber pensado que todo era perfecto, me doy cuenta de un detalle que yo quisiera cambiar: las mamás suelen perderse en el deber y olvidan el querer.
La figura materna es preconcebida como la mujer total y absolutamente abnegada, la mujer que ya no es mujer, es mamá, y "DEBE" olvidarse de sí misma y anteponer a sus hijos incluso ante sus propios deseos...Personalmente le agradezco a mi madre con todo mi corazón y mi alma por sus cuidados y por sacrificarse por mí, pero no deja de dolerme ese sacrificio...y yo, que soy mujer la entiendo y le pregunto: ¿Cuáles eran TUS sueños?, ¿Qué querías hacer cuando no pudiste por mí?, ¿Qué perdiste?, ¿Dónde quedó tu escencia?...
Pienso que las mujeres que son madres en la actualidad, no deben de perderse a sí mismas. Sí, sé que tienen que cuidar de una personita que es su responsabilidad, pero si ellas no están satisfechas con ellas mismas, ¿cómo podrán crear en él un sentimiento de seguridad y estabilidad?.
El ser madre no significa dejar de existir para darle existencia a otro, al contrario, se trata de que a través de tus hijos seguirás viviendo, pero sólo como una extensión más, porque tu vida, la que de verdad te pertenece sigue en tí misma, y tienes que vivirla, tienes que disfrutarla. Es posible que al ser madre se tengan que sacrificar algunas cosas sin remedio alguno, pero pienso que también es momento de fortalecer otras tantas, tales como tu personalidad, tus metas, tu constancia, pero sobre todo tu responsabilidad absoluta de hacerte inmensamente feliz mientras cuentes con vida.
Un hijo no tiene porque convertirse en la causa o pretexto para dejar de hacer cosas; pienso que un hijo debe de ser un complemento en tu vida, pero no el plato fuerte; un hijo debe de ser una de tus mayores adoraciones, pero no la única, puesto que si una madre da la vida, primero tiene que tener vida su propia vida para impulsar a otro ser...
por eso en el dia de hoy FELICIDADES a todas la madres y ojala ninguna tenga que plantearse si ha dejado de ser ella misma, si no es feliz a no ser que sea a traves de sus hijos, que se mira y no se reconoce... para ser grandes madres debemos ser grandes mujeres.
Besos a todas.