nosotros tenemos un ritual para el yogur, ya solo con verlo o señalar la nevera se le ponen los ojos como platos y una sonrisa de oreja a oreja mientras asiente con los cabeza (o en la calle, ya sabe donde lo guardo, y cuando hacemos en plan teatreros que lo vamos a sacar... la misma cara de felicidad)
y lo cojo y lo agito tapado, para mezclarlo y que quede liquidito y homogéneo, y le mola mogollón el ruido, y lo coge él y lo agita (no le suena tanto, pobrecito), y lo intenta abrir, y al final se lo tengo que abrir yo (no tiene ni año y medio, ¡angelito!)
a veces me deja que se lo de yo, pero otras veces coge él la cuchara y.... (bueno, no lo hace tan mal) y otra opción se desencadena con la palabre multiusos: ABUA (sirve para el agua, la leche, el vino, la cocacola, el agua del grifo, la del váter, la del mar,.....y para el yogur). entonces le dejo el vasito, lo coge con 2 manos y se lo bebe en plan glupglupglup..., y termina como un payasete, pero más a gusto que un arbusto.
vamos, que yo no se si lo que le mola es el yogur o las tonterías que hacemos juntos.
un beso y suerte con el yogur
ilargi