Contigo he aprendido el amor sin límites, me has enseñado que se puede querer a dos hijos sin condición, me has hecho comprender lo que significa ser madre.
He recorrido un largo camino, muchas veces el cansancio me ha hecho mella pero he tenido tu sonrisa para levantarme y continuar.
Hace un año me regalaste un sueño, te vi nacer, te pusieron conmigo y ya no te has separado de mi lado.
Recuerdo ese momento único e inolvidable en el que sentí tu piel, en el que sentí tu olor, como algo maravilloso. Sentí en ese momento una plenitud, un calor y un orgullo que día a día me sigue acompañando.
Estamos empezando una nueva etapa las dos, tú estás recorriendo un nuevo camino para ir dejando de ser poco a poco mi bebé y yo tendré que ir aprendiendo día a día a ayudarte de la mejor manera que pueda.
Gracias por ser mi hija, gracias por tu sonrisa, gracias por tu amor incondicional.
Mi niña, mi tesoro, mi amor.