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Después de leer la entrevista me puse a leer los comentarios a la misma y ¡uf! Muchos dolieron. Siempre he tenido claro que nadamos a contracorriente con la crianza de nuestro hijo, tanto si nos lo dicen como si no, hay gestos o miradas, que concentran todo un discurso en contra. Pero últimamente siento que “lucho contra molinos de viento”. Y llega un momento en el que me invade, no ya la duda, sino el cansancio. Un cansancio que se suma al de mis noches sin dormir, al de mis preocupaciones por los mocos, por si mi hijo come algo más, a la preocupación por su desarrollo…..Así que ese cansancio, ese hastío por la incomprensión del resto me sobra, que de verdad que no quiero el aplauso del público, me conformo con su silencio….. Hace bien poco contesté por un comentario indeseado y me arrepentí; pensé que ojala me hubiera mordido la lengua. ¿No es más práctica la indiferencia?
- No le cojas tanto que se malacostumbra…… ¡pues vale! Y encojo los hombros.
- ¿Todavía le das la teta? Con razon no come otras cosas….. ¡pues vale! Encojo los hombros.
- ¿Qué duerme contigo? No le sacarás de vuestra cama en años….. ¡pues vale! Encojo los hombros.
- ¡pues vale!, ¡pues vale!, ¡pues vale! No sé si mi hijo será el hombre noble, bueno e integro que deseo que sea, yo lo voy a intentar con todas mis fuerzas, pero el camino para lograrlo no son cien metros lisos de colecho, teta y brazos que terminan pasado mañana. Estamos en una maratón de muchos kilómetros que durará años, donde además de estos primeros años influirán otros factores, otras condiciones que ahora ni imagino. Mientras, hago lo que puedo y como puedo, con toda mi buena fe, esperando estar haciendo….. no sé si lo correcto…. Pero sí lo mejor para mi hijo. Y ya, luego, que Dios reparta suerte….
En resumen, solo quiero lo mejor para él, no puede ser de otro modo. Y sólo sé actuar como lo hago, porque me sale del alma o del instinto….
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!