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- Mié, 01 Abr 2009, 18:13 #323159 Quiero un cuento, con dragones y princesas, caballeros galantes y torneos en justa lid, reyes bondadosos y sabios en castillos y fortalezas y un príncipe tremendamente guapo dispuesto a viajar en busca del amor eterno. Quiero un cuento con brujas más o menos malas, magos y encantamientos, con duendes, elfos y hadas que hacen tintinear campanillas al volar. Quiero un cuento con grandes faustos, fiestas y banquetes. Necesito reinos grandes y de hermosos paisajes, aventuras y amores y un final medianamente feliz. Necesito un cuento que me lleve a exóticos lugares, que me envuelva con colores y olores de países lejanos, inexistentes, que me hagan soñar, con grandes tesoros escondidos que descubrir. Necesito un cuento con aves fénix, unicornios y un lobo bueno, con pastorcillas dulces y delicadas, trovadores y leñadores y lecheras que no rompen sus jarras al pasear. Quiero un cuento con bucaneros, piratas y loros al hombro, con un parche en un ojo y un mapa del tesoro y sirenas que cantan y miran la costa deseando conocer tierra firme. Con aventureros estupendos, que buscan ciudades perdidas y selvas tupidas con animales nunca vistos e inmensas flores de dulzón olor. Un cuento imposible donde arriba sea abajo, lo negro, blanco, un mundo al revés, un cuento mágico, sorprendente, emocionante con juegos malabares y payasos que me haga sonreír.

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!

- Mié, 01 Abr 2009, 19:50 #323173 Ay, yo también quiero ese cuento, si lo encuentras, avísame!!!

- Jue, 02 Abr 2009, 01:45 #323225 Erase una vez en un país no tan lejano, una princesa que miraba por su ventana, veía un manto blanco de nieve mientras que por su cabeza pasaban recuerdos de su infancia.
La princesa sonreía, y añoraba tiempos menos fríos, mientras tanto correteaba a su lado un pequeño duende que se entretenía jugando con la cría de un dragón, que perdida de su madre fué a parar al palacio.
Desde su ventana de recuerdos, la princesa oyó el galope de un hermoso corcel, se le disparó el corazón, no podía con la emoción, llegaba a palacio su apuesto príncipe, que venía a cortejarla.
Estarían dando un paseo por el jardín, leyendo poesía, su amado le contaría los mil y un viajes surcando mares de peligros y ella suspiraría y se ruborizaría cuando él posara sus labios en los ansiosos labios de ella.
La princesa tenía un secreto, que nadie sabía, en las horas en las que se encontraba sola, tenía un espejo mágico en el que habitaban seres maravillosos, sin ellos la princesa ya no podía vivir, se contaban sus aventuras, sus anhelos, sus alegrías, sus penas y eran muy muy felices en ese mundo mágico.
La princesa era feliz, tenía amor, amigos y una vida maravillosa.
Y colorín colorado , este cuento no se ha acabado.

Montse, mírate, si tú eres una princesa, te quiero mucho.

Última edición por rivendel3 el Jue, 02 Abr 2009, 14:59, editado 1 vez en total

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- Jue, 02 Abr 2009, 08:59 #323254 Montse, tú necesitas un cuento?????

Pero si tu escribes unos cuentos preciosos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ojala yo supiera escribir como tú lo haces y te podría obsequiar con algo bonito. Lástima!! soy una inútil.

Un beso.

Por favor... dejen que juegue, que me divierta, que sea feliz.
Soy un niño, no lo olviden.
Y sólo una vez en la vida.

- Jue, 02 Abr 2009, 10:58 #323295

Lástima!! soy una inútil.

Pero alala, no te digas eso, , cada uno tenemos nuestros talentos y tú también, estoy segura. Un beso.

Amilingüi Mayo 2003
Brunisky Junio 2007

"Nuestros hijos son nuestros pies en el mundo, nuestro amor por ellos es el eterno combustible de nuestro corazón, su destino es la flecha que tensa nuestro arco vital". (V.A.)

- Jue, 02 Abr 2009, 13:36 #323329 alala, pues para mi, que se los cuentas a Alejandra bajito, suavecito, tumbadas en la cama, y te salen bien bonitos.... estoy segura

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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- Jue, 02 Abr 2009, 14:37 #323350 Qué va chicas! le cuento los de toda la vida: caperucita, la bella durmiente y demás, yo es que imaginación más bien poca, las cosas como son.

Un beso.

Por favor... dejen que juegue, que me divierta, que sea feliz.
Soy un niño, no lo olviden.
Y sólo una vez en la vida.

- Lun, 06 Abr 2009, 09:52 #323873 La Máquina de los Sueños

Nica había pasado las mejores vacaciones de su vida junto a sus abuelos. Recordaba las excursiones al Lago Mágico, el sabor de las frutas del Árbol de los Sonidos, las palabras que había aprendido junto al Hormiguero de las Letras, los secretos que había descubierto en los Baúles Mágicos, pero lo que recordaba con mayor cariño era la historia de la Máquina de los Sueños.

Cada día al anochecer, su abuelo le contaba un cuento y el último día, antes de iniciar el regreso a casa de sus padres, le confió un secreto:

-He notado que te gustan mucho los cuentos y es por eso que te quiero revelar mi secreto. Los relatos que te cuento nacen en la Máquina de los Sueños, yo solo tengo que introducir los ingredientes y la máquina me sirve los cuentos más maravillosos que puedas imaginar.

- ¿Es eso cierto, abuelo? ¿Me podrías dejar tu máquina?

- Cada persona tiene una especial esperándola, lo único que tienes que hacer es pensar con todas tus fuerzas en el Puente de los Cuentos, es un puente que une nuestro mundo con el Mundo de los Sueños, en su entrada encontrarás la Máquina de los Sueños.

-Podría empezar ahora a pensar en el Puente de los Cuentos.

- Este puente solo aparece en ese momento en que te mueves sin gestos, hablas sin palabras, cuando no sabes si estás despierto o dormido.

-Muchas gracias, abuelo, lo recordaré y cuando vuelva el año que viene seré yo la que te cuente un cuento.

- Lun, 06 Abr 2009, 10:30 #323881 El Puente de los Cuentos

Cuando aquella misma noche Nica se fue a dormir, todavía resonaban en su cabeza las palabras de su abuelo: “Para llegar hasta la Máquina de los Sueños tendrás que atravesar el Puente de los Cuentos”.

Comenzó a pensar en el Puente de los Cuentos, poco a poco fue aumentando la intensidad de sus pensamientos, pero no conseguía verlo. Redobló sus esfuerzos, buscó el puente por todos los rincones de sus recuerdos, de sus deseos, incluso se paseó por algunos de sus miedos, los que menos la asustaban. Finalmente, cansada de tanto pensar, empezó a quedarse dormida y justo en ese instante apareció ante sus ojos cerrados un puente.

El puente no parecía tener forma ni color, aunque de todas formas poseía todos los colores. Cuando iba a posar el pie sobre el puente se le apareció una Ninfa, tenía las orejas puntiagudas, los ojos almendrados, sus largos cabellos le cubrían la espalda hasta llegar a la cintura y disponía de unas preciosas alitas que le daban un aire fugaz, como si pudiera desaparecer en cualquier momento. Estaba sentada sobre un nenúfar que Nica no podía determinar si nacía del puente o de las aguas que corrían bajo el mismo.

La Ninfa detuvo el avance de Nica con una mirada.
- No puedes atravesar este puente sin mi permiso.
- En ese caso te pido permiso para atravesar este puente.

La Ninfa se rió ante la ocurrencia de la jovencita.
- Si esto fuera una laberinto tus palabras hubieran funcionado, pero este es el Puente de los Cuentos y para atravesarlo me tendrás que contar uno.
- Sé contar hasta cien si así lo deseas.

Esta vez la Ninfa le lanzó una mirada desafiante.
- Un cuento me habrás de contar si este puente deseas atravesar.
- Pero, precisamente deseo cruzar el puente para llegar hasta la Máquina de los Sueños, donde dice mi abuelo que se hallan todos los cuentos más maravillosos jamás contados.
- Estas son las reglas y cambiarlas no quiero.
- Tal vez, si yo supiera qué cuentos te gustan, si tú me ayudases yo podría…
- Quiero un cuento, con dragones y princesas, caballeros galantes y torneos en justa lid, reyes bondadosos y sabios en castillos y fortalezas y un príncipe tremendamente guapo dispuesto a viajar en busca del amor eterno.

Nica se puso a pensar y empezó a contarle un cuento a la Ninfa.

- Lun, 06 Abr 2009, 14:18 #323937 La Manzana Mordida

Érase una vez un Príncipe Azul y una Princesa Encantadora que vivían felices y comían perdices. Desde muy niños habían crecido juntos en el Palacio Dorado y su amistad se había convertido en amor con la naturalidad que brota una rosa cuando se la cuida con cariño. Por el día realizaban sus quehaceres palaciegos con una alegría contagiosa y las noches las reservaban para refrescar su amor con la misma ternura que las gotas de rocío lamen las flores de un jardín.

De un tiempo a esta parte, habían notado como crecía la inquietud en la Corte. No necesitaron preguntar qué estaba ocurriendo, sabían interpretar las señales, el Torneo ArcoIris se estaba acercando. El Caballero Púrpura, El Caballero Ámbar, El Caballero Esmeralda, El Caballero Celeste y El Caballero Malva acudirían al palacio del Caballero Dorado para enfrentarse al Caballero Etéreo. El Caballero Oscuro, que siempre estaba enfrentado con el resto de caballeros, algunas veces aparecía ante la sola idea de que el Caballero Etéreo pudiese vencer en el Torneo y lo que ello supondría para todos los Reinos.

Como cada día el Príncipe Plavi y la Princesa Haydée fueron al campo de entrenamiento con sus monturas, se vistieron con corazas, se armaron con lanzas y apremiaron a sus caballos hasta galopar. Cuando se cruzaron, uno de los dos cayó al suelo, Haydée había encontrado otro punto débil en la defensa de Plavi. Éste se retiró el casco dolorido y miró a su oponente, Haydée lo miró con seriedad y le dijo:

- Hacía tiempo que no te descabalgaba.
- Este día me has vencido pero quizás salga victorioso esta noche.

Haydée levantó la mirilla de su yelmo, sus miradas se cruzaron, se sonrojaron y no pudieron contener la risa.

Mientras Haydée llevaba los caballos hasta la cuadra, Plavi se dirigió hacia el pozo para refrescarse. Después de mojarse la cara y la nuca, dio media vuelta para encontrarse con su amada, pero reparó en una manzana mordida que se hallaba en el suelo.

Se extrañó mucho pues no recordaba haberla visto en el camino de ida hacia el pozo. Mientras caminaba de regreso no podía apartar la mirada de la manzana, su color era rojo como la sangre, la carne que se veía gracias al mordisco le incitaba a ser probada, notaba la presencia bondadosa de la persona que la había probado, sus labios posándose en aquel fruto, los dientes penetrando a través de la piel, pero también captó la presencia de un peligro, un encantamiento oculto en la manzana. Mientras luchaba contra ese poderoso hechizo, cogió la manzana y la mordió. Era la cosa más deliciosa que había probado jamás y jamás se despertaría para no probar ninguna otra.

En ese momento la Ninfa detuvo su caminar por el Puente de los Cuentos e interrumpió a Nica:

- Espera un momento, jovencita, me parece que estás contando el cuento al revés, ¿el príncipe y la princesa vivían felices y comían perdices? ¿El príncipe muerde una manzana y se sumerge en un sueño eterno?

- Es como a mí me gustaría que fueran los cuentos, pero ya te expliqué antes que no sé contar cuentos, es por eso que…

- Está bien, te dejaré continuar, pero quiero un cuento con brujas más o menos malas, magos y encantamientos, con duendes, elfos y hadas que hacen tintinear campanillas al volar.

- Lun, 06 Abr 2009, 19:22 #323962 Era la cosa más deliciosa que había probado jamás y jamás se despertaría para no probar ninguna otra. Y allí mismo y en ese mismo momento se desvaneció y quedó dormido ¿para siempre? Y allí lo vio Haydée, que incrédula con lo que estaba viendo, no pudo apenas reaccionar. Se acercó corriendo para intentar despertarlo y comprobó que era imposible. Junto al príncipe estaba la manzana roja mordida y en la manzana, tres gotitas heladas.

Haydée invocó a Omnion, el mago de la corte. Omnion había sido el mago de su padre, y de su abuelo, y de su bisabuelo…. Nadie sabía a ciencia cierta ni cuando ni cómo llegó hasta allí. Los más ancianos del lugar ya lo recordaban anciano, con el mismo aspecto que tenía ahora, desde su niñez. De pronto detrás de la princesa se oyeron unos pasos, el mago se acercaba. Mientras Haydée intentaba explicarle lo que había pasado, Omnion inspeccionaba al príncipe Plavi, dormido, buscando alguna pista que le ayudara a entender, explicar y encontrar una solución. Enseguida vio la manzana y encontró las tres gotas de hielo. Frunció el ceño y negó con la cabeza preocupado. A la princesa no se le escapó la expresión entremezclada de ira y preocupación del mago. Solo con la mirada le interrogó: ¿qué estaba pasando?

La voz del mago retumbó en el prado: - Es obra de Amnaras, la bruja del norte. Lo sé por las tres gotas de hielo que ves aquí. Pensé que vivía recluida en su castillo de hielo, en la isla de Ornas, del que juró no volver a salir jamás. Pero veo que no ha cumplido su palabra y por lo que parece se ha encaprichado del Príncipe Plavi. Ha dejado la manzana, roja y jugosa, para tentarle y con la manzana, un encantamiento. El príncipe Plavi la ha probado y la ha encontrado tan deliciosa que ha caído dormido para no tener que probar ninguna otra jamás. Pero esto no es todo, debemos deshacer este encantamiento tan pronto como sea posible. Cada noche de luna llena que pase, Plavi se irá volviendo un poco más transparente hasta desaparecer, como un suspiro, como un beso, una noche de verano.

Amnaras es muy poderosa, no fue siempre mala, la recuerdo como una niña alegre y feliz que disfrutaba de la vida. Su padre capturó el último dragón del Sur para ella, y se lo llevó para que le transmitiera toda su sabiduría, bien es sabido por todos que los dragones guardaban los secretos del Libro del Código del Honor. Como Amnaras era su única hija y por tanto heredera, recibía la educación de un varón y todo varón con futuro real o de caballero debía conocer el Código. Conocer y respetar el Código te otorgaba un don, el de la imbatibilidad en las luchas entre caballeros. ¿Qué habrá sido de Erwoin, el Último Dragón del Sur? Con los años Amnaras creció y se enamoró, pero su amor no fue correspondido. Y Amnaras olvidó lo que había aprendido, olvidó lo que era el Honor y la Nobleza y decidió desterrar el Amor de su corazón. Y para que quedara claro que su corazón se había convertido en un bloque de hielo, se estableció en las amplias y heladas llanuras del Norte. No sé por qué pero la cercanía del Torneo Arco Iris tiene que tener algo que ver con todo esto. Pero….. ¿Qué quiere conseguir Amnaras encantando al Príncipe Plavi? Busca suspender el Torneo o aparecer por sorpresa en él?

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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- Lun, 20 Abr 2009, 14:53 #326199 - La princesa Amnaras…, me gustaría saber qué le ocurrió para que se convirtiera en la Bruja del Norte.
- Es una historia un poco triste, pero si lo deseas te la contaré.
- Sí, quiero un cuento con grandes faustos, fiestas y banquetes en el que aparezca la princesa Amnaras.

La Tragedia de la Princesa-Caballero

Cuenta la leyenda como el poder del Innombrable había aumentado a la par que la maldad crecía en los corazones de todas las criaturas que moraban en la Tierra Conocida. Los Caballeros del Arco Iris se estaban volviendo más desconfiados, más orgullosos, más pendencieros y sus Reinos más pobres y desdichados.

El joven e impetuoso Caballero Blanco estaba obligado a casarse con una de las hijas de los Caballeros del Arco Iris, así estaba escrito en la Tradición y ese era su Destino.

Pero, mientras visitaba a la Fortaleza del rey Amnaroth entre grandes faustos, fiestas y banquetes, conoció a una Princesa-Caballero… Cuando la vio por primera vez sintió una punzada de dolor, como si dos pequeñas alas hubiesen brotado de su corazón, cuando escuchó su voz notó como las alas se desplegaban y cuando sus ojos se encontraron oyó el batido de las pequeñas alas al volar y supo que su corazón le pertenecería a ella para siempre.

No necesitaron palabras, no se escribieron mensajes, no se buscaron por los jardines de la Fortaleza, sencillamente se encontraron en el lugar donde crecía una delicada flor silvestre rodeada de zarzales y enredaderas.

Paseaban ocultos entre los árboles frondosos, se cogían de la mano, apenas susurraban palabras, se besaban con frenesí. Poco era el tiempo del que disponían, desmedido era su deseo de estar juntos. No fue casualidad que aquella noche oscura de primavera se reunieran en su lugar secreto y fundiesen sus cuerpos en uno solo. No podían separarse, no querían separarse, tenían que huir juntos y renunciar a su Linaje, a su Herencia, a la Tradición y así escapar de su Destino. Se despidieron hasta el día siguiente entre caricias y promesas, besos y planes de futuro.

A la mañana siguiente la Princesa-Caballero recibió la noticia de que el Caballero Blanco había abandonado a escondidas la Fortaleza. La incredulidad se dibujó en su rostro, no trató de impedir que brotaran las lágrimas, todavía sentía el calor del corazón del Caballero Blanco posado en sus manos, sus piernas no podían sostener su peso, se desmayó con los ojos abiertos y la mano aferrada a un corazón más real que el mundo que abandonaba.

Durante varios meses fue alimentada, bañada, vestida por sus sirvientes. Por la tarde su padre le narraba las noticias de la guerra, le contó cómo el Caballero Blanco había vuelto al Reino Nevado y había expulsado a las tropas del Innombrable que lo mantenían sitiado, cómo había muerto su padre a causa de heridas sufridas en combate convirtiéndose en el Rey Blanco. También le contó que se había desposado con la hija del Caballero Esmeralda y junto al resto de los Caballeros Arco Iris se había encaminado hacia el Castillo Tenebroso, morada del Innombrable para enfrentarse a él.

Una tarde de Otoño, seis meses después de que se quedara en el estado ausente en el que se encontraba, la Princesa-Caballero cerró la mano en la que se hallaba el corazón alado del Caballero Blanco. Un relámpago helado recorrió todo su cuerpo y pronunció las siguientes palabras: Ya no siento el calor de su corazón, ahora el Mundo conocerá la frialdad del mío.

Poco después, Amnaras recibió las últimas noticias de la guerra: todos los Caballeros del Arco Iris habían vuelto ilesos del Castillo Tenebroso, excepto el Caballero Blanco, del que se decía que había muerto a manos del Caballero Etéreo, un engendro invencible creado por el Innombrable.

- Qué tragedia, ¿cómo pudo engañar así el Caballero Blanco a Amnaras? ¿Cómo es posible que la utilizara de esa manera?
-Bueno, en realidad no conoces la Tragedia del Caballero Blanco, puede que no fuera tan malo, puede que no tuviera otra opción para hacer lo que hizo, pero esa es otra historia.
- ¿Me dejarás así con la intriga?
- Pensaba que te gustaría saber qué pasó con la princesa Haydeé.
- Es cierto, la princesa Haydeé, para esa historia necesito reinos grandes y de hermosos paisajes, aventuras y amores y un final medianamente feliz.