Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue la reflexión sobre la interconexión que se establece entre otras madres y, principalmente, las abuelas. Comenta que las madres, antiguamente, se apoyaban las unas a las otras en el cuidado de los hijos siendo la abuela uno de los principales pilares.
Una, que es curiosa por naturaleza, se ha dedicado a observar si esto era cierto en mi entorno y, de momento, os dejo mis conclusiones que no son más que una generalización y una excusa para comentar el tema con vosotras... ;)
Las abuelas. La que no tiene cerca a su madre, la echa en falta. Y mucho. Normalmente, sino tiene a la suegra, busca una figura parecida en quien poder confiar alguna duda o respetarle la opinión sobre crianza en el momento que detecta que pueden estar en sintonía.
La experiencia sigue siendo un grado.
Las amigas. La que no tiene amigas con niños cerca, se las busca. Compartimos, dialogamos, preguntamos, sugerimos, comprobamos. Otras madres nos sirven de referencia (no siempre obligada, pero indiscutible) y parámetro para comprobar que nuestros pequeñusos están creciendo bien.
De esta tendencia, he observado que a menudo algunos personajillos abusan hasta la saciedad para su propio beneficio. Gente que sabe que una madre/padre es sensible a esta inercia lanzan mensajes no siempre subliminales "recordando" que si no haces esto o lo otro serás una "malamadre". Léase, publicidad, tendencias pseudo-científicas sobre crianza, alimentación, sueño.. etc.
Si embargo, la mayoría de las madres en su tejido de relaciones personales afines encuentran la fuerza necesaria para levantar la cabeza y decir... lo siento señores de tal multinacional alimenticia a mí bebé no le voy a dar leche en polvo, o cereales a partir del cuarto mes o sus verduras llenas de almidón; lo siento señores especialistas en sueño a mi bebé no lo voy a dejar llorar ni mucho ni poco para que "aprenda a dormirse" con cuatro meses de vida; lo siento señores especialistas en crianza a mí bebé aún le queda rato de bracitos, besos y achuchones de mamá por aguantar a pesar de que lo malcríe. Por poner unos ejemplos.
Personalmente, os diré que vosotras sois mi red de madres afines. Las mujeres (y afortunadamente hombres también, que sé que estáis ahí) que desde vuestra experiencia compartís información, sugerís con acierto una solución, dialogáis un conflicto y generosamente estáis ahí... para echar una mano y unas cuantas líneas para calmar las dudas de las mamis y de los peques.
Así que aprovecho y os agradezco todas las líneas que habéis dirigido a todas... que sepáis, que al menos en mi caso; si Emma parece la más feliz del mundo es gracias, en parte a vosotras. Y a mi madre.
Un abrazo.