Hoy hemos pasado un día tan señalado en casa de la familia política. Mi marido está de trabajo a tope, así que ha venido solo a comer, el resto del día lo ha pasado en la oficina.
Han sido unas horas pero he vuelto con ganas de gritar.
Tengo que decir que con mi suegra me llevo bien, quizás no seamos las mejores amigas pero nos respetamos mutuamente. También estaba un hermano de mi marido con su mujer y su hijo, con los que me llevo muy bien, y su hermana con su marido y su hijo, a los que no soporto (me refiero a los adultos), y mi suegro.
Mi niño está muy a gusto con su primo el mayor (tiene 7 años), juegan juntos, mi sobrino tiene mucha paciencia con él, en cuanto a su otro primo es otra historia (luego si os parece entro en detalles).
En fin, que terminamos de comer y estábamos haciendo sobremesa. A todo esto, mi hijo había comido, se había echado la siesta y había estado jugando con sus primos. De repente viene y se me acerca para que vaya con él, y a mi suegro no se le ocurre nada mejor que decir a voces "QUE VAYAS TU SOLO, TU MADRE NO VA A IR". Por desgracia mi marido ya se había ido, si no le mandaba a él con el niño y yo me quedaba apretando tuercas. En fin, que miro a mi suegro y con el tono más gélido del que he sido capaz le digo: su madre puede ir, su madre quiere ir, su madre VA A IR. Y me levanto. Y más de lo mismo cada vez que el niño se me acerca.
El segundo asalto es mi sobrino, hijo de los cuñados a los que no soporto. El niño no tiene la culpa, pero ciertos comportamientos son, en mi opinión, el resultado de unas ideas a mi parecer bastante descabelladas. Mi cuñada está obsesionada (no exagero) con la idea de enseñarle a compartir, entre sus técnicas os puedo enumerar el quitarle a su hijo un juguete de las manos para dárselo a otro niño que ni siquiera lo está pidiendo, enfadarse (¿que no quieres prestar el juguete? pues no te vuelvo a hablar hasta que lo hagas), en fin, todo lo que sea obligarle a desprenderse de lo suyo, pero lo que es respetar la propiedad ajena, nada de nada. Resultado: el niño (tiene la misma edad de mi hijo) acapara cualquier juguete que se le ponga por delante, sea suyo o no, no vaya a ser que se lo quiten.
Iba mi niño encantado con su nueva pelota de baloncesto, y sí que sabe compartir, porque estuvo un buen rato jugando con su otro primo. De repente viene este, coge la pelota y se va con ella. Mi niño detrás, pidiéndole por favor, que la pelota es suya, así todo el rato. Cuando nos fuimos, me dice mi hijo que ya no quiere jugar con su primo "el pequeño" porque "no deja jugar a los demás".
Sigo con ganas de gritar...
¡¡AAAAAAAAAAARGHHHHHH!!
Ya me siento mejor...
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim