Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

Moderadores: lolilolo, Titoi, Yuziel, rafi., Tote, Trece, nuriah, rosalina, ilargi, Kim, xirimiri

  • Advertisement

Avatar de Usuario
por Thais
#318544 Hola chicos, acabo de encontrar esta reflexión por Internet, de nuestra buena amiga Laura Gutman, espero que os guste,..... ;-)



Cerremos los ojos y recordemos lo más hermoso que nos han dicho nuestros padres: Princesa…rey de la casa…mi vida…eres un encanto…cariño…mi corazón…mi amor…mi cielo…qué guapo…qué listo…

¿Estamos sonriendo?

Tal vez algunos de nosotros no logremos traer estos recuerdos, y en su lugar aparezcan sin permiso otros: qué tonto eres…pues sólo sabes mentir…que si sigues así se lo diré a tu padre…eres malo…no te quiero… ¿acaso no comprendes?... ¿eres sordo?...distraída como su madre…

¿Estamos compungidos?

Lo que nuestros padres -o quienes se ocuparon de criarnos- hayan dicho, se ha constituido necesariamente en lo más sólido de nuestra identidad. Porque somos los adultos quienes nombramos cómo son las cosas. Por eso lo que decimos, es.

El niño pequeño no pone en duda lo que escucha de los mayores. Puede ser doloroso o gratificante, pero en todos los casos, la interpretación de los adultos es absolutamente certera para el niño que aprende a traducir al mundo a través del cristal de los mayores.

En este sentido, la intención con la que hablamos con los niños es importante. Si los amamos de verdad, seguramente nuestras palabras estarán cargadas de sentimientos cariñosos y suaves. Pero si estamos llenos de resentimiento, destilaremos odio aún cuando los niños no tengan nada que ver.

Es verdad que hay situaciones donde el niño se equivoca o hace algo inadecuado. Pues bien. Una cosa es conversar sobre eso que “hizo” mal, y otra cosa es que ese acto lo convierta en alguien que “es” malo. Sólo nuestro rencor puede confundir entre lo uno y lo otro. Si el niño, de tanto escuchar a sus padres diciendo lo mismo, se convence de que es malo, quedará atrapado por ese circuito donde “es” en la medida que es malo, y para ser malo, tiene que seguir haciendo todo lo que haga enfadar a sus padres. En ese punto, ha perdido toda esperanza de ser amado sin condiciones.

Para el niño “eternamente malo a ojos de sus padres”, siempre aparecerá otro individuo que actuará el personaje opuesto: “el eternamente bueno”. A veces es alguien tan cercano como el propio hermano o hermana, u otra persona muy próxima a la familia. Allí, en ese personaje, -no importa qué es lo que haga- recaerá toda la admiración y será nombrado por los padres como alguien “bueno, inteligente y listo”. Esta es la prueba fehaciente de que no se trata de lo que cada uno es o hace, sino de la necesidad de los adultos de proyectar polarizadamente, nuestros lados aceptados y nuestros lados vergonzosos en otros individuos, para no hacernos cargo de quienes somos. Y también para dividir la vida en un costado bien negro y en otro bien blanco, de modo de tener cierta sensación de claridad. Que por supuesto no es tal.

Parece que los adultos necesitamos mostrar todo lo que los niños hacen mal, cuán ineptos o torpes son, para sentirnos un poquito más inteligentes. Es una paradoja, porque al actuar de esta forma, es obvio que somos increíblemente estúpidos.

Sin embargo las cosas son más sencillas de lo que parecen. Decirles a los niños que son hermosos, amados, bienvenidos, adorados, generosos, nobles, bellos, que son la luz de nuestros ojos y la alegría de nuestro corazón; genera hijos aún más agradables, sanos, felices y bien dispuestos. Y no hay nada más placentero que convivir con niños alegres, seguros y llenos de amor. No hay ningún motivo para no prodigarles palabras repletas de colores y sueños, salvo que estemos inundados de rabia y rencor. Es posible que las palabras bonitas no aparezcan en nuestro vocabulario, porque jamás las hemos recibido en nuestra infancia. En ese caso, nos toca aprenderlas con tenacidad y voluntad. Si hacemos ese trabajo ahora, nuestros hijos -al devenir padres- no tendrán que aprender esta lección. Porque surgirán de sus entrañas con total naturalidad, las palabras más bellas y las frases más gratificantes hacia sus hijos. Y esas cadenas de palabras amorosas se perpetuarán por generaciones y generaciones, sin que nuestros nietos y bisnietos reparen en ellas, porque harán parte de su genuina manera de ser.

Parece que nuestra generación es bisagra en la evolución de la sociedad occidental. A las mujeres nos toca aprender a trabajar y lidiar con el dinero. A ser autónomas. Nos toca aprender sobre nuestra sexualidad. A re aprender a ser madres con parámetros diferentes de los de nuestras madres y abuelas. Y nos toca aprender a amar. Por eso es posible que sintamos que es un enorme desafío y además es mucho trabajo, esto de criar a los niños de un modo diferente a como hemos sido criadas. Es verdad. Es mucho trabajo. Pero se lo estamos ahorrando a nuestra descendencia. Pensemos que es una inversión a futuro con riesgo cero. De ahora en más… ¡sólo palabras de amor para nuestros hijos! Gritemos al viento que los amamos hasta el cielo. Y más alto aún. Y más y más.

Laura Gutman

ImagenImagen
por carmenyjimena
#318546 Simplemente maravilloso, muchas gracias
Avatar de Usuario
por Sashka
#318613 Dios, qué cosa más hermosa. Me ha hecho llorar.

Imagen
Avatar de Usuario
por Raki
#318617 ¡¡Precioso Thais !!! :fl :fl es un articulo muy bueno, me encanta. ¿hay alguna forma de incluirlo dentro de algun post fijo y que no se pierda??

Tenemos la insana constumbre a veces de recriminarles cosas continuamente incluso antes de que pasen.. :roll: hay que cambiar el chip :fl :fl

ImagenImagen
Avatar de Usuario
por irenrub
#318621 Me ha encantado, sencillamente porque es muy cierto y es muy bonito a la vez.

Irene ( 25/01/2005 ) y Rubén ( 25/04/2007 )
por Martax
#318625 PRECIOSO!!!Creo que es muy importante lo que dice y es maravilloso que pueda crear frutos a generaciones futuras.

ImagenImagen
por arbrerose
#319081 Yo adhiero a cien por cien a este artículo y quisiera que no sean sólo los padres que esten concientes de la importancia de decir palabras dulces o transmitir tu cariño , respeto al niño.

me gustaría que los educadore en general se concientizen de ello.
He sido profesora y sé todo el bien y el mal que podemos hacer con nuestras palabras y actitudes ...un educador tiene un poder exagerado y tendría que utilizarlo como un tesoro qué compartir y no como un arma de rabia .
He oido a veces , nmuchas veces , o hablando de un niño o hablando directamente al niño que es tonto, perverso ( si ! si !) , inútil ..
madre mía ! esto me pone enferma !!!!!!

Imagen
Avatar de Usuario
por Juanma
#319175 Me ha encantado el artículo y yo intento aplicar esa forma de actuar todos los días de mi vida y no solo con los niños, también intento extenderlo a los adultos (esto me cuesta mucho más :mrgreen:).

También me he dado cuenta de que muchas personas tratan de una forma cariñosa a los bebés pero conforme van creciendo se hacen unas expectativas de cómo deberían ser y hacer según su edad y si no se cumplen esas expectativas comienzan los repreoches.

:fl Dejemos que evolucionen a su ritmo, caminemos a su lado sin empujar y tengamos siempre palabras bonitas que les suavicen las caídas y las frustaciones. :fl

ImagenImagen
Avatar de Usuario
por gaia
#319315 Muy bueno el artículo :fl

Me encanta Laura Gutman y las reflexiones que hace.

Imagen
Avatar de Usuario
por neferu
#319333 Es que esta mujer lo clava ¿eh??
Me encanta el artículo y yo intento hacer lo que dice con mi hija...tambien con mi familia y amigos, si puedo, porque con mi niña me sale más facilmente.
Estoy con Juanma, mucha gente da mimos a los bebés y luego no se por qué cuando los niños van creciendo, dejan de cogerles, decirles que les quieren, etc...

Yo lo que tengo claro es que mi hija escucha constantemente que le queremos y lo cierto es que ella tambien me lo dice a mi a todas horas y me encata!!! :-P

Pilar (8/11/05) y Alejandra (10/2/10)

http://blog.maternidad-continuum.com/
Avatar de Usuario
por Thais
#319603
Raki escribió:¿hay alguna forma de incluirlo dentro de algun post fijo y que no se pierda??


Pues me parece una idea genial, la verdad es que hemos ido poniendo reflexiones en el foro y se han ido perdiendo, una pena,.... :roll:

Si queréis las podemos recopilar todas en un post, mandarme las que recordéis y las iré recopilando, ¿vale? :fl :fl

JuanMa, completamente de acuerdo con lo que dices, no sé porque los bebes 'hacen más gracia' y se tiende más a decirles palabras bonitas, pero en cuando crecen y se hacen niños se les da un poco de lado,... yo justo en la última reunión familiar lo estaba pensando pq. salió el temita,... Alguién soltó el típico comentario a mi cuñada que tiene un bebe de 9 meses,... ayyy!! en cuanto te des cuenta la tendrás así de mayor, disfruta ahora,....... :twisted:

¿Y cuando ya no son bebes qué? También se puede disfrutar muchísimo de ellos, de hecho ya puedes hablar con ellos y saber cómo se sienten y es una gozada poner tener una 'conversación con tu hijo'!!!!! Es una etapa distinta, pero también maravillosa y que hay que disfrutar minuto a minuto,.... a mi lo que me da pánico es la adolescencia, pero supongo que habrá que aprender a afrontarla también,.... pero cada etapa con nuestos hijos es única e irrepetible y deberíamos aprovecharla a tope.

Yo tengo la suerte de poder pasar muchísimas horas con Sergi y la verdad es que me lo comó a besos y, en cuando nos enfadamos por algo lo primero que me pide es un 'besito y un abrazo' para hacer las paces,.... ;-) Pero siempre he intentado disfrutar de él al máximo, tanto cuando era bebe como ahora y justo el otro día su padre estaba diciendo que lo veía 'más asentado', cómo más hombrecito y que ya se podía hablar con él de muchas cosas,.....

Ufff, menudo rollo me ha salido, sólo quería resaltar que tenemos que disfrutar cada etapa de nuestros hijos, pero disfrutando el presente, el día a día con ellos, que nos lo dan todo sin pedir nada a cambio!!!!! :roll:

Disfrutar, porque cómo muy bien dice el artículo y que yo he tenido la suerte de poder comprobar con Sergi: "Decirles a los niños que son hermosos, amados, bienvenidos, adorados, generosos, nobles, bellos, que son la luz de nuestros ojos y la alegría de nuestro corazón; genera hijos aún más agradables, sanos, felices y bien dispuestos. Y no hay nada más placentero que convivir con niños alegres, seguros y llenos de amor."

:dormir_sin_llorar: :dormir_sin_llorar:

ImagenImagen