Manda narices, es como un tronco este niño. El verano pasado me hacía lo mismo, hasta que decidíd no dejarle dormir más de dos horas, que creo que está bien, ¿no? Pero luego entró en el ritmo del cole y demás, y como allí no dormía más de dos horas, como mucho, de siesta, pues nada, se acostumbró. (Matizo que aún así se dormía siempre a las 22h como pronto)
El caso es que ahora aquí en Brasil, como come y duerme la siesta en casa, pues ya está pegándose sus eternos sueños... Y claro, es que a´si no se puede.
¿Pero que hago? Si le despierto antes sólo gano mal humor para el resto de la tarde.
¿Esto tiene alguna forma de tratarlo? Mi esperanza está en que se duerma como mucho un par de horitas de siesta y lo que deje de dormir en la siesta lo duerma un pelín antes por la noche... ¡¡o un pelín más por las mañanas!!
Gracias amigas del alma.
Elena.