- Sab, 07 Mar 2009, 23:27
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La recuerdo como una etapa agotadora pero también muy bonita: mi niño había dejado de ser un bebé y se empezó a convertir en una personita con movilidad propia, y también en un peligro porque quería coger y tocar todo lo que estaba a su alcance...
Siento que debería tener todo bajo control pero no lo tengo aunque mi bebé no está descuidado.
Si tu bebé no está descuidado, lo tienes todo bajo control. Si has estado con él, has jugado, le has enseñado cosas, le has consolado cuando ha llorado, le has dado de comer y le has dormido, no solo lo tienes bajo control, sino que has hecho un buen trabajo. Aunque no hayas tenido tiempo de fregar o planchar.
estar detrás de él cuidando lo que toca, dónde se mete, quitándole cosas que toma, escuchar su lloriqueo de frustración, aburrimiento y sueño está acabando con mis nervios.
Como dice Miana, ayuda mucho hacer la casa "a su medida", apartar todo lo que sea peligroso, valioso o frágil. Por lo demás, yo también le dejaba investigar y explorar, piensa que para él todo es nuevo, es normal y natural que quiera coger todo lo que tenga delante, es su forma de aprender. El tema de los límites es algo muy personal, igual tú le dejarías hacer algo que a mí me pondría histérica, o viceversa, pero creo que no se deba quitarle de las manos todo lo que coja. Igual puedes intentar hacer tratos con él, puedes coger esto pero no lo tires al suelo. Y sobre todo no exigirte tanto a ti misma, ni a él, si lo que hace no es peligroso, no pasa nada, puedes intentar que te ayude, "ahora que has vaciado el cajón podemos volver a colocarlo juntos", puede que le guste, y si no, ya habrá tiempo de guardarlo más tarde.
Sobre todo, te ayudará a relajarte, a disfrutar de tu bebé en vez de preocuparte por lo que pueda desordenar o romper.
Ahora debe desayunar, almorzar y cenar comida, la preparación y el proceso de alimentarlo me quitan aún más tiempo y aumenta la presión.
Nosotros (mi marido y yo) dedicábamos un día por semana a hacer purés, preparábamos grandes cantidades que luego congelábamos en tarritos, así que cuando llegaba la hora de comer solo había que calentarlo unos minutos.
La papilla de fruta había que hacerla al momento, así que le sentaba en la trona (y estaba controlado) y lo hacíamos jugando, ¿dónde está la manzana? ¿y la pera? mira, ahora cortamos todo, el cuchillo no se debe coger nunca-nunca-nunca, solo puede utilizarlo mamá, ahora lo trituramos, ya verás como hace VRRRUMMM la máquina, y así.
Y por lo general, me sumo a los consejos que ya te han dado. De vez en cuando puedes dejarle un ratito con su padre, o algún familiar, en fin, una persona de confianza, y dedicarte a hacer algo que te guste. Ni fregar ni recoger, sino salir un rato, darte un baño, leer un libro o cualquier cosa que consideres relajante.
Siento mucho haberme extendido tanto, espero que pueda serte de ayuda.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim