Llevo tiempo sin entrar, aunque os suelo leer, y me gusta ver cómo se van solucionando muchas noches.
El motivo de esta consulta es a ver si alguna tiene experiencia en niños más mayores que es mi principal problema ahora. La pequeña, para la que os he consultado en alguna ocasión está mucho mejor, muchísimo mejor, a base de paciencia y esperar a que todo llegue en su momento.
Por eso, estoy tan desconcertada. Os aviso que va a ser largo así que pido disculpas por el rollo de antemano.
Mi hija mayor tiene 6 años y medio. Nunca durmió "bien" (lo entrecomillo porque esto es relativo). Con eso me refiere a que siempre le costó quedarse dormida. Era la típica niña que el mundo es demasiado interesante para ella y nunca quería dormir. Brazos y paseos (no tomó prácticamente pecho), noche tras noche, con su cuna en nuestra habitación, y miles de despertares fueron nuestros primeros años. Incluso dos días la intentamos estivilizar, tal era nuestra desesperación, debía tener como 10-11 meses. Después de eso, decidimos meterla de manera definitiva en nuestra cama, desde el principio de la noche y aunque seguía sin dormir muchas horas seguidas, se despertaba y se espabilaba durante horas, estábamos en la cama, tumbados, jugando, y era un poco más llevadero.
Pasados los dos años y medio, cuando dejó de pedir biberón por la noche y se quitó la siesta (de media hora, no más) empezó a dormir mejor. Se dormía sobre la 9 de la noche y más o menos aguantaba toda la noche. Eso sí, con nosotros siempre. Pusimos una cama de 90 pegada a la nuestra y así seguimos hasta que nació su hermana cuando cumplió 4 años.
Al nacer su hermana le propusimos (después de despertarla al cambiar a la pequeña las dos primeras noches y su desvelo correspondiente) irse a su habitación con su padre. Hacía mucho que le habíamos comprado su camita (la que ella eligió por ser igual que la de su entonces amiga del alma) y dormir en ella y su padre en la cama de noventa que la pasamos a su habitación. Al principio bien. Ella dormía en su camita, con mi compañía hasta que se quedaba dormida después del cuento y tan felices. Un día dijo que quería dormir al lado de su padre. Y bien, moví su camita y la puse al lado de la su padre. Poco después que quería dormir con su padre. Los dos en una cama de 90. Estuvieron una temporada pero era realmente incómodo.
A todo esto, el verano pasado perdimos la rutina de irnos a la cama a las 9 todos los días. Yo la había mantenido verano tras verano a pesar de tener que enfrentarme a las opiniones de todo el mundo que me tildaban de estricta, de madrastrona por no dejar a la niña ni en vacaciones disfrutar más tiempo. Yo conozco a mi hija y sabía que si salíamos de la rutina nos iba a costar volver, y así fue. El verano pasado, con casi 6 años empecé a dejarla acostarse más tarde, salir a jugar un poquito después de cenar como todas sus amigas (vivimos en una urbanización cerrada) y no he conseguido volver a la rutina.
Bien, pues después de estar un tiempo durmiendo los dos en la cama de 90 les propuse volver a poner la cama en la habitación de matrimonio y dormir juntos otra vez, ahora los cuatro.
Pues así llevamos un año. El problema es que no hay forma de dormir. Mi hija mayor duerme encima, de su padre o de mí, pero encima, con lo que es imposible dormir. Le he propuesto dormir en su cuarto, cada una en una cama, y no quiere. Dormirse en el sofá y subirla a su cama (y son 27 kilitos de niña) y en cuanto la echas se despierta y se viene a mi cama. Quedarme con ella hasta que se duerma y luego marcharme, y tampoco. Todas las noches irse a la cama es una batalla. Con gritos, discusiones y lloros. No quiere dormir, no quiere dormir sola (su habitación está enfrente de la nuestra y su hermana, duerme en la cama de abajo), ella quiere dormir en la cama grande, y no hay forma de hacerle comprender que ya es una cuestión de necesitar descansar que llevamos más de 6 años sin dormir una noche más de dos horas seguidas.
Probamos con su homeópata y ningún remedio funciona. Tuvo una época de terrores nocturnos, pero le daban en mi cama. Ahora dice que le da miedo, pero sólo si está en su cama. Y yo estoy ya muy cansada, porque ella cada vez "exige" más parcela como niña que está creciendo pero, en esto se muestra totalmente intransigente y no hay forma de negociar con ella una solución (y claro, su hermana está aprendiendo a marchas forzadas el mismo comportamiento).
Si habeis llegado hasta aquí gracias y ahora la pregunta del millón, qué haríais?