Sólo quería comentar algo que mi antigua jefa de cuando trabajaba en el hipermercado me decía siempre que nos enterábamos de una separación. Me decía, Mª Carmen, es que las mujeres todas deberíamos trabajar, deberíamos ser independientes, porque nunca sabes si alguna vez te vas a encontrar sola y teniendo que sacar adelante a una familia o a ti sola.
Aquellas palabras se me quedaron grabadas, pero nunca jamás llegué a pensar que me podría pasar a mí. Durante mi matrimonio trabajé con contratos sueltos, estuve en el paro, en fin, de todo. Al final decidí estudiar oposiciones. Aprobé en 2006. Cuando el nueve de junio del año pasado (2008) mi marido me dijo que ya no estaba enamorado de mí y que se había liado con otra chica, lo primero que me vino a la cabeza fue mi niño de ocho meses, e inmediatamente después, este pensamiento: "hay dios mío, menos mal que tengo trabajo". YO estaba de excedencia, y tuve que volver a trabajar. En total siete meses de excedencia, más los cuatro de la baja maternal.
Con esto quiero decir, que si yo hubiera sido ama de casa, me hubiera encontrado en casita, dispuesta a empezar de cero, y teniendo que depender de él económicamente, como si fuera poca humillación que te abandonen. Me sentía orgullosa, e incluso lo llegué a poner aquí. Dentro de lo mal que estaba, me sentía optimista, porque mi situación podría haber sido mucho peor. Pensaba que tenía suerte porque tenía a mi hijo, salud, y un trabajo fijo que me permitía no depender de nadie.
Chicas, yo estaba tan tranquila como vosotras, pensando que envejecería junto a mi marido. Eramos un matrimonio bien avenido y feliz, nada hacía presagiar lo que ocurrió.
Por favor, tenedlo en cuenta, mirad por vuestro futuro, no os quedéis a merced de la buena voluntad de los demás. Ojalá no os pase a ninguna de vosotras lo que me ha pasado a mí, pero nunca se sabe. Que no os coja desprevenidas.
Y dicho esto, aviso que me parece realmente loable que abandonéis vuestra vida profesional para criar a vuestros hijos, de verdad. Es solo que me da un miedo atroz el no ser dueña de mí misma. A una amiga le pasó, y ahí está la pobre, con un contrato de tres meses y sin saber qué hará después.
Muchos abrazos para todas las madres de este foro. Os admiro.