- Sab, 14 Feb 2009, 07:31
#311731
Hola, Carma
Estás describiendo mi situación hace un mes! Yo estaba igual que tú, agotada porque Mario me pedía varias veces por la noche y encima se levantaba de la cama y venía en mi busca cuando notaba que yo no estaba junto a él por la mañana temprano, con lo cual no sacaba nada de tiempo para hacer otras cosas y me estresaba mucho. Además, nuestra hija de 3 años y medio, lleva dos o tres meses despertándose por la noche por miedo o por alguna otra razón y también me reclamaba cuando su padre perdía la paciencia porque no terminaba de dormirse... Así que yo, de cama en cama, con los nervios de intentar que uno se durmiera para poder atender al otro, y además intentar descansar.
No hablemos ya de salir una noche al cine o a cenar con mi marido o de las cenas de empresa por Navidad, etc. Primero por la niña y ahora por él, hace como 4 años que no he podido y siempre inventando pretextos; porque yo amamantaba muy a gusto, no quería dejarle llorar y considero que éste es uno de los pocos inconvenientes, que además con el tiempo desaparecen. Pero el hecho es que entre el trabajo y las "obligaciones" familiares, no tengo ni un minuto de esparcimiento o para mí misma.
Supongo que tú, con tres niños, menos todavía.
Como comentaba, Mario siempre se había dormido conmigo y al pecho (aunque en la guardería, desde el principio, se duerme solito!), era muy demandante de noche y, de día, si estaba yo con él, también pedía en cuanto tenía hambre o se disgustaba por lo que fuera. Nunca aceptó chupete ni biberón, y rechazaba la leche de vaca a pesar de comer de todo y muy bien. Ni siquiera había cogido cariño a ningún muñequito para dormir a pesar de tener varios.
Se enfadaba mucho si yo le insinuaba que la leche estaba descansando y cosas parecidas que había leído e intenté poner en práctica. De hecho, leí cosas en este foro para sacar ideas. Además, a mi hija también la había destetado a los 17 meses aunque entonces fue muy sencillo porque yo estaba embarazada, ella tomaba leche en biberón, usaba chupete...
Con Mario, intentamos poner en práctica el
plan padre hace un par de meses pero, o no estábamos muy convencidos o no era el momento, porque Mario lloraba mucho y no funcionaba.
En Navidad me compré Felices Sueños y conseguí sacar tiempo para leerlo (!!!) y tengo que admitir que no da recetas infalibles -al menos, no para mí- pero sí me dejó clara una cosa que es evidente y que creo que es la clave de todo: Mario durante casi 2 años, ha estado durmiendo de la misma forma, es decir, yo le había enseñado a dormir tomando leche. Él tenía la asociación de "teta para dormir" y por eso la reclamaba cuando lo llevábamos a la cama y en cada uno de sus despertares nocturnos. Por cierto, todos tenemos despertares; lo que sucede es que los adultos ni nos enteramos pero los bebés han de aprender a volver a dormirse.
Entendí que lo que había que romper era esa asociación y él debía ir dándose cuenta de que era capaz de volver a dormirse por sí mismo.
Ahora, con casi dos años, habla mucho y entiende prácticamente todo así que no hay que subestimar su capacidad...
Hace unas 3 ó 4 semanas, decidimos empezar de nuevo con el
plan padre. Al terminar de cenar, mi marido le tomó en brazos y se lo llevó a dormir. El se resistía, me llamaba y decía "Papá, no. Mamá" y "A dormir,no". Pobrecito. Entonces, mi marido le mecía durante un rato en brazos, de pie, y cuando ya estaba muy calmado, se acostaba con él en la cama y le daba un muñequito; a la vez le repetía durante un rato que era de noche y la leche tenía que dormir. Por supuesto, las dos primeras noches él se resistió mucho pero se durmió al cabo de un rato en los brazos (cansadísimos!) de su padre. Creo que más o menos a la tercera, empezó a resistirse menos, y a la siguiente, nada de nada. Él mismo, le decía "Papá, a dormir".
Al principio, en los despertares, si yo no estaba, Eduardo tenía que volver a cogerlo en brazos y repetir un poco el proceso pero en seguida ya no hizo falta.
Los primeros días, aunque hacíamos esto, yo continuaba durmiendo en nuestra cama y le daba el pecho si me pedía. Pero si yo ya me había levantado, cuando Mario detectaba que yo no estaba, era mi marido quien volvía a dormirlo. Los fines de semana, para las siestas, lo mismo.
Como vimos que iba funcionando sin ser traumático, y por los despertares de nuestra hija reclamándonos, decidí hace unas 3 semanas irme a dormir a la habitación de ella, en una cama contigua. De este modo, Mario no me olería, y de paso atendería de forma cómoda y rápida a la niña. Así fue. Las 2 ó 3 primeras noches, Mario se despertaba a media noche y me llamaba con desesperación, o gritaba "lecheeee" y yo acudía porque no quería que lo pasara mal. Pero pronto dejó de hacer falta porque empezó a dormir de un tirón o a despertarse muy pocas veces, y a volver a dormirse con su padre, dándose besitos y abrazos.
Es increible, lo que han fortalecido su vínculo. Desde el inicio del proceso, Eduardo le ha abrazado y besado mucho, y Mario también a él. Muchos días se queda dormido abrazado a su padre... Y, por cierto, a mi hija le ha venido fenomenal estar más conmigo. Yo ya no tengo la sensación de abandonarla para atender a su hermano, y disfruto estando esos ratitos juntas.
Bueno, y como decía en mi primer mensaje, desde el lunes a las 6.30 a.m. Mario no ha tomado leche ni la ha nombrado para nada, ni siquiera cuando ha tenido hambre, sueño, disgustos, pataletas... Increíble! Y hasta he tentado a la suerte porque las dos últimas noches estaba muy excitado y no se podía dormir, y como mi marido estaba ya harto y cansado, me he pasado con ellos a la cama grande. Ha sido la prueba de fuego. Pues bien, Mario ha acabado durmiéndose pero en ningún momento ha dicho nada de la leche! Y mira que estaba abrazado a mí, o encima de mí porque se quería levantar... Todavía no lo puedo creer!!!
Ah, y otro detalle: Mario ha empezado a tomar leche de vaca templadita con un poco más de alegría, en vasito, antes de irse a dormir. ESto ayuda mucho porque favorece el sueño. Aunque, como más le gusta es con trocitos de pan que él coge con la cuchara... pero toma leche, en cualquier caso.
En fin, este ha sido el proceso que nosotros hemos seguido. Creo que he explicado más o menos todos los pasos e ideas. Me ha salido un mensaje un poco largo pero es que quería explicar mi experiencia en el foro por si a alguien le puede venir bien; recuerdo que hace muy poco era yo la que, desesperada y agotada, buscaba mensajes como éste...
Por último, quiero transmitirte dos conclusiones, las principales: es necesario estar convencidos de querer hacerlo (tu pareja y tú) y el proceso, aun siendo gradual, es mucho más rápido de lo que a priori pensarías. Los niños son muy listos, comprenden las cosas y se adaptan en seguida, tanto que te sorprende...
Ojalá lo que te cuento te sirva de algo. Espero que tu destete sea feliz, como el mío. Ya me contarás cuando tengas tiempo.
Saludos y hasta pronto. Te deseo suerte y ánimo, que esto se termina consiguiendo.
Belén