Hace unos meses, unas compañeras de trabajo (que también son amigas) y yo montamos un "día de niños", es decir fuimos con nuestros maridos e hijos a casa de una de ellas a comer y luego al parque. En fin, que una de ellas había sacado fotos de los niños y me trajo mis copias hace unos días (a buenas horas ).
Así que os podéis imaginar, yo en plan mamá orgullosa enseñando las fotos de mi niño a diestro y siniestro, y todo el mundo haciendo los típicos comentarios, qué guapo, qué rico.
Pues llega una compañera (que no tiene hijos), le enseño las fotos y me pregunta horrorizada que qué es lo que tiene mi hijo en la pierna. Pues dos moratones, le digo, es que el niño es un poco bruto y a veces se tira al suelo jugando al fútbol, o se cae en el parque etc.
Entonces me empieza a someter a una especie de interrogatorio, que si alguna vez alguien me ha preguntado cómo se los ha hecho, si ha habido "sospechas", si le he llevado a urgencias (¿por unos moratones?), y me llega a decir que a ella le parecen marcas de mordiscos, QUEEEEEEEEEEE? Qué me estás diciendo, que estoy maltratando a mi hijo o que dejo que lo maltraten? "Es que con las cosas que pasan..." COMO? Una cosa es que esas cosas pasen, otra muy distinta es iniciar una caza de brujas. Los niños se caen. Los niños tienen accidentes.
Se lo conté a la amiga que me dio las fotos y me aconsejó que no hiciera ni caso, que todos los niños se hacen cardenales y que no le diera más vueltas al tema.
Pero es que no puedo, a ver si a la tonta esa se le ocurre llamar a los servicios sociales o algo parecido. La verdad es que desde ese día no he vuelto a hablar con ella, pero no sé si debería.
Me ha costado mucho escribir este mensaje, pero no paro de comerme la cabeza y sinceramente lo estoy pasando muy mal.
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim