- Jue, 22 Ene 2009, 18:27
#306212
Wow... es increible la cantidad de historias que se pueden contar al rededor del tema de la epidural.
Yo... era de las que decía que no me iba a hacer falta... durante todo el embarazo estuve muy tranquila y pues siempre estuve clara de que mientras más natural mejor.
Tuve 26 horas de trabajo de parto, de las cuales pase por lo menos 24 en mi casa. Era lo mejor y no me arrepiento. Las contracciones son fuertes ya hacia el final... pero respirando y en la comodidad del hogar y con posiciones antálgicas, con el apoyo de mi esposo, todo se hizo muy llevadero. Si hubiera sucumbido ante el terror de mi madre (quien tuvo 3 cesáreas y estaba terrificada de que me quedara en casa... de que no me diera tiempo de llegar a la clínica) hubiese ido a la clínica y a las 3 horas de dolores en una camilla incómoda, en un cuarto frío y anónimo... hubiese gritado que me hicieran una cesárea.
Acá en Venezuela el 95% de los partos en clínicas son por cesárea... a mi parecer no por necesidad sino por comodidad (de los médicos que no tienen que madrugar ni esperar 20 horas de trabajo de parto sino que concertan la cita de la cesárea en momentos convenientes). Además... los seguros pagan la intervención asi que la ganancia económica es mayor.
Siento que no se respeta la decisión de la mujer. No se le informa de manera suficiente acerca de los verdaderos pros y contras... incluso se les persuade de hacer cesárea infundiéndoles miedo.
Así que el tema de la epidural en partos naturales es algo así como un mito... las mujeres que paren de manera natural en hospitales públicos en muchos casos no tienen acceso a la epidural. Y las que lo hacemos en clínicas privadas, casi no tenemos la elección. No sé si estoy en este aspecto hablando sólo por mi experiencia, pero a mi nadie me preguntó.
cuento el día de mi parto... a ver que pensais ustedes...
Después de 24 horas de trabajo de parto en mi casa, llamo al médico... le informo la frecuencia de las contraccione sy me sugiere vaya de inmediato a la emergencia de la clínica y que allí una obstetra me hiciera un tacto para ver cúan dilatada estaba. Lo hicimos así. Al hacer el tacto la dra me dijo... tienes 6cm y medio... llamemos a tu doctor.
Allí quedé en la camilla, desnuda, sólo con la bata que no te cubre del frío... esperando entre nerviosa y emocionada.
Pasó como una hora y media hasta que llegó mi doctor que me hizo un tacto a ver cómo evolucionaba... ya tenía 10cm y medio...
Se quedó loco... me mandó a preparar dentro del quirófano...
Yo no entendía que significaba "preparar". Me dijo... estuviste a punto de parir sin ayuda... estás más que lista.
Me colocaron una vía en el brazo y allí mismo llegó el anestecista... me colocó la vía en la espalda y allí mismo la epidural. En menos de media hora ya había nacido Sebastián.
Yo pujé en tres tandas... y ya había nacido mi bebé.
Mucha emoción... apenas algo de molestia por la presión del bebé al salir por el canal de parto.
Ahora venían los puntos de la episiotomía... ouch... allí ya estaba despierta... tuvieron que ponerme anestesia local.
Lo que yo intuí (porque nadie me supo aclarar) es que me pusieron una dosis muy baja de la epidural, tan baja que desperté para sorpresa de ellos antes de terminar de coser.
La cuestión es...
Nunca me preguntaron si quería o no la epidural, en vista de que ya sólo sería para la fase final pues contracciones de dilatación ya no habría más... sólo faltaba la expulsión.
Tal vez sin la epidural mis recuerdos serían más sufridos... y no este recuerdo de un parto natural muy hermoso en el que con las contracciones me conectaba con las ganas de mi hijo de venir al mundo y mi cuerpo ayudándolo a hacerlo.
Tal vez mi umbral del dolor hacía innecesaria la epidural... la dilatación fue un proceso largo, pero nunca insoportable.
Mi conclusión sería...
Deben informarle a toda mujer exactamente por qué va a pasar y darle la oportunidad de participar en las decisiones. Si una mujer le teme al dolor y esta angustia puede empañar la experiencia del parto, pues que le de la cabida a los métodos que alivien su angustia... desde meditación hasta la epidural.
Si una mujer considera que no quiere mayor interferencia... pues que le dejen de igual manera decidir sin cuestionar su elección.
Claro... todo esto siempre y cuando ninguna condición médica disponga los hechos de otra manera. Primero está la salud y el bienestar de mamá y bebé.