Pero, de repente aparecemos los padres, entrando atropelladamente en el salon de actos para coger el mejor sitio, si la primera fila esta ocupada, es igual, nos ponemos sentados en el pasillo, luego cogemos confianza y nos ponemos directamente de pie, si los de detras no ven, pues que espabilen, al fin y al cabo nuestro hijo va a actuar por primera vez, y claro, les tenemos que sacar la mejor foto y el mejor reportaje de video cueste lo que cueste, para que vea cuanto lo queremos, si no puedo prestar atencion al conjunto en general ni valorar el esfuerzo que supone coordinar a los peques y que participen, da igual, ya veremos el video en casa. Tampoco importa que los niños se sientan intimidados por tal marabunta de padres, ni que lloren algunos, los mas timidos, ni que alguno se haga pis por la excitacion, lo importante es la Puta foto (perdon pero es que vengo muy decepcionada e indignada). Y cuando nuestro pequeño ya ha actuado, ahora ya paso de todo, me pongo a hablar en voz alta con fulanito, que hace mucho que no lo veo y sigo de pie, no vaya a ser que si me siento en una de las tantas sillas que estaban sin ocupar deje ver a alguno de los pocos padres que hemos optado por permanecer sentados en nuestros asientos, esperando a ver si en un momento de cordura los padres decidieran sentarse y dejar de dar ese ejemplo tan lamentable a nuestros niños. Y es que, desde el escenario que clase de leccion habran aprendido los peques?
Pues a no respetar, a no escuchar, a empujar, a dar malas contestaciones, es decir, en 60 minutos han destrozado todos los valores que dia a dia intento inculcar a mis hijos desde casa y desde el colegio.
En fin, solo queria compartir esta penosa experiencia navideña.