Ya programamos que después de descansar la comida, haríamos una “limpieza” de juguetes, porque había demasiados con los que hacía tiempo que no jugaba.
Y nos dejó impresionados.
Él seleccionó los que se quedaba y los que daba. E hizo una muy buena selección, según el criterio adulto, que creo que es difícil a priori.
No sólo se deshizo de buena parte de aquellos con los que ya no jugaba, si no que tenía criterio propio para clasificarlos en 2 categorías:
-Para los bebés que van al médico (los damos al ambulatorio que trabaja mi madre para la sala de espera pediátrica)
-Para la ludoteca del cole (los que estaban todavía muy nuevos, pero no habían tenido mucho éxito)
Así que mi hijo me enseñó ayer a confiar en su criterio, sin ningún lloro por desprenderse de sus juguetes, sin ningún problema y lo más importante sin ningún tipo de coacción, amenaza o recomendación del tipo: “ si no lo haces, los reyes no te traerán más juguetes” o “para los niños que no tienen...” si no porque sí, de manera altruista, y de buena gana.
ALBA Lactancia Materna
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HUGO (21/01/2005)
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EMMA (25/08/2009)