Total, que hablando con ella resulta que ya no recuerda la vida antes de que llegara Rubén, me dice que ya no se acuerda de cuando estabamos los 3 solos y no estaba Rubén, para ella es como si siempre hubiesemos sido los cuatro . Y os aseguro que hemos pasado etapas de todo tipo, la aceptación sorprendentemente buena al principio, los celos cuando comenzó el gateo a veces mas controlados, a veces menos,pero ahora estamos en la complicidad total. Ya no hay celos, pueden pelear a ratos, pero juegan juntos y se buscan todo el tiempo, y se ve que para mi hija ya no existe la vida antes del hermano. .
Y eso que estaba y está tan tremendamente pegada a mí que parece mentira,pero es así, con lo que nos preocupamos cuando buscamos otro hijo o estamos embarazadas del segundo sobre como lo aceptará el primero, como lo llevara...pues fijaos, lo ha integrado tanto en su vida que ya no hay otra vida sin él. Sorprendente, pero bonito, verdad?
Un abrazo a todas.