Hoy la hora de acostarles ha sido dramática. Acabo de salir del cuarto y me siento como si me hubiera pasado un camión por encima. Yo con los nervios a flor de piel, la he acabado liando.
Paulo (2 años y medio) ha empezado con que no quería esa cama, que quería la suyaen su cuarto, etc. Adriano llevaba desde las 19:30 bostezando y frotándose los ojos, como muerto de sueñito el pobre. A las 20:30 les he acostado en el cuarto a los dos. Paulo en mi cama, Adriano en la cuna de viaje. Yo en la silla, en medio, una mano para cada uno. Cuando Paulo ha empezado con eso de irse a su cuarto he acabado saltando, gritándole y estallando, literalmente: "ahora mismo a tu cuarto y no quiero ni oirte ya más, que te vas a dormir allí tú solito".
Le he llevado enfadada (todos los días me viene con lo mismo, pero luego no quiere quedarse allí, por eso le traigo al cuarto con nosotros) y he cerrado la puerta. Claro, un minuto después ya estaba llorando llamando a la abuela. Y diciendo: "quiero a la cama de mamáaaaaaaa".
Se me saltaban los ojos, de verdad.
Le he vuelto a coger enfadada y le he llevado a mi cama de nuevo, diciendo que a dormir inmediatamente, que mamá está agotada ya ¡de tantas tonterías día tras día.
A todo esto, el pobre Adriano (a días de cumplir un año) ha pasado de estado de semisueño en el que llevaba una hora a histeria total, y se ha puesto a llorar ante tanto estrés. Claro. Eso me ha puesto más nerviosa todavía.
Y de nuevo dispuestos a dormir, ya nadie llora, pero todos estamos enfadados y/o nerviosos. Vuelta para un lado, vuelta para el otro... los dos igual. Y yo venga a llorar, venga a llorar en la oscuridad.
Mira, de verdad que si no estuviera en casa de mi madre creo que les hubiera dejado un ratito solos, llorando o haciendo lo que les hubiera dado la gana, porque me ha dado un no sé qué... SI lo hubiera hecho o no, no lo sé, pero ganas me han dado. Qué desespero, no puedo más.
Al final, cuando se han dormido, no he parado de decirles cuánto les quiero, y venga a darles besos. Me siento fatal por haberme puesto así con ellos, pero esta situación me está superando. No sé cómo enfrentarla ya, estoy asustadísima. No puedo más, me siento agotada.
Para colmo, una mamá de la escuelita de Paulo me dice hoy que si estoy tan obsesionada es porque quiero, porque con dejarles llorar se arregla todo. Y que si no lo hago es porque como no trabajo, no me veo obligada a ello porque no estoy cansada. Sabrá ella lo agotada que me siento... Y cuando le digo que me niego a dejarles llorar, me dice que no hay más que ver lo desesperada que estoy para ver que no me queda otra. Que no les puedo dar siempre todo lo que quieren... Y que si soy yo misma la que se niega a hacerlo, pues que entonces no me queje.
Vamos, que ahora no puedo ni quejarme, ¿no?
Estoy hecha un lío, la verdad. Me siento muy perdida. Y quizás ni sea para tanto... ¿CUál es mi problema?
1.- Tanto Paulo como Adriano tardan mínimo una hora en dormirse cada día. Por supuesto, conmigo al ladito.
2.- Adriano se despierta varias veces en la noche. Normalmente dos o tres. Alguna de ellas se duerme mamando, pero hay otras que le da por llorar, sin motivo aparente, y no quiere ni brazos, ni teta, ni chupete, ni nada. Sólo rabiar. Se duerme al rato por si solo, a mi ladito en la cama.
Hace unos meses Paulo se dormía solito y en 10 minutos, y Adriano se dormía mamando en otos 5 minutos. Se despertaba para mamar varias veces, y se dormía mecánicamente al momento. Paulo desde los 6 meses duerme toda la noche.
¿Por qué ahora estoy así? ¿QUé hago? No sé a quién recurrir, sólo os tengo a vosotras. Nadie de mi entorno físico comprende mi postura.
Perdón por el rollo, pero necesitaba desahogarme. Después de la llantina mientras se dormían...
Gracias a todas por "escucharme".