Así hasta que, más de una hora después, me acabo enfadando y diciéndole: "¡Ya está bien, a dormirs ahora mismo!" O cosas así, o "Como no te duermas me voy a acabar yendo, que es muy tarde y mamá también quiere cenar e irse a dormir". Es entonces, cuando me pongo seria de verdad, cuando se da la vuelta y se duerme inmediatamente.
Me gustaría que se durmiera sin necesidad de llegar a eso, pero es que acabo poniéndome nerviosa, y además, funciona de verdad. Lo que pasa es que me da rabia que tenga que llegar a eso casi todos los días. Me encantaría que se quedara con la mamá que se mete en la cama con él y se pone agustito a su lado, y no con la que le da el "ultimatum".
¿Es normal esto?
EMpezó a tardar en dormirse en junio, cuando tiró el chupete a la basura, hasta entonces se dormía feliz y contento, y en 5 minutos siempre. Pero no creo que sea por el chupete, porque en pocos días se acostumbró a dormirse sin él, y no lo echa de menos. Y en la escuelita llevaba todo el año durmiendo la siesta sin pedirlo... Pero desde aquel momento raros han sido los días en que se ha dormido relativamente rápido, lo normal es una horita, más o menos.
Y el peque también, ese sí que es tremendo. Tiene 11 meses y el día que hay suerte tarda sólo una hora en dormirse. También me acuesto con él, y da vueltas, y vueltas y más vueltas. Toma pecho, pero no se duerme mamando, cuando termina se suelta, acepta el chupete y empieza a dar vueltas. Es desesperante, primero el peque, luego voy con el otro, que lleva un rato acostado esperándome... y es el cuento de nunca acabar. Me tiro con ellos dos horitas casi todos los días. Me encanta ese ratito que comparto con ellos, juntos en la camita, pero lo cierto es que según pasa el tiempo paso de estar agustito a desesperarme y ver que no me va a dar tiempo ni a lavarme los dientes casi, un día más...
Y cada uno en un cuarto, porque el grande se niega a venirse al cuarto con nosotros, y el peque en el cuarto del grande no se "concentra", y se relaja mucho menos aún. Mi marido está fuera hasta Navidad. Tengo una encima...
Llevo rutina con ellos, no sé qué más hacer...
Gracias por permitirme el desahogo.