Os cuento. Mi hijo tiene 2 años y medio, y es una ricura, es muy cariñoso con los otros niños y simpático con los adultos. En el parque siempre deja sus juguetes y juega con otros niños sin problemas.
Pero el otro día se le acercó un niño con malas intenciones, le quitó una pala de jugar con la arena, y acto seguido fue directo a mi hijo y le dio con la pala en la cara. Mi hijo no se lo pensó dos veces: cogió otra pala que tenía y le arreó en toda la cara al niño agresor.
Delante de la madre del otro niño (que no había regañado al suyo, por cierto) le dije que no debía pegar al niño, pero reconozco que lo dije sólo porque había la otra madre delante, pues en el fondo pensé y sigo pensando que mi hijo hizo bien en pegarle al otro para defenderse porque se sintió agredido, y que el otro niño se lo tuvo bien merecido y se lo pensaría dos veces antes de volverle a pegar a mi hijo.
Mi pregunta es: ante el hecho de que otro niño, sin motivo aparente, pegue a vuestros hijos y vuestros hijos le devuelvan el golpe, ¿tenemos que regañarles o más bien decirles que han hecho bien en defenderse del otro? ¿Si les decimos que no peguen cuando son pegados, no les convertiremos en la diana de todos los golpes cuando vayan al cole?