- Vie, 10 Jun 2005, 13:50
#2851
Si os sirve, os cuento mi experiencia...
Con mi hija mayor, Alba, imperaba el método
Estivill en mi familia: tanto amigos como mi hermano y mi cuñada lo aplicaban, y realmente, con las añmenazas que hacen en el libro ni nos planteamos el no hacerlo... hasta que lo tuvimos que aplicar de verdad. Ese periodo fue un infierno porque cuando contaba que no podía dejarle llorar se me echaban encima dicéndome que lo había estropeado todo y que así no iba a acabar nunca con las malas noches y que mi hija no iba a saber dormir sola nunca. Así, hasta los dos años, lo que hacía era estar con ella hasta que se dormía y acudir cuando se despertaba y volver a estar con ella hasta que se dormía de nuevo... pero mal. Yo no sabía si estaba bien lo que hacía y cuando iba lo hacía de mal humor. Las dos lo pasábamos fatal de sueño y encima con mi entorno en contra. Cuando cumplió los dos años, una tía abuela de mi marido le regaló el libro de "Bésame mucho" y aquello fue una revelación. Porque aunque seguíamos haciendo lo mismo, yo ya lo hacía con otro estado de ánimo y se tradujo en que la niña estaba cada vez más confiada en que íbamos a acudir si nos llamaba y cada vez lo hacía menos...
Ahora ya casi tiene 3 años (los cumple mañana) y, aunque se despierta de vez en cuando, lo hace muy rara vez para pedir agua y poco más. A veces me tumbo con ella en su cama y me acaba echando diciéndome que tengo el culo muy gordo y que no le dejo dormir anchita... se me están acabando los días en los que me deja estar con ella durmiendo
y, aunque parezca mentira, cada vez que lo pienso me entran unas ganas de llorar.
A la pequeña (Diana de 5 meses) la "malcrío" todo lo que puedo y más, y si me dice alguien algo respecto al sueño, a pasarme todo el día con la teta fuera, a llevarla encima todo lo que puedo a las pocas ganas que tengo de reincorporarme a la vida laboral, directamente ni le escucho y ya ni siquiera discuto, prefiero guardarme las energías para estar con ellas.
En resumen, que aunque es cierto que muchos días me gustaría poder dormir más, tb sé que luego los echaré de menos y procuro pasar las noches en vela del mejor humor que puedo (Dianita tb está con los dientes).
En fin, paciencia y pensar que cuanto más comprendan que vamos a estar siempre que nos necesiten, menos nos van a necesitar.
Besicos,
Belén