- Mié, 27 Ago 2008, 19:18
#275410
Pues yo también dí a luz en la sanidad pública malagueña. Al principio de todo, pensábamos que el segundo lo tendríamos en Madrid, más cerca de casa y en algún hospital privado, más cómodo para nosotros, pero espués de cómo se desarrolló el parto tengo clarísimo que vlveré al Materno infantil de Málaga.
Resumiendo un poco, mi suegro se jubiló de su pueso de ginecólogo allí hace ahora un año y me dijo que había muy buenos profesionales que él conocía que me atenderian bien. Total que después de dos semanas de contracciones indoloras, mi suegro llama a ver quién hay de urgencias para el fin de semana y me dice que el gine del sábado fue alumno suyo y le merece mucha confianza, ya que él no puede firmar ningún papel ni hacer nada ya en el hospital por su jubilación, me imagino que por si pasara algo malo, claro. Toal que llegamos con todo preparado y me hacen una maniobra que llaman "Hamilton", ya se podría llamar Alonso, jejeje, y a las dos horas estoy de parto. Tooooodo genial, buena dinámica como ellos dicen, epidural a los 5 cent., felicidad absoluta por la inminencia de ser paps,... mi suegro siempre al lado del gine amigo suyo. Hasta que, estando dilatada del todo el niño entra en bradicardia: de 170-180 que estaba, pasa a 50!!!! Empiezan las miradas entre ellos, hablan en bajito, pero como yo tengo un súper oído les pesco la conversación: mi suegro dice que cesárea y el otro dice que es ua pena que con lo bien que ha ido todo, termine en cesárea, así que me pasan a quirófano para probar forceps y si no, en un segundo el niño fuera por cesárea. Todo rápido rápido me preparan, mi marido y mi suegro fuera, yo sola, asustada, epi al canto y sedación, porque dicen que estaba muy nerviosa y querían evitarme más sufrimiento. Al momento me despierto con el llanto de mi hijo a unos tres metros. Lo peor fue que se llavaron al niño y no lo tuve hasta 4 horas después, aunque la verdad es que dormí un poco y me recuperé del cansancio. De todas formas, hubiera preerido seguir cansada pero con mi hijo.
Gracias a Dios todo salió bien, no quiero ni pensar lo que podría haber pasado si no hubiea tenido monitores. Ahora siento una gratitud indescriptible por ese gine que me atendió, ojalá el próximo parto sea también con él.
un besito a todas, ya veréis como en los segundo o terceros tendremos más suerte, aunque la verdad es que lo importante es que nuestros bebés estén sanos y fuertes.