Me llamo Sandra, tengo 30 años y soy mami soltera. Mi precioso hijo, Ethan, llegó a mi vida hace nueve maravillosos meses.
Encontré esta web buscando una solución pues mis noches, y muchas veces para mis días, pues no son cómo yo esperaba. En otras palabras: sabía que ser madre (en mi caso ser la única progenitora dificulta un poquito más las cosas) era un trabajo maravilloso pero duro, a tiempo completo; imaginé que todo iba a ser más difícil de lo que esperaba… lo que no imaginé es que el temor a saber si lo que hago está bien, es correcto par el niño, le ayuda a crecer sano, feliz, confiado, con una correcta autoestima… iba procurarme a mí tanto estrés y tanta ansiedad.
Ethan es un niño delicado de salud: tiene un déficit de visión, problemas en el sistema digestivo que le procuran gastritis y cólicos continuamente, sufre infecciones respiratorias y también tiene problemas en su piel, muy blanca y delicada. Por el contrario, Ethan posee un carácter alegre y sumamente risueño. Ríe de todo y con todos, es la alegría de nuestra casa (vivimos con mis padres, mis dos hermanas y nuestra adorada perrita Luna).
Debido a sus problemas intestinales debo esperar a que mi hijo duerma para poderle ofrecer el biberón (la leche se me retiró hace un mes), antes le es imposible succionar, lo intenta pero llora desconsolado cuando lo hace. Así pues le canto para relajarlo y finalmente cae rendido en mis brazos. Cuando ya duerme le doy su alimento y lo toma tranquilo. Esto se repite tres veces cada día: la siesta de la mañana, la siesta de la tarde y finalmente la noche. Aunque se duerme tranquilo, las siestas no suelen durarle mucho, cuando más duerme es cuando lo meto en mi cama, entonces puede dormir hasta tres horas seguidas en su siesta de la tarde y hasta cuatro o cinco horas durante la noche. Ethan y yo practicamos el colecho.
Una de las cosas que me procuran más estrés es el hecho de que este ritual para que concilie el sueño sólo lo practico yo: Mi hijo sufre ansiedad por separación y sólo se relaja y logra conciliar el sueño si lo hace conmigo. Lo mismo ocurre cuando despierta por las noches, rompe a llorar si es su abuela o su tía quienes acuden a consolarlo.
Así pues, mi madre, quien no tiene mucha paciencia con los niños, no se quiere quedar con Ethan si coincide con sus horas de sueño. Esto dificulta gravemente mi movilidad y no tengo vida social sin mi hijo. No puedo trabajar debido a sus problemas de salud constantes ni tampoco puedo dejarlo con mi madre porque no quiere, no puede, no sabe o qué sé yo… consolarlo cuando él llora.
En resumidas cuentas os diré que como no somos ricos sufro mucha tensión y nervios a causa de llegar a final de mes (cobro una pequeñísima ayuda), y supongo que Ethan puede percibirlo de alguna manera. Me siento muy sola y emocionalmente aislada del resto de la familia pues perciben ese apego entre Ethan y yo como un gran problema. Mi madre insiste en que mi hijo debe aprender a dormirse solo pero no creo que esta sea la solución (soy anti método Estivill). Como yo me niego a dejarle llorar mi madre cada vez me ayuda menos con mi bebé y cada vez estoy más sola y más angustiada. Mi hijo me absorbe la mayor parte del día y hacemos casi todo junto, lo que muy a menudo es un placer pero a veces se convierten en verdaderos desafíos.
Muchas gracias por leer mi texto. Ojalá alguien pudiera aconsejarme.
Sandra