- Jue, 24 Jul 2008, 19:48
#270296
Ay que risa me ha dado al leer todo esto
!!! Veréis, yo les tengo verdadero terror a las arañas, aunque desde que me mudé al campo, he logrado acostumbrarme un poco a tolerarlas (mientras no se muevan y no sean muy gordas) y si no me queda otra (corre para esconderse) he aprendido a pegarles un zapatillazo (antes gritaba y salía corriendo.
Donde vivo, afortunadamente, no hay cucarachas, que me dan un asco terrible.
Pero moscas y mosquitos muchísimos. Yo pongo un aparatito para matarlos por que me dan alergia las picaduras.
A mi también me preocupaba este tema hace tiempo, no sabía si matando al pobre bicho delante de mi hijo podía confundirle en cuanto a respetar a los animales y tampoco me hacía mucha gracia pasarle mi neura con las arañas que ya a mi me viene de familia.
Pero el tiempo ha pasado y mi hijo (por el que me preocupaba) ya tiene 12 años. Es un forofo de todo tipo de bicho viviente (o extinto) y ha aprendido perfectamente las diferencias:
En casa no acepto arañas o insectos (salvo si son insectos y viven en un pequeño recipiente que mi hijo tiene en su cuarto y de donde no pueden salir. Arañas no, esas están absolutamente prohibidas).
Como lo mío con las arañas es una autentica fobia, pues, aunque lo he intentado, no he logrado que "no se note" (esta misma mañana salí gritando a ponerme detrás de mi marido mientras colocaba unos tiestos) pero por el momento, mi hijo mayor no solo no lo ha heredado, sino que ya puedo recurrir a él cuando no está su padre para que coja alguna araña y la saque de casa (me mira con una sonrisa sarcástica...).
Es tan fácil como hablar, explicarse y hacer entender a nuestros peques que esos bichos se matan por que están en casa y en ese momento o con ese bicho en particular no hay alternativa (todas las arañas muerden, por tanto son peligrosas) Las moscas son molestas y los mosquitos pican y trasmiten enfermedades.
Nuestra gata es un animal que vive en casa al que cuidamos, respetamos y queremos como una más de la familia.
Fuera de casa no se matan bichos, de hecho en el jardín hay arañas y yo simplemente procuro no acercarme o alejarme si veo una.
Debo añadir que su padre les ha enseñado muchísimo sobre todo tipo de bichos (grandes y pequeños) y les ha enseñado a conocerlos, a comprender cual es su misión en el mundo y reconocer cuales son peligrosos y cuales no.
Al final, como siempre, nos sorprenden con su capacidad para entender y aprender las diferencias sutiles de nuestros actos.