Por fin he encontrado un ratito para contaros mi parto. Espero no aburriros mucho pero creo que merece la pena contarlo.
Mi intención era quedarme en casa todo el tiempo posible usando la pelota de fit-ball para pasar las contracciones así llegar al hospital bastante dilatada para intentar un parto sin epidural y lo más natural posible. Pero a las 12 de la noche rompí aguas sin tener ni una contracción y me tocó irme al hospital.
Al llegar a eso de la 1:30 me miraron y solo tenía 1 cm. de dilatación. Empecé a tener contracciones pero no muy fuertes. Me pusieron un monitor durante un rato para ver si estaba de parto. De momento la cosa parecía que iba a tardar. Al quitarme el monitor me quedé con mi marido en una habitación dando paseos y entonces empecé a tener contracciones más fuertes y más frecuentes.
Al rato vino una matrona a verme y a llevarme a la sala de dilatación- paritorio. Ya tenía 6 cm. y las contracciones eran bastante insoportables. Me preguntaron si quería la epidural y empecé a dudar porque ya no aguantaba mucho más. Entonces me ofreció traerme una pelota de fit-ball y me explicó como utilizarla. Una vez en la pelota la cosa mejoro bastante. Y a partir de aquí empezó el parto que yo quería, como pensaba que era imposible tenerlo en la seguridad social. Me quedé en la pelota hasta que empezaron las ganas de empujar. Mi marido detrás de mí sujetándome en todo momento. No le hicieron salir fuera en ni una sola vez. En ningún momento me comentaron nada de ponerme enema, ni oxitócina, ni nada. Hubo un par de momentos en los que pedí la epidural pero la matrona me dio ánimos diciendo que ya faltaba poco y pude aguantar. La matrona fue muy cariñosa en todo momento. Bajaron las luces del paritorio y la matrona me preguntó en que postura quería parir. Yo no lo tenía muy claro y ella, al ver como me echaba hacia adelante en la pelota apoyándome en la cama me preguntó si estaba a gusto así y ¡¡sorpresa!! Colocó la cama en 2 alturas de forma que yo estaba a 4 patas, de rodillas en la parte baja y recostada en la alta (¿me explico?). Así di a luz. Con luz tenue, sin camisón (porque en un momento del parto y al ver como sudaba la matrona me preguntó si quería quitármelo), sin episiotomía y en la postura en la que me encontraba cómoda. Me hice un desgarro de primer grado en un labio pero los puntos fueron superficiales y mucho menos molestos que con Álvaro.
Según salió Asier me lo pasaron entre las piernas para que lo cogiera (tengo una foto de este momento )y me ayudaron a darme la vuelta y ponerlo sobre mi pecho, los 2 desnudos, piel con piel. Nos taparon y dejaron el cordón sin cortar hasta que dejó de latir. Después fue mi marido el que lo cortó. Nos dejaron así juntitos durante 2 horas sin hacer nada al niño, solo ponerle un gorrito para que no se enfriara y observarle para darle un 10 en el test Asier se enganchó a la teta en ese rato. Fueron unos momentos inolvidables.
El parto fue duro pero precioso. Tal y como yo lo quería, aunque no pensé que lo iba a conseguir.
Parece que algo está cambiando en nuestros hospitales ¿verdad? Todo esto ha ocurrido en el Hospital Infanta Leonor de Vallecas (uno de los nuevos que han hecho en Madrid).
Bueno, espero que os haya gustado.
Un besote