Hoy es mi último día de trabajo. Es la última vez que escribo desde aquí y se me hace raro, en tan sólo dos horas digo adiós para siempre, cierro otra etapa de mi vida, dejo atrás la empresa en la que llevo 8 años y a la que he visto crecer.
Espero que todo vaya bien, espero que el riesgo dé sus frutos y que mi decisión sea la correcta. Sé que tendré más tiempo para estar con mis niños y eso hace que esté convencida de que el cambio no puede ser malo, que el camino es el acertado.
A partir de ahora seré madre a tiempo completo, sin prisas, sin agobios de horarios, sin estar pensando en qué estarán haciendo mis hijos con sus abuelos. Y estoy feliz. Estoy feliz pero a la vez noto un vértigo que me asusta, no puedo dejar de pensar si estoy haciendo lo correcto.
Como estaréis ahí, ya os iré contando
Besos.