Le comentamos a la pediatra que tenia alguna apnea por lo que nos pidió cita con el otorrino. De esto hará casi un mes, y la cita nos la dieron para el 22 de agosto.
Como os podeis imaginar no hemos aguantado. El pobre niño lo pasaba mal, por que a cuenta de los ronquidos no descansaba en condiciones y se despertaba un montón, así que el jueves de la semana pasada fuimos a un otorrino privado.
Creo que han sido los 100 euros mejor gastados de mi vida. Le miró la garganta, los oidos, le intentaron hacer una radiografia para ver las vegetaciones, pero como no se estaba quieto fue imposible. A pesar de eso este señor le vió que tenía el oido un poco afectado porque está un poco acatarrado, y nos receto 3 cosas: gotas para la nariz, para los oidos, y un jarabe (antibiótico). El mismo jueves por la noche empezamos el tratamiento, y el viernes ya no roncaba.
Como veis, a veces tenemos que pagar dinero, pero merece la pena. Ahora, si la cosa sigue así, anularemos la cita de la Seguridad Social. Es una pena que la cosa funcione así y que teniendo médico haya que pagar otro, pero la salud es lo primero, sobre todo la de nuestros hijos.