- Vie, 06 Jun 2008, 21:52
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Querida Nuria, llevo todo el día dandole vueltas a qué decirte y como hacerlo.
Por un lado creo que lo habési hecho fenomenal ya que Hugo es pequeño y es algo my dificil de explicar a un niño de su edad y además no podemos saber hasta que punto se da cuenta o como le puede afectar.
Pero el gran problema que veo es el resto del mundo que normalmente no sabe mantener la boca cerrada y suelta lo primero que le pasa por la cabeza sin pensar. Con esto me refiero a que seguramente algún papá o alguna mamá de esos tan espabilados que purulan por ahí y padre/madre de algún compañero de clase de Hugo es capaz de decirle a su hijo cualquier cosa al respecto y los niños con su naturalidad le puede soltar eso que le han dicho sus padres a tu hijo y ahí si que le pueden hacer daño porque la gente a veces dice unas burradas.... supongo que entendéis a que me refiro.
Yo te voy a poner una historia del libro Baby Catcher, el "niño" en este caso es un adolescente y no es comparable a Hugo pero cuando lo leí me pareció una hermosa manera de "explicar" algo tan triste.
Lo pongo con la mejor intención y espero que te sirva de algo.
Baby Spirit (Bebé Espíritu):
Colin, mi hijo de 12 años, me descubrió una lluviosa tarde sentada a la mesa de la cocina, un Kleenex húmedo y arrugado en mi mano izquierda, tapando mis ojos y tratando de recomponerme para que no me viera asi. Fue la tercera semana de enero, dos meses después de un aborto involuntario, pero todavía me encuentro la imposibilidad de pasar un día sin caer en la miseria.
Aturdida cuando la prueba fue positivo, ROG y yo nos miramos el uno al otro con la duda y la ambivalencia. Con cuarenta y uno, mi vida profesional me consume. Acababa de lograr lo que algunos habían pronosticado por imposible: me habian concedido privilegios de parto en Alta Bates, y como consecuencia, mi práctica de partos habia comenzado. Algunos meses entregaba doce bebés, y nadie sabía cuando se me encontraria casa. ROG, también, sintio dilatados sus límites, y el mantenimiento de su empresa a flote a pesar de mis frecuentes ausencias imprevistas. Colin y Jill se acercaban desafiantes a sus años de adolescencia. ¿Cómo podemos encajar un bebé en nuestras vidas? Pero cuando perdi el embarazo y toda esperanza de que se resolviera con mis lágrimas, me enamoré del bebé que no habia podido ser.
Colin preguntó: "¿Estás llorando por el bebé?" y cuando asenti llorosa, dijo, "Bueno, sólo hay que tener otro, mamá, porque es un bebe Espíritu, por lo que deberias ser su madre."
Lo debo de haber mirado confusa porque dijo, "¿No sabes nada de Bebes Espíritu ¿Cómo puedo saber yo acerca de ellos si tu no? Quiero decir, tu eres mi mamá!" Pero él podía ver mi perplejidad.
Así que mi primer hijo, este niño pre adolescente, puso una silla de madera a mi lado y me puso su delgado brazo en mis hombros, diciendo: "Bueno, mamá, esto es asi. Mira, yo mismo era uno, de modo que debe ser cómo lo sé. De todos modos, cada mujer tiene un círculo de los bebés que da vueltas y vueltas encima de su cabeza, y esos son todos los posibles bebés que podría tener en toda su vida. Cada mes, uno de los bebés es el primero de la fila. Si ella queda embarazada, ese sera el bebé que nacera. Si no se queda embarazada, el bebé vuelve al círculo y continua dando vueltas con todos los demás. Si ella queda embarazada pero algo malo ocurre antes de la fecha de nacimiento del bebé… ahora escucha, mamá, porque esta es la parte realmente interesante. Este vuelve al círculo, pero se convierte en un bebe Espíritu. Cada mes, sera siempre el primero en la fila. ¿No es ese grandioso?
"Así que solo tienes que quedar embarazada de nuevo, y tendras el mismo bebe Espíritu. Si no lo haces, sin embargo, el círculo de bebes hara saltar al bebe Espíritu al circulo de alguna otra mujer, y este sera el primero en la fila para ella. Y continua siendo el primero en algún lugar hasta que finalmente nace.
"Pero seria una vergüenza para ti no tenerlo tu misma, porque sé cuánto lo deseas. Así que sólo tienes que intentarlo de nuevo. Mamá, recuerdas ese bebé que perdiste antes de que yo naciera?" Asenti muda. "Bueno, ese era yo. De verdad. Siempre he sabido que yo era un bebé Espíritu. Quiero decir, sé de lo que estoy hablando, mamá."
A diferencia de Colin que cree con certeza que nuestro hogar, que a menudo es un caos, sólo carecía de un bebé para hacer las cosas perfectas, ROG y yo lo teniamos que pensar mucho mas. Pero Colin no se dio por vencido e incluso consiguio el apoyo de su hermana. Una noche conduciendo con ellos en el coche, miré a mi hijo en el asiento de pasajero a mi lado. Él miraba fijamente a traves de la ventana y trató de ocultar sus lágrimas, pero vi en el reflejo el rubor en su rostro, y el temblor de sus hombros.
Seis meses habían pasado desde mi aborto involuntario, y yo acababa de terminar un nuevo debate en el que le dije a mi hijo que el hecho de tener un tercer bebé a mi edad estaba fuera de la cuestión. Me acerque para reducir el espacio entre nosotros y aprete sus dedos. "Colin, no entiendo esa pasión que tienes por un bebé. ¿Por qué quieres tanto uno?"
Él rasgó su mirada distante de las colinas y me miró con ojos de natación y los labios temblando. Con una voz asfixiada, puso toda la pasion de sus doceaños en su respuesta.
"Oh, mamá! Oh. Sólo por la alegría de tenerlo!"
Jill se estiro hacia adelante desde el asiento de atrás y se coloco una mano en cada uno de nuestros hombros. "Sí, mamá, Sólo por la alegría de tenerlo."
Era mi turno para ver a traves la ventana lateral y debatir con la visión borrosa.
Así que, en el momento en que desde los ojos de la mayoría de las mujeres ven el nido vacío al final de su rama en el árbol genealógico acercarse con algo de alivio, considere la poner solo un huevo más. Siguieron varios meses de discuciones sazonadas con duda e incredulidad. Aunque ROG y yo tomamos la decisión final, no hay que negar que una gran parte de nuestra decisión de tener un tercer hijo empezó con la insistencia de nuestros hijos adolescentes que "necesitaban un bebé en la casa." ROG y yo tomamos un profundo respiro, nos miramos el uno al otro por arriba de las rubias melenas de esos dos deseosos niños, trago saliva - e hizo un gran salto de fe.
Y concebimos mi bebe Espíritu una semana más tarde. Sólo por la alegría de tenerlo.
Un fuerte abrazo