Lugar para compartir opiniones, y recomendaciones sobre los libros sobre maternidad y paternidad que siempre llevamos en la cabeza.

Moderadores: lolilolo, Titoi, Yuziel, rafi., Tote, Trece, nuriah, rosalina, ilargi, Kim, xirimiri

  • Advertisement

Avatar de Usuario
por rafi
#261942 Llevo un par de semanillas inmersa en los estudios de la UOC y cerrando el semestre. Hoy estaba haciendo un trabajo y he localizado este texto. Como se que os gustará, lo comparto con vosotr@s.
Nenes... estamos cambiando el mundo!!! ;-) :fl

Muchas conductas patológicas actuales son formas de defensa
ante una sensación desolada de abandono materno


· Luis López-Yarto, profesor emérito de Comillas, afirmó que “Vivimos a la
búsqueda de una madre, nos afanamos por encontrar un padre y somos
incapaces de establecer buenas relaciones con nuestros hermanos”
· “El ideal de felicidad impuesto a las personas de nuestro tiempo nos sitúa casi
siempre al borde del fracaso”.
· Los hijos prolongan su estancia en casa y no solamente por razones
económicas. En realidad “a muchos les atenaza el miedo a entrar en una
sociedad para la que nadie es capaz de prepararles del todo”.
· “Nuestra cultura del cultivo personal y la autorrealización, ha provocado con
frecuencia un alarmante descompromiso social”
MADRID (16-03-07).- “La aceleración del cambio”, el narcisismo y la ansiedad
son características que, según el profesor emérito de la Universidad Pontificia
Comillas Luis López-Yarto Elizalde, SJ, describen nuestro tiempo. López-Yarto
impartió la primera conferencia de la segunda jornada del Congreso Internacional
“Trastornos Psicológicos en el siglo XXI”. Durante su intervención, se refirió a tres
hipótesis concretas de la situación actual: “Vivimos a la búsqueda de una madre,
nos afanamos por encontrar un padre y somos incapaces de establecer
buenas relaciones con nuestros hermanos”. “En un mundo de presencia
maternal ansiosamente anhelada –puntualizó López Yarto- amenaza seriamente
una sensación desolada de abandono. Muchas conductas patológicas no son sino
formas de defenderse provisionalmente de ella”.
Con este punto de partida, el profesor emérito de Comillas se detuvo en el
concepto de “desconexión social” y aseguró que “los procesos de urbanización y
especialización parecen haber acabado en una desconexión social profunda”. “La
amistad ya no es sólo algo provisional sino que ha perdido inmediatez. Debe
realizarse a excesiva distancia en la mayoría de los casos”.
Recordando un estudio de Richard Senté, López-Yarto se refirió al fenómeno
de la “familia intensa”. “En lo que toca a la disminución de puntos de contacto,
también él nota que la desconexión existente tiene que ver con los cambios que se
han producido en la familia”. En este sentido, habló de una peculiar forma de “vida
familiar intensa” que “aparece como defensa a la amenazante vida urbana”. Este
tipo de familia se caracteriza porque las interacciones son consideradas “como un
microcosmos”, ya que “no se espera encontrar nada fuera de la familia que no se
pueda encontrar dentro de ella”. Además, “la vida familiar intensa reduce a los
integrantes a niveles de igualdad. Los padres tratan de ser camaradas de los
hijos. Encontramos que la familia intensa es una familia sin madre y también una
familia sin padre”.
López-Yarto se refirió también a los peligros de la búsqueda incesante del
ideal de realización personal. “Perseguir sin más anclajes la realización del
propio yo como ideal de felicidad es lanzarse a la búsqueda de algo difuso, que no
se puede referir a parámetros visibles”. Por ello, consideró que “el ideal de felicidad
impuesto a las personas de nuestro tiempo nos sitúa casi siempre al borde del
fracaso”.
Para el conferenciante, “nuestra cultura del cultivo personal y la
autorrealización, ha provocado con frecuencia un alarmante descompromiso
social con instancias que están más allá de nuestra propia piel. La proclamación
gozosa de que cada uno es responsable de su propio bienestar, libera
sospechosamente del compromiso de implicarse en el bienestar de los demás”.
El padre: líder dimisionario
Otro aspecto de nuestra realidad es la ausencia del padre. “El padre que nos guía
no es en general un líder autoritario; se ha convertido más bien en un líder
dimisionario”. Sin embargo, “una sociedad sin padre es una sociedad sin
suficiente soporte para afrontar los desafíos de un mundo que avanza muy rápido
en complejidad”. Por ello, “quizá ningún personaje de la tragicomedia actual
compete tanto el calificativo de ‘desbordado’ o de ‘saturado’ como al padre
de nuestros días”.
“El desarrollo de la investigación y la ciencia ha sido espectacular (…). El
ciudadano normal está huérfano. Carece de la formación científica suficiente, y lo
sabe. Le dicen que la carrera del progreso le puede conducir a la destrucción final,
pero ni siquiera es capaz de medir los riesgos de la modernización imparable
que se le va imponiendo”.
En nuestro mundo, según López-Yarto, se hace cada vez más trabajoso
“elaborar una identidad personal”. Los hijos prolongan su estancia en casa y no
solamente por razones económicas. En realidad “a muchos les atenaza el miedo a
entrar en una sociedad para la que nadie es capaz de prepararles del todo.
Los hermanos no han desaparecido, sino que nos invaden hasta el infinito”.
Tres problemas son, según las conclusiones del psicólogo, las que imperan
en el mundo actual: andamos “a la búsqueda de una madre acogedora y un
poco asfixiante, de la que también surja el impulso para un día escapar a toda
prisa; carecemos de una figura “coherente de padre, firme, motivadora,
contra la que, a la vez, poder rebelarse sin miedo a destruirla”; y, por último, el
tener que “presenciar impasibles la quiebra de una más cercana y auténtica
fraternidad”.
Sentido del humor
Para ponerle solución, López-Yarto abogó por “recuperar el grupo”. “Necesitamos
el roce del grupo: de un grupo humano en el que es posible dialogar, encontrar una
ubicación satisfactoria, y mantener una identidad personal sin diluirse en un todo
mayor que nosotros mismos. De un grupo en el que emerja con vigor (y sin pudor)
el liderazgo, y en el que se permita que surjan modelos de identificación
abarcables. Un grupo en el que podamos recibir información y podamos establecer
vínculos sin sentirnos desbordados”.
López-Yarto instó a “recuperar la búsqueda de la identidad”. “Quizá si
reconocemos la razón de nuestra inquietud más profunda, podremos encontrar
razones válidas para esperar que una identidad habite en nosotros. Nuestra
cotidianeidad siempre urgente ha perdido de vista que, teniendo tantas necesidades
satisfechas, tenemos sin embargo hambre de sentido”, aseguró. Junto a esa
búsqueda de la identidad, el psicólogo mencionó la necesidad de “volver a adquirir
compromisos” y “reinstalar en nuestros ordenadores interiores el sentido del
humor”.
· OFICINA DE COMUNICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS-Javier Laquidain – 91 540 62 56 – 610 472 994
laquidain@prensa.upcomillas.es
-Rosa Mª Carrascosa Alaminos - 91 540 62 56 - 91 542 28 00 (ext. 2475)
rosa@rec.upcomillas.es
-África Egido – 91 540 62 56
aegido@comunicacion.upcomillas.es

    :117: Psicóloga
    :pe: Creadora de DormirSinLlorar.com (2004)
    :55: Coautora del libro Dormir sin llorar (2014)
    :pe: Docente en Curso Sueño Infantil para Profesionales en TerraMater.es (2018)
    :pe: Codirectora en Centro de Estudios Sueño Infantil CESI
    :110: Monitora de Lactancia Materna

:121: Telf. (0034)600425102
Instagram - Linkedin - Facebook

Solicitar consulta
:dormir_sin_llorar:
Avatar de Usuario
por Malefica
#262014 gracias Rafi, ojalá tengas razon y estemos sembrando el cambio

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!
Avatar de Usuario
por Juanma
#262588 Personalmente yo solo me quedo con el título del artículo y algunas frases de aquí y de allá por que sinceramente no sé muy bien adonde quiere ir a parar el que escribió el artículo.

Luis López-Yarto escribió:La proclamación gozosa de que cada uno es responsable de su propio bienestar, libera sospechosamente del compromiso de implicarse en el bienestar de los demás.

En mi opinión es todo lo contrario, a las personas les cuesta hacerse responsables de sus acciones porque durante toda su vida tienen alrededor adultos que les dicen lo que tienen que hacer: los padres, los profesores, los jefes… Así pierden la capacidad de poder decidir por sí mismos y siempre delegan su bienestar en otra persona, en última instancia el Estado.

En la siguiente frase creo que se expresa ese delegar la responsabilidad y el miedo a afrontar los retos de la vida para los que solamente la vida te prepara:

Luis López-Yarto escribió:En realidad "a muchos les atenaza el miedo a entrar en una sociedad para la que nadie es capaz de prepararles del todo.


Luis López-Yarto escribió:El padre que nos guía no es en general un líder autoritario; se ha convertido más bien en un líder dimisionario.

¿Esto está fuera de contexto o es del siglo pasado? ¿Está hablando de los padres o del patriarca de la familia?

Luis López-Yarto escribió:Carecemos de una figura "coherente de padre, firme, motivadora, contra la que, a la vez, poder rebelarse sin miedo a destruirla.

¿Tengo que ser firme y motivador para ser un buen padre? Si lo de motivador viene por dar un buen ejemplo, me apunto, pero también apunto a la madre. Lo de ser firme pues si no se me explica mejor no lo entiendo, pero tengo la sensación de que si me lo explicase pasaría.

El apartado de sentido del humor no lo entiendo bien, lo encuentro sin sentido y con poco humor, pero me quedo con el título: creo “firmemente” en el sentido del humor como compañero en la vida.

En general no he entendido gran cosa de lo que dice, lo siento:

Luis López-Yarto escribió:Perseguir sin más anclajes la realización del propio yo como ideal de felicidad es lanzarse a la búsqueda de algo difuso, que no se puede referir a parámetros visibles

:?:
Luis López-Yarto escribió:Necesitamos el roce del grupo: de un grupo humano en el que es posible dialogar, encontrar una ubicación satisfactoria, y mantener una identidad personal sin diluirse en un todo mayor que nosotros mismos. De un grupo en el que emerja con vigor (y sin pudor) el liderazgo, y en el que se permita que surjan modelos de identificación barcables. Un grupo en el que podamos recibir información y podamos establecer vínculos sin sentirnos desbordados

:?:
Luis López-Yarto escribió:Quizá si reconocemos la razón de nuestra inquietud más profunda, podremos encontrar razones válidas para esperar que una identidad habite en nosotros. Nuestra cotidianeidad siempre urgente ha perdido de vista que, teniendo tantas necesidades satisfechas, tenemos sin embargo hambre de sentido

:?:

ImagenImagen