Sentada cerca de ti, te miro con mis ojos pero con mi nueva mirada de madre, con mis manos, con mis brazos, mientras exploras por la habitación gateando, buscando, intentando ponerte de pie sujetándote donde puedes, concentrado de repente en un catálogo para luego venir corriendo hasta llegar a mi rodilla y encaramarte para teclear conmigo mientras me hablas en código bebe. ¿Qué querrás decirme mi amor?
Algo más de once meses desde que llegaste a nuestra vida, casi un año desde que arrinconaste todos mis problemas, todas mis rutinas, todos mis pequeños placeres hasta entonces, toda mi existencia conocida para pasar a ser mi vida, mi mundo y mi universo por explorar. Y mis pequeños placerse se convirtieron en mirarte, en cantarte, en mecerte, en hacerte cosquillas, en mimarte y adorarte.
Eres un huracán de vitalidad y de risas, de miradas de amor y de cariño, un terremoto de curiosidad insatisfecha. Eres mi luz, mi aire, mi sol, mis estrellas y mi luna, mi preocupación y mi tormento. Eres reflejo de nuestro amor y nuestra esencia, el futuro y el por qué de nuestra pareja, eres la respuesta a todas mis preguntas sobre el amor y la vida, al por qué y para qué estoy aquí. Eres un regalo de Dios y aún no sé qué he hecho para merecerte.
Y te quiero, te amo, con todos los poros de mi piel, con todo mi cuerpo, mi mente y con toda mi alma porque eres mi hijo, mi niño, mi bebé. Y comprendo que esa será mi principal misión hasta que ya no esté aquí para acompañarte, AMARTE con todo mi corazón de madre.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!