A mi me dice que soy de pueblo, pero en estos temas mi marido es borrico hasta la saciedad, prefiere creer en lo que oye por la tele que leer una revista expecializada más en el tema (como Ser Padres, o el suplemento de Ser Padres -quí escribe C. G.), o con estudios científicos que demuestren los hechos. Se que no todo es parir en casa por miedo a que algo salga mal en el hospital, pero tampoco es lo contrario, tu hijo también puede morir en el hospital: no es decir "si tu hijo se muere en casa a ver como te queda luego el cuerpo", pero en un hospital en donde te pueden hacer cesarea según les venga mejor a ellos, o hacerte la episiotomia porque si, o ponerte la epidural según lo pides (bien porque no aguantes el dolor, o porque no conoces otras opciones) no es oro todo lo que reluce. La epidural te detiene las contracciones (es una anestesia), por eso luego siempre tienen que poner la oxitocina. Y como esto, varias otras cosas. "A ver que van a hacer si una señora se pone a dar gritos en el paritorio porque le duele...". Pues no, señor, hay otras opciones; para eso también está la presentación del plan de parto, el "metodo canguro", el contacto piel con piel", o esto te lo niegan si los médicos no les apetece hacerlo?. Yo creo que las cosas no son así, ni blancas ni negras, hay distintos matices, pero pienso que el tiene que saber aceptar lo que yo le diga, plantearselo, porque no todo eso se verdad al 100%. Pero siempre tiene argumentos para rebatirme, el caso es que yo estoy convencida de como quiero mi siguiente parto, y no quiero ponerme a discutirlo otra vez con él entre contracción y contracción, quiero que se de cuenta mucho antes.
Luego claro, siempre soy yo la que no le entiendo, la que no le escucho, la que siempre quiere discutir... Solo quiero hacerle ver que hay otras salidas más respetuosas, pero se cierra en banda y me dice que no quiere leer lo que yo le doy, porque no le va a convencer, porque ya tiene esa idea hecha. Pero hoy me ha dado la muy mala sensación de que todo lo que yo le diga sobre el tema, todo lo que yo sienta o padezca, le importa un cojón.
Estoy tranquila, no me he cabreado, contrariamente a lo que siempre me pasa, pero es que no puedo creer que no quiera aprender más cosas. No se si necesito ayuda para convencerle, o necesitamos ayuda los dos, o que, estoy hecha un lio.
Por esto te decía, Juanma, lo de secuestrarte (con el consentimiento de tu socia, claro).
La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad. Dalai Lama