- Mié, 02 Abr 2008, 11:47
#249608
Hola, he visto que escribís vuestras experiencias y yo quisiera contar la mía. Soy mexicana, tengo 22 años y hace casi dos años que radico en España. Llegue aquí con ansias locas de comerme el mundo, de conocer de aprender, en fin; en el avión que me traía hasta aquí conocí un chico encantador, aragonés y muy simpático, había estado recorriendo México durante cuatro meses y regresaba a España, la verdad que al principio no sentí nada especial; nos dio su móvil (venía con una amiga) y seguimos nuestro camino.
A la semana de estar por estas tierras decidimos llamarle para hacerle una visita, el estaba en ese entonces en Castilla la Macha. Nos acogió muy amablemente y estuvimos allí más de lo previsto, tanto que terminamos enamorándonos, aún lo recuerdo y a pesar de que fue muy rápido siento que paso muy despacio. Mi amiga y yo decidimos irnos a Granada, par él fue un poco triste nuestra partida, porque me quería, pero sabía que tenía que seguir con mi viaje. A la semana llegó hasta mi puerta (en Granada) un disco con una presentación super chula declarándome su amor. Evidentemente yo me derretí y quise ir hasta su lado, fue entonces cuando quedamos embarazados, por no protegernos. En un primer momento no lo tomamos con tranquilidad, el me abrazo y abrió una botella de champagne. Pero al paso del tiempo la emoción fue decayendo bastante, sobre todo cuando se lo contó a sus padres, él por ese entonces ya tenía 28 años, vamos que no era un crío, pero la influencia de sus padres era fuerte, ellos de malas formas, pensaban que yo era una embaucadora que venía aquí a buscar suerte y amarrar a un español para poder trabajar, cosa totalmente errónea.
La verdad que yo estaba un poco confusa cuando vine a España, en México estaba ya en la universidad y había estudiado dos años de ingeniería, pero algo pasaba que sentí las ganas de irme. Bueno, el caso el que pasamos una temporada muy mala, hasta el punto de querer abortar, llevaba dos meses en España y ya estaba embarazada…
El tiempo paso y las aguas se calmaron, se que si no nos hubiéramos querido como nos queremos todo sería distinto, aunque nuestro amor fue una locura nos saco adelante y decidimos ser fuertes y enfrentarnos a todo. Ahora el tiempo nos ha dado la razón y tenemos una loquilla dando sus primeros pasos y alegrándonos la vida. Las cosas no han sido fáciles, hemos pasado momentos muy duros, sobre todo él, que le ha pegado muy duro esto de ser padre, pero yo he estado fuerte a pesar de estar lejos de casa y se que toda esa fortaleza se la debo a mi Luna y sus maravillosos ojos.
Ahora mi Javi esta estudiando para una opocisión y yo estoy dando clases de ingles a niños y preparándome para selectividad y poder estudiar Filología Inglesa. Las familias están muy felices y mi relación con mis suegros es genial, pronto iremos por segunda vez a México con Luna, porque la familia de allá nos extraña como locos.
Gracias por leerme, hace tiempo que necesitaba contar mi historia sin emitir detalles.
A la semana de estar por estas tierras decidimos llamarle para hacerle una visita, el estaba en ese entonces en Castilla la Macha. Nos acogió muy amablemente y estuvimos allí más de lo previsto, tanto que terminamos enamorándonos, aún lo recuerdo y a pesar de que fue muy rápido siento que paso muy despacio. Mi amiga y yo decidimos irnos a Granada, par él fue un poco triste nuestra partida, porque me quería, pero sabía que tenía que seguir con mi viaje. A la semana llegó hasta mi puerta (en Granada) un disco con una presentación super chula declarándome su amor. Evidentemente yo me derretí y quise ir hasta su lado, fue entonces cuando quedamos embarazados, por no protegernos. En un primer momento no lo tomamos con tranquilidad, el me abrazo y abrió una botella de champagne. Pero al paso del tiempo la emoción fue decayendo bastante, sobre todo cuando se lo contó a sus padres, él por ese entonces ya tenía 28 años, vamos que no era un crío, pero la influencia de sus padres era fuerte, ellos de malas formas, pensaban que yo era una embaucadora que venía aquí a buscar suerte y amarrar a un español para poder trabajar, cosa totalmente errónea.
La verdad que yo estaba un poco confusa cuando vine a España, en México estaba ya en la universidad y había estudiado dos años de ingeniería, pero algo pasaba que sentí las ganas de irme. Bueno, el caso el que pasamos una temporada muy mala, hasta el punto de querer abortar, llevaba dos meses en España y ya estaba embarazada…
El tiempo paso y las aguas se calmaron, se que si no nos hubiéramos querido como nos queremos todo sería distinto, aunque nuestro amor fue una locura nos saco adelante y decidimos ser fuertes y enfrentarnos a todo. Ahora el tiempo nos ha dado la razón y tenemos una loquilla dando sus primeros pasos y alegrándonos la vida. Las cosas no han sido fáciles, hemos pasado momentos muy duros, sobre todo él, que le ha pegado muy duro esto de ser padre, pero yo he estado fuerte a pesar de estar lejos de casa y se que toda esa fortaleza se la debo a mi Luna y sus maravillosos ojos.
Ahora mi Javi esta estudiando para una opocisión y yo estoy dando clases de ingles a niños y preparándome para selectividad y poder estudiar Filología Inglesa. Las familias están muy felices y mi relación con mis suegros es genial, pronto iremos por segunda vez a México con Luna, porque la familia de allá nos extraña como locos.
Gracias por leerme, hace tiempo que necesitaba contar mi historia sin emitir detalles.
