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por Juanma
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Carlos González
1.16 Sueño Infantil - Trascripción de la charla ofrecida en Basauri (Segunda parte)



1.16 Sueño Infantil (Trascripción de la charla ofrecida en Basauri)
1.16.2 Ruegos y preguntas

¿Esos son números de tomas o en el estudio se refleja en el aumento de peso (el que mame más o menos)?

No, esos sólo miraban el número de tomas.

Es que entonces eso no quiere decir que sea mejor, igual en 3 tomas toma lo mismo que en 7, quiero decir que en el peso no tiene importancia.

No necesariamente. Por eso te digo que la interpretación del autor es que eso es bueno para la lactancia, y otros autores dirán que es mala. Probablemente yo creo que en el peso no influía mucho pero lo que más probablemente sí que influiría es en el hecho de que el número de tomas nocturnas es lo que más influye el que a una mujer le vuelva la regla o no, y por lo tanto la probabilidad de quedarse embarazada. A vosotras no os interesará mucho porque probablemente utilizáis otros métodos anticonceptivos, pero que en muchas partes de África, el que el niño mame por la noche muchas veces o pocas veces es la diferencia en tener otro hijo al cabo de un año o al cabo de 3 años y medio cuando no tiene otros métodos anticonceptivos. Es decir, que de muchas maneras directas o indirectas puedes cambiar totalmente la forma de vida de una familia dándole consejos de que tienes que dormir así o tienes que dormir asá. Y es que teníamos que tenerlo claro de no meternos con la gente a cambiarles la vida a no ser que tengamos realmente buenos motivos para cambiárselos. Entonces, yo no estoy recomendando que las madres duerman con los niños; las madres que duerman como les de la gana. Lo que no me parece bien es que haya gente que estén recomendando que las madres duerman separado de los hijos. Sino que es más, diciéndote que si duermen con el niño le vas a crear problemas de desarrollo, problemas psicológicos, insomnio persistente y otra serie de cosas que no es científico y que no hay ninguna sospecha de que eso sea así.

Por ejemplo en Inglaterra en el año 99 se publicó un estudio sobre 300 niños que específicamente hicieron para ver qué relación habría con dormir con los padres o con la madre y la muerte súbita. Les preguntaban a los padres muchas cosas como por ejemplo: “¿dónde suele dormir su hijo? Y ¿dónde durmió su hijo anoche?”. En cuanto a la primera pregunta “en la propia habitación” el 32% y ¿dónde durmió anoche? “en la propia habitación” el 23%. Ahora bien ¿dónde suele dormir? “en la habitación de los padres pero en otra cuna” el 63% y ¿dónde durmió anoche? “en la habitación de los padres pero en otra cuna” sólo el 19%. ¿Dónde suele dormir? “en la cama con sus padres” el 6% y ¿dónde durmió anoche? “en la cama con sus padres” el 29%, niños menores de un año. Es decir, que por una de aquellas casualidades del destino un 23% de niños que no dormían casi nunca con sus padres, justo-justo la pasada noche sí que durmieron con los padres, ¡mira tú que casualidad! ¿Qué pasa? Que hay que preguntar así para que la gente confiese. La gente de entrada te dice: “ui, nuestro hijo, que va, no duerme en nuestra cama, ¡que va!”. Pero si insistes, sale.

En un estudio que hicieron en Barcelona capital, los niños menores de 15 meses dormían con los padres el 3% y los de 15 a 36 meses el 9%. Esto era en un estudio que hicieron el mismo Doctor Estivill con los pacientes que son de una cierta clase social y pacientes que puesto que han tenido alguien allí y lo llevan a visitar allí y les han recomendado el método Estivill y ya les han dicho que es muy malo dormir con el niño. Entonces una de dos; ó lo han dejado de hacer ó si lo hacen no lo dicen. Tenemos de 15 a 36 meses el 9% que todavía confiesa (niños barceloneses de clase media-alta). Ahora, en un pueblo de cerca de Barcelona, se lo preguntaron a otro grupo de niños y se encontraron con que de 5 a 12 meses el 51% duerme con los padres y que entre los 13 meses y los 3 años el 28 % de los niños dormían con los padres. Esto son los que confiesan. Además encontraron una cosa curiosa y es que dentro de esos padres que dormían con su hijo habitualmente, sólo una de cada 5 había acudido al pediatra a pedir ayuda para solucionar el problema. Si yo encuentro eso que hasta el año son más de la mitad y hasta los 3 años son más de la cuarta parte y que de 4 de 5 madres que lo hacen no ven motivo para quejarse, la conclusión que yo hubiera sacado es: dormir con los niños es normal, es una variante de la natalidad como hay gente rubia y morena, pues hay gente que duerme con los niños y hay gente que duerme sin los niños y cada cual elige, y no hay un problema grave de salud sino que para la mayoría de los padres que lo hacen no representa ningún problema.

Curiosamente los autores de este estudio, que tenían unas ideas muy distintas al respecto, la conclusión que sacaban era: dormir con los niños es un problema de salud mucho más frecuente de lo que habíamos pensado y los padres no están lo suficientemente concienciados sobre la gravedad de la situación y por eso lo hacen. Entonces, el objetivo es convencer a todos esos padres que serían: si el 51% una de cada 5 estaban preocupados es el 40% de los padres de una zona rural de Cataluña con niños menores de un año que estaban durmiendo con sus hijos y disfrutando de eso, hay que convencerles de que eso es muy peligroso para que vayan al pediatra o a hacer un tratamiento para esa enfermedad. Cuando ellos ni siquiera se habían enterado de que existe esa enfermedad. Eso es lo que digamos, no estoy dispuesto a tolerar. Es decir, no quiero que la gente se me engañe de esta manera, no quiero que se le hagan ver enfermedades que no existen. Que unos padres están contentos y más felices poniendo a su hijo a dormir en su habitación, pues magnífico, enhorabuena, yo también lo he hecho, no pasa nada. Que pones al niño a dormir en otra habitación y el niño está contento y feliz y no se queja, pues magnífico. No todos los niños son iguales, habrá alguien que necesita estar con sus padres todo el rato y habrá otros que no necesiten todo el rato. Que el niño sí que llora pero tú te aplicas el método Estivill y a los 3 días el niño ya está durmiendo como un bendito, pues enhorabuena. Yo no digo que el método no funcione, como funcionar funciona. Y ¡ojo! Si quieres hacer eso, probablemente es el mejor método. Es decir, entre dejarlo un minuto un día y al otro día 3 y al siguiente 5 minutos y al cabo de 5 entra el padre en la habitación diciendo: ¡ui, hijo mío, que es hora de dormir! Entre eso y el método clásico, que era dejarlo llorar hasta que reviente, desde luego mucho mejor este método. El otro método se ha estado haciendo durante muchos años. Entonces, pues bueno, si hay padres que por el motivo que sea, porque a ellos les apetece,... quieren hacer eso, pues enhorabuena. Que quieren hacer eso con el menor daño posible, pues que utilicen este método. Ahora, lo que no es posible es que a los demás padres que no quieren hacer eso que les intenten convencer de que están haciendo mal, de que están causando un daño psicológico, de que su niño está enfermo,...No, no.

En ese estudio que les comentaba que hicieron en pacientes el Doctor Estivill y sus colaboradores, veían qué enfermedades producía el dormir con los padres. De los que duermen con los padres y se despiertan por la noche, el 89% - 90%. De los que no duermen con los padres 50%. Conclusión: los otros padres hacen que se despierten más a menudo. ¡Hombre! También puedes suponer que es al revés, ¿no? Si a los padres de entrada les han dicho que no duerman con el niño que eso no es bueno y a pesar de todo lo han hecho, ¿por qué será? Porque como el niño se despierta es la única manera de estar todos tranquilos. Entonces, no es de extrañar que en una sociedad en que dormir con el niño está mal visto, acaban durmiendo con el niño en la habitación si tienen un niño absolutamente insomnio. De todas maneras, la mitad, vamos el 51% de los que duermen solos se siguen despertando por la noche. Las horas de sueño son prácticamente las mismas, 10’8-10’4.

El momento de acostarse es desagradable para los padres, en mayor proporción en los niños que duermen con los padres, lo cual volvemos a lo que decíamos antes, es decir, los padres que no están haciendo a regañadientes, lo están haciendo porque no les queda más remedio, porque sino ven que no hay manera de que duerma el niño ni nadie. El niño que duerme con los padres tarda 25 minutos en dormirse, y el niño que duerme sólo tarda 17 minutos. Claro que si los padres no están allí para verlo, no saben cuándo se ha dormido, lo cual es un poco... 17 minutos será hasta que deja de protestar.

Yo soy de las que voy cuando llama porque yo quiero que la cría confíe en mí y entonces voy. Pero claro, no siempre voy bien, es decir, a veces estoy cansada y no hago todo lo que me pide, ella se enfada,... ¿cómo repercute eso, el ir de mala leche en la confianza?

Desde luego, siempre es mejor de buena leche que de mala leche. Eso seguro. Ahora, no sé, habrá quien diga que “hombre, para ponerte así es mejor que no vayas”. Habrá quien diga eso, yo no estoy tan seguro. A ver, si la cosa llega al punto de que llegas allí y pegas de bofetones, pues evidentemente eso no puede ser bueno. Si la idea es un poco que vas allí y en vez de decir “ay, hijo mío, qué te pasa guapetón” dices, “a ver, ya está bien, a ver cuándo te duermes que ya es hora”, yo si fuera el niño preferiría hasta eso a que no fueras. No sé, yo intentaría imaginar si en esas mismas circunstancias en las que acudes tú a donde el niño, qué preferirías tú si llamases a tu familia o a tu madre, ¿qué preferirías que viniera así o que no viniera? Yo creo que preferiría que viniera; ahora, desde luego, si encima que viene le pillo de buen humor, pues mejor todavía. Eso es más fácil de decir que de hacer.

Normalmente, muchas familias empiezan a dejar el niño en otra habitación y al despertarse a ir cada noche las veces que haga falta, precisamente porque les han dicho que es eso lo que hay que hacer. Es decir, si una persona quiere hacer eso porque dice “yo prefiero hacer eso porque me da la gana, porque es mejor,...” vale, muy bien, cada una tiene su elección. Ahora, es que a mucha gente lo que ocurre es que le han dicho: “No, es que el niño en tu habitación no puede estar porque eso es malo, porque es antihigiénico,...”. Y ante eso: “vale, pues haremos el esfuerzo”. Si se está haciendo por el otro, francamente no vale la pena hacer ese esfuerzo. Y muchas familias que empiezan así acaban llevándose a la habitación de forma definitiva.

En cuanto a la salud del niño, lo único que de verdad es serio es el asunto de la muerte súbita o no. Todas las demás son absolutamente tonterías. El que el niño va a tener más o menos insomnio es una absoluta tontería, el insomnio de los adultos no está causado porque de pequeños hayamos dormido con nuestros padres. Y es más, el mismo Doctor Estivill tiene un libro sobre el insomnio de los adultos y está muy bien. Dice otro planteamiento totalmente distinto, es decir, el tratamiento del insomnio no es: “deje a su marido en la habitación con un póster y una muñeca y vaya usted un minuto fuera, si sigue llorando entra y dígale: cariño mío, yo te quiero mucho pero comprende que ahora se ha ido el sol, que se ha ido la luna, quédate con tu muñeca y con tu póster y duérmete...”. Si eso fuera un tratamiento correcto serviría a cualquier edad, ¿por qué para los adultos no sirve? En el libro de los adultos se habla de por qué esa persona tiene insomnio, de si estará preocupada, de si estará angustiada, de que si está ansiosa, de qué puede hacer para relajarse,... ¿por qué no se habla de eso en el libro de los niños? ¿Es que ese niño no se puede despertar porque está ansioso, porque está preocupado? Ah, no, no se despierta para fastidiar, el adulto está durmiendo, pobrecito, pero el niño se despierta para fastidiar. Pues, en el peor de los casos habría de todo. Es decir, no sé si alguien se despertará para fastidiar, yo no lo creo, pero si hubiera alguien que hiciera alguna cosa así podría ser tanto el niño como el adulto; y también habrá lo mismo que hay adultos que están estresados habrá niños que están estresados por lo que sea.

Pero bueno, a lo que íbamos. No es cierto que les produzca insomnio, no es cierto que les produzca problemas psicológicos. El único estudio medianamente serio que se ha hecho jamás para comprobar si es cierto que los niños que duermen con los padres tienen más problemas psicológicos, lo hicieron unos psiquiatras militares de la base de la marina norteamericana. El libro se publicó en una revista hace unos 6-8 años. Era muy divertido, era un capitán psiquiatra y un teniente psicólogo infantil que decidieron ver qué porcentaje de niños de los que venían a visitar al servicio de psicología infantil de la base dormían habitualmente con los padres y qué porcentaje de niños que venían a revisiones de pediatra dormían con los padres. Es el mismo tipo de estudios con los que se hace lo del tabaco y el cáncer, es decir, coges 1000 personas con cáncer y 1000 personas sin cáncer y les preguntas si fuman o no fuman. Pues bien, en este estudio, los niños que iban a visitar al psicólogo infantil dormían con los padres menos que los otros, los niños sanos dormían más. Y la diferencia era especialmente notable, justo en donde más se apartan los psicólogos, que es cuando el padre (porque siendo militares tenían que ir de misión por ahí) estaba fuera de la base y el niño dormía en la cama con la madre. Que los psicólogos se empeñan en decirte que eso es lo que se dice Edipo triunfante, que se está acostando con la madre, no se qué no se cuántos,... ¡chorrada! Yo dormía con mi madre cuando mi padre se iba de viaje, no lo pedía yo, lo pedía ella como piden la mayoría de las madres. La mayoría de las madres quieren dormir con su hijo cuando no está su marido y en este estudio había una diferencia en el porcentaje de niños que dormían con la madre cuando estaba el padre presente pero la diferencia era mucho más grande cuando el padre estaba ausente. Los niños con problemas psicológicos casi ninguno dormía con la madre, los niños sin problemas psicológicos casi todos cuando el padre se iba fuera dormían con su madre. Entonces, ese es un estudio que se ha hecho para comprobar efectivamente si hay problemas psicológicos o no.

¿Hasta cuando es conveniente tener al niño en la cama con los padres o cual debe ser el proceso para que vaya a su habitación?

A esto no te puedo dar una respuesta científica porque no conozco ningún estudio serio que se ha hecho al respecto. Te puedo hablar de mi experiencia como padre y de haber hablado con otros padres y madres que me han contado un poco lo que les ha pasado. Yo diría que en nuestra cultura la mayoría de los niños, a los 3-4 años si les comes el coco, consigues que duerma en su habitación sólo. Si les comes el coco quiere decir: “¡hombre, ya eres mayor, enhorabuena, vamos a comprar una cama para ti solito, mira que bien!...” especialmente si tiene otro hermano con quien dormir, normalmente hacia los 3 años es posible más o menos convencerles para que se vayan a dormir a su habitación. Ahora, lógicamente cuando piensas hasta qué edad dormían con sus padres nuestros antepasados en la época de las cavernas, estoy convencido de que tenía que ser muchísimo más, porque no me imagino yo durmiendo en el suelo desnudo a un niño de 3 años. ¿Qué ocurre? Que ahora no vivimos en las cavernas, entonces, cuando tú dejas a tu hijo en una cuna calentito, dentro de una habitación que no se va a mojar con la lluvia, que no va a coger frío, que no se lo va a llevar el viento, que no se lo va a comer el lobo, y saber que tú te vas a 2 metros de distancia, a tu propia habitación y que si llora le vas a oír porque dejas la puerta abierta. Y si esta un poco más lejos, te compras un aparato de esos electrónicos para oír si se despierta por la noche para poder ir. Tú sabes que tu hijo no corre absolutamente ningún peligro, y sabes que no pasa nada malo porque duerma sólo. Lo que pasa es que el niño no lo sabe. El no sabe que tú estás cerca, él no sabe que tú vendrás a media noche, él no sabe que él se despierta para que tú vayas,... es decir, que no estamos hablando de una conducta racional: “voy a ponerme a llorar porque no sé dónde está mi madre, quiero que me oiga y venga”. No estamos hablando de una conducta racional, estamos hablando de una conducta automática. El niño llora porque tiene un instinto. El ser humano es capaz de sobreponerse a esos instintos y de hacer incluso lo contrario de lo que el instinto le manda. Se ve claramente en el asunto de las relaciones sexuales que probablemente nuestro instinto sería bastante más promiscuo de nuestra práctica cotidiana, pero bueno nos podemos aguantar y nos aguantamos. Tú puedes tener hambre y dices: “no, ahora estoy en el trabajo, en la oficina no se puede comer, esperaré a las 8/00 para comer”. Un animal no podría hacerlo. Entonces, lo mismo que la madre sabe que al niño no le pasa nada y que por tanto, aunque llore por la noche y tal, no corre ningún peligro y que puede dejarle sólo y que muchas vecinas dejan sólo, el niño llega un momento que también aprende de esto. El niño, llega un momento que conscientemente tú estas en la habitación de al lado, de que si pasa algo llamará y vendrás, etc., etc.,... y en ese momento que lo comprende es capaz de dormir sólo, aunque seguro que por su instinto, por la edad que tiene con 3-4 años, en la naturaleza no hubiera nadie que lo hiciera, pero puede comprenderlo, lo que no puede comprenderlo es con 2 meses, un niño de 2 meses, no comprende eso. Claro, depende un poco del carácter del niño, es decir, va a haber niños que tienen más tendencia a dormir solos, más pronto e incluso al año le convences y se queda en su cuna tranquilo sin protestar y habrá otros niños que se empeñaran en ir a tu cama a los 6-7 a los 8 años. Y cuando a los 3 años, insistiendo mucho consigues convencerles, normalmente será a cambio de que te quedes a hacerle compañía hasta que se duerma, que le cuentes unos cuentos, no sé qué no se cuántos,... y con dormirse sólo sin cuento, es decir, “bueno, adiós, me voy” y el niño no protesta, no pide agua, no te llama, no hace nada,... yo tengo visto que no suele ocurrir antes de los 6-7 años. Y estoy absolutamente seguro de que si tú a tu hijo no te lo sacas de tu cama sino que simplemente esperas hasta que se vaya, estoy seguro de que se va. Llega un momento que se harta y se va. No me creo que por no haberle dicho: “oye, hijo, tú tienes que dormir sólo” tu hijo vayas a tenerlo en tu cama a los 20 años. No me lo creo, es imposible. ¿De qué? ¿Se va a traer a la novia también? No, no, no tiene lógica, seguro que se acaba yendo. Si tú estas dispuesto a esperarle a que se vaya sólo, pues esperas. Si estas feliz, él también y todos estáis felices, pues no pasa nada. Si tú prefieres que se vaya antes, pues a cierta edad, cuándo tú veas que está más o menos preparado, pues puedes hacer la prueba e intentarlo. Si ves que intentas y es un desastre todo, pues déjalo unos meses e inténtalo más adelante. Si intentas y ves que más o menos bien, que se queda tranquilo, pues ya le ha llegado la edad.

Yo a veces suelo tener que salir fuera para unos días y esos días mí mujer se lleva al niño con ella a la cama. ¿Esto puede desconcertar al niño?

Normalmente los niños que se van con la madre cuando se ha ido el padre, no tienen ningún problema. El ya sabe que si no está papá “pues, voy yo” y si viene papá “pues, me largo yo”. Le explicas de una manera fácil que esta cama es sólo para los dos. Y curiosamente ninguno te dice lo que te puede decir: “¿por qué no duermes con tu papá?”. Yo a veces se lo he tenido que decir a alguien, porque vienen las madres que están muy presionadas porque se encuentran en medio entre las necesidades de su hijo y los celos de su marido. Y esto es peor que tener gemelos porque encima el más grande es que no te hace ni caso. Y alguna madre me dice: “no, es que yo le metería en la cama porque es que yo voy zombi porque en toda la noche me puedo despertar 5 veces. Y la única manera de que duerma el niño y duerma yo es metiéndolo en la cama conmigo. Yo ya lo haría pero entonces, el que se enfada es mi marido porque dice que no se qué no se cuántos,...”. Y yo le pregunto: “¿y su marido cuántos años tiene?” “35” y “con 35 años, ¿no sabe dormir sólo? Pues, ya tendría que ir aprendiendo, ¿no?”. Es decir, ¿cómo puede estar con 20-30 años peleando por el amor de una mujer con un niño de año y medio? Es hacer el ridículo. Y lo digo porque yo lo he hecho, porque a mí me explicaron que los niños tenían que dormir sólo, porque me explicaron como pediatra, porque venía en mi libro y porque lo he intentado. Pobrecito, el primero paga siempre todos tus errores. Y al principio dormía sólo la mar de bien, es decir, era unos de aquellos niños que a los 6 meses lo dejábamos en su cunita en su habitación y no había niño y en varios meses no se despertó a media noche, una vez que vomitó y el resto dormía de maravilla, pero a los 2 años y medio empezó a venirse a nuestra cama, a llamar, cuéntame un cuento, no se qué no se cuánto,... y de pronto un día, me encuentro con el niño de 3 años, él intentando salirse de su habitación para venirse a nuestra cama y yo sujetando por fuera bien para que el niño no saliera de su habitación. Y de pronto pensé: “pero bueno, pero estás peleando con un niño de 3 años, esto no es serio,...” y ya, le dejé salir. Llega un momento en que tienes que darte cuenta de quién es realmente el que necesita a esta buena señora que tenéis a medias y quién se puede aguantar sin ella. Que no se cabe en la cama, pues que se salga el más maduro. Si fueran 2 hermanos, se saldría el más mayor, ¿no? Pues habiendo la diferencia de 20 años, a ver quién se tiene que salir. Otra gente lo que suele hacer es comprar cama grande. Hay gente que el marido se va de excursión; a veces protesta y a veces está feliz y contento y te dice: “oye, te importa si me voy” (porque así pasa una noche tranquilo), luego se queja un poco para que no se diga pero en realidad está felicísimo de haberse ido a la habitación del niño a dormir. Otra gente lo que hace es, si tiene una habitación lo suficientemente grande, intentar juntar dos camas de matrimonio. Aquí hay que tener mucho cuidado, porque un niño pequeño puede quedar enganchado entre los dos colchones y no poder respirar (con niños menores de 6 meses tener cuidado). A veces se juntan una cama de matrimonio y otro normal. Otras veces se pone lo que se llama la cuna en sidecar. Para esto, hay que buscar una cuna que esté a la misma altura del colchón de la cama de matrimonio, si hace falta se puede poner doble colchón para que quede igualado, y bajar la barandilla de la cuna de ese lado. Entonces, es prudente sobre todo para los niños que se mueven mucho, atarlos (las camas) para que no puedan separarse a media noche y el niño caerse. El niño está en su cuna pero está al lado de la madre; si hay que mamar lo hechas más pa’ cá, si a media noche te empieza a echar patadas y te molesta lo echas más pa’ llá y cada cual se va organizando como quiere y como puede. Hay gente que lo tiene en otra habitación y que no le importa levantarse las veces que haga falta para irse con el niño, y que prefiere eso a meterse en su habitación.

¿Es bueno acostumbrarle a dormir en una cama sólo con unos meses? Ahora, hay unas sábanas que les pones para que no se caigan ni nada

A ver, es que es eso, no es ni bueno ni malo, es según el objetivo que tú quieras. Si tú quieres acostumbrar a tu hijo en una cama sólo porque tú quieres que tu hijo duerma en una cama sólo, pues hazlo, muy bien. Tú ya verás si funciona o no funciona. Claro, si dejas en una cama sólo y ves que el niño está bien, pues sigue. Si lo dejas en la cama sólo y el niño se pasa toda la noche llorando, pues por lo que se ve al niño no le gusta. Tú misma. Ahora, que no lo hagas porque has oído que si no duerme en una cama luego va a tener problemas, no se qué,... No, eso es mentira. Si tú quieres que duerma sólo, que duerma sólo. Si tú quieres que duerma acompañado, que duerma acompañado. Y de las dos maneras se pueden criar los hijos la mar de majos y se harán mayores, se casarán y no pasará absolutamente nada.

Nosotros dormimos tres en una cama (bueno dos camas juntas) pero se despierta una media de 6-7 veces cada noche y yo me desvelo y la verdad es que estoy un poco en el límite. Lo que sí se es que mi físico tiene un límite y me gustaría que comentases si hay algo que se puede hacer. No quiero una fórmula mágica porque no creo que haya pero saber si con 2 años y medio -3 años se le puede hacer entender de que “tu mamá está muy cansada, yo te quiero mucho y estoy para lo que quieras pero ahora necesito dormir”.

Esto es muy relativo, depende de cada niño, depende de cada madre y desde luego de mágico nada. Esta situación es un poco molesto, es decir, desde luego no se duerme tan bien como cuando estabas soltera, ya sólo tener al marido en la cama es una pesadez, se ponen muy raros a partir de cierta hora de la noche. Muchas madres, pues simplemente son capaces de dejar que el niño mame prácticamente sin despertarse y duermen casi de un tirón aunque el niño vaya mamando. Por lo visto, esto en tu caso no funciona, tú te desvelas del todo y eso no te deja dormir bien. Pero, tampoco funcionaría muy bien lo que me has comentado, es decir, si tú en vez de dar el pecho 5 veces cada noche pruebas decir “mira, yo te quiero mucho pero necesito dormir,...” te desvelarías igual. Tú lo que necesitas es que el niño no se despierte pero si se despierta entre darle la teta que se calla enseguida y empezar a hablar, explicarle, discutir, acariciarle,... probablemente acabes antes con la teta. No sé, a mi no se me ocurre otra manera. Tú lo que necesitarías sería: o conseguir dormir de un tirón aunque el niño mame, y eso no sé cómo se hace, es decir, hay quién lo hace y hay quien no puede pero no se cómo hacerlo cuando no te sale; o conseguir que el niño no se despierte o al menos se despierte menos veces o conseguir que tu marido se haga cargo del niño cuando se despierta. Otra solución sería dormir la siesta.

El famoso método Estivill está copiado de uno que en EE.UU. se llama “método Ferver” que es un libro que dice exactamente lo mismo, un minuto, 5 minutos, 7 minutos, si llora,... pero que está bastante mejor, es decir, explica muchas más cosas, explica más lo motivos y los por qué. Que yo sepa no está traducido al castellano, pero si buscas te da el típico método para que el niño duerma en su habitación pero también te da un método específico para estos casos. Yo no se si de verdad funciona siempre, o a veces o qué pero te habla de niños que maman muchas veces cada noche. Y entonces, ya os digo que es muchísimo mejor que el otro, no te recomienda a hacerlo a la bestia. Primero vamos a enseñar al niño a que siga durmiendo con la madre pero sin mamar, y una vez conseguido eso, ya pasaremos a enseñarle a dormir sólo, porque dormir sólo y encima sin mamar ya es el colmo. El lo plantea así, como dos etapas, pero supongo que se puede hacer también una sola etapa y quedarte ahí. Entonces, ya te digo, no se si funciona siempre o a veces, o tal pero lo que recomiendan es hacer parecido a lo de Estivill pero con el mamar. Es decir, cuando el niño pide pecho te esperas un minuto, y la próxima vez esperas 3 minutos, y la siguiente 5 minutos, y mientras tanto le puedes ir diciendo eso: “yo te quiero mucho y estoy aquí pero comprende que es que ahora no te puede dar el pecho no se qué no se cuántos,...”.

A ver, desde luego que con 2 años y medio el niño no va a pasar hambre porque deje de mamar por la noche, es decir, de día ya está comiendo de todo, por lo tanto, no es que necesite el niño mamar tantas veces. Mama porque le apetece, porque disfruta pero no necesita para comer y parece ser que muchos niños, primero se acostumbran a eso y segundo, como despertarse a media noche pero no amamantar no es tan divertido, llega un momento que tampoco se despiertan tanto. Lo que ocurre es que puede haber niños que intentes hacer eso y se pongan a llorar como fieras y entonces, la solución sería que durante un tiempo se llevase el padre de paseo. Pero eso sería con la idea de ver si de esta manera el niño se acostumbra un poco y al cabo de unos días se puede volver a la normalidad, porque evidentemente hacer esto durante meses acabáis más zombis que ahora. La idea sería a ver si de esta manera el niño cambia. Lo que propone este autor norteamericano es, el niño pronto se dará cuenta de que puede decir o en la cama con mamá pero sin mamar o paseando con papá en el pasillo. Pero, lo que no puede elegir es en la cama mamando porque eso no se lo van a dar. Entonces, no estás dejando hacer caso a tu niño emocionalmente, pero a esta hora no se come, lo mismo que no se va a la calle no le das la teta. Y dicen, que la mayoría de los niños se acostumbran a esto y al cabo de unos días empiezan a sentir quedarse con su madre pero sin mamar. Entonces, en vez de despertarse 5 veces, pues sólo le tienes que dar 2 veces.

¿Tú crees que con 2 años se puede entender eso?

Sí, porque claro, cuando se dice en estos casos “lo entiende” no es que lo entienda, quiere decir que funciona, “entiende” en el sentido de que la rata aprieta la palanca, no es que entiende es que funciona. Es decir, el niño de una manera se condiciona a hacer eso. Le das a elegir entre dos opciones, ninguno de las dos opciones es una crueldad, es decir, estas en la cama con mamá no es una crueldad y llevárselo papá en los brazos tampoco es una crueldad y el niño puede elegir. Y la mayoría de los niños pues elige quedarse con mamá sin mamar y por tanto, ya no se tiene que despertar papa que durante unos días ha tenido que pasar las de Caín. El padre puede hacer también eso de 1, 3, 5, 7 minutos. No hace falta que el padre esté una hora paseando hasta que el niño se duerma. Por ejemplo, en la práctica, el niño se despierta a media noche y entonces tú dices: “no, teta no, que estoy cansada,...” y a ver si se calla. Puede ayudar el ponerte una pijama más cerrado, de manera que sea realmente difícil llegar a la teta y a los mejor se desalientan; ¡hombre, con los maridos funciona! Entonces, que por las buenas se calla, pues ya está. Que se pone a llorar y a llorar, pues le pegas una codazo a tu marido y él lo coge, y se levanta con él, le dice: “ay, pobrecito, cuchicu, cuchicu,...” se lo lleva por el pasillo y al cabo de un minuto, pum. Vuelve en cuanto el niño ya está calmado y ha dejado de llorar. La chinea un poco, lo vuelve a dejar en la cama y se vuelve a meter. La idea es irse llevando cada vez más rato hasta que al niño esto le sirva de aprendizaje. La mayoría de los niños que duermen con los padres maman varias veces por la noche, la mayoría de las madres lo llevan bastante bien y los padres muy bien porque no se despiertan ni a tiros y la mayoría de las veces no hay muchos problemas. Pero de tarde en tarde te encuentras algún caso desesperante, el tuyo es medio desesperante, el tuyo no es nada especial, eres tú quien no puede más. En algunos casos he visto madres que dicen que aunque les den la teta en la cama, siguen llorando, y que el niño hay que levantarlo a otro sitio, y has niños que es que si no maman de pie no maman, y hay niños que la madre se tiene que sentar en un sillón o en una mecedora porque sino el niño no se duerme,... Yo creo que en estos casos ya un poco extremos, sí que se está ocurriendo lo que te dice “duérmete niño” que lo has acostumbrado. Es decir, el llamar a la madre y querer estar con la madre sí que es una necesidad pero entre estar con la madre los dos tranquilos en la cama sentados o hacer que tu madre se levante y vaya hacer no se qué,... eso yo creo que ya no es necesidad.

Entonces, creo que probablemente lo que nos ha ocurrido a algunos es que precisamente porque hay mucha gente y un libro que critican nuestra manera de tratar a los niños, a veces nos hemos ido al otro extremo. Por ejemplo, no hay absolutamente ningún experto que te diga: “hágale usted pasar hambre a su hijo, que el hambre es buena”. Si tiene hambre le das de comer. Si hubiera alguien diciendo por ahí: “tiene que hacer pasar hambre a los niños, y un día por semana no le den nada de comer y déjelo que haga una limpieza de estómago y que pierda un kilo y entonces,...” por supuesto todos dirían: “pero, ¡qué barbaridad! ¡Cómo pueden hacer sufrir de esta manera a los niños! hay que darle de comer cada vez que pide”. Y es posible que con esta idea de que hay que dar de comer cada vez que pide y que no se le puede hacer pasar hambre a los niños, algún niño empieza a pedir caramelos y la madre le de todas las que quiera. Y a lo mejor, nos encontraríamos con niños que cada día tomaran 50 caramelos. Pero, eso no ocurre porque no ocurre ninguna de las dos cosas. Es decir, ni nadie te dice: “haz pasar hambre al niño” ni a ninguna madre se le ocurre que es bueno para el niño comerse 50 caramelos. Entonces, todo el mundo sabe que sí, cuando tu hijo tiene hambre le das de comer, pero a nadie se le ocurre que hay que darle 50 caramelos al día. Entonces, yo creo que con el tema de dormir con el niño a veces ocurre un poco esto, que nos critican tanto por hacer lo que creemos que tenemos que hacer que nos vemos obligados a poner tan a la defensiva, en el sentido de que “yo a mi hijo le hago caso...”, que a veces damos incluso cuando no lo necesitan, a veces corremos demasiado porque a veces un niño necesita estar contigo pero no necesita que le cantes un mambo. Entonces estás con él pero en la cama estirada, tranquila. Y si él a media noche dice: “quiero que me paseen” pues “lo siento mucho pero a media noche yo no te paseo, quedamos en la cama tranquilos y...”. Ahora, hay gente que se lo toma tan a pecho que “al niño hay que hacer todo lo que me pida, todo lo que quiera...” no, todo lo que quiera no. Esto es distinto de lo que mucha gente dice que a los niños hay que ponerle límites.

Ahora, cuando vas a la sección de libros para padres de una librería hay montones de libros que se titulan “cómo poner los límites a los niños”, “por qué poner límites”, “cómo influyen los límites”... Y la teoría de lo que parten es: los niños cuando no tienen límites son desgraciados. Y esta teoría tiene dos errores: una es decir que la falta de límites hace desgraciados, cuando a los adultos normalmente lo que nos hacen desgraciados son los límites, es decir, tú eres desgraciado porque no tienes para irte de vacaciones, porque no tiene para cambiarte de casa, porque... son los límites lo que te hace desgraciado y no la falta de límites. Pero sobre todo, el error que tienen estas teorías es decir que existen niños sin límites, es decir, dónde has visto tú a un niño que no tenga límites para poder decir que no hay ningún niño que pueda comer cada día todos los caramelos que quiera; primero porque ninguna madre se los daría y segundo porque si se los daría le dolería la barriga y porque no le cabría en la boca todos los caramelos que quiere,... No hay ningún niño que pueda conducir un coche porque no tiene carné, no hay ningún niño que con 5 o 7 años un día te diga: “hoy no voy a la escuela” y no vaya, no hay ningún niño que diga: “cómprame un caballo” y se lo compren, bueno si vives en una granja y eres rico sí, pero sino no, en la ciudad no hay caballos; no hay ningún niño que diga “yo quiero jugar con el gas y encender y apagar la cocina” y con 3 años le dejen; no hay ningún niño que te pide un billete de 100 euros y se lo des,... es decir, todos los niños tienen límites y los límites algunos nos vienen marcados por la misma naturaleza, es decir, no puedes volar, ya me gustaría a mí volar pero no puedo, no tengo alas, por lo tanto, no puede volar, es un límite que tengo. Otros nos vienen marcados por la preocupación que tenemos los padres por la salud de nuestros hijos, es decir, no les vamos a dar demasiados caramelos, no les vamos a dar demasiados dulces, no vamos a permitir que vivan solamente de patatas Matutano, ni vamos a permitir que con un años coma cacahuetes porque se puede atragantar, ni vamos a permitir que vaya por la autopista en bicicleta porque les puede atropellar un coche,... Hay límites que seguro que todos los padres por más mimado que tengan al niño se los ponen. Hay cosas que porque no tenemos dinero para dárselas, porque nos piden cosas que no están a nuestro alcance. Hay cosas que no les podemos dar porque no se pueden dar, porque no existen, es decir si te dice: “quiero un ovni” y ¿de dónde vas a sacar? Pues no se lo vas a dar,... No hay niños que 100 veces al día no se encuentre con cosas que quería hacer o tener y no puedas hacer o tener. Todos los niños tienen montones de límites. Entonces, lo que sí puede hacer desgraciado a un niño es que hoy dice: “papá, dame un caramelo” y se lo das y mañana dice: “papá dame un caramelo” y le das dos bofetadas. Lo que sí hace desgraciado a un niño es que un día dibuje en la pared y dice: “¡ui, qué dibujo más bonito ha hecho!” y otro día dibuja en la pared y dice: “¡oye!, ¡cómo puedes pintar en la pared, parece mentira con el trabajo que me costó el pintar!”. Lo que le molesta al niño, en todo caso, son los límites cambiantes, los límites que no le permiten saber qué es lo que le dejan hacer y qué es lo que no le dejan hacer. Pero incluso en eso, si tú un día le das un caramelo y al otro, sólo por pedir le das dos bofetadas, eso es malo, pero no es malo porque no le has dado el caramelo, es malo por los bofetones. Pero si tú un día te dice: “quiero un caramelo” y se lo das y otro día te dice: “quiero un caramelo” y no se lo das, eso lo hemos hecho todos, porque si no qué vas a hacer ¿dar todos los que quiera? No lo haces, ¿no darle ninguno? No lo haces. A tu hijo un día le das un caramelo y otro día no se lo das, un día te dice: “quiero ver esta película por la tele” le dejas y otro día porque al día siguiente hay que ir a la escuela y levantarse pronto no le dejas,... Por lo tanto, continuamente los límites están cambiando. Si cambias de una manera educada, si no empiezas a pegar bofetadas ni a reñirle por una cosa que no hace ningún daño, pues parece que tampoco es malo que los límites cambien. ¿Es malo que el límite esté más arriba o más abajo? Tampoco es malo, es decir, seguro que a todos los niños ricos les permiten más cosas que a los niños pobres, seguro que tienen más juguetes, seguro que van más lejos de vacaciones, seguro que montan más a caballo,... y bueno puede haber alguien que por ese motivo tenga problemas no se qué no se cuántos, pero la mayoría de los niños ricos está la mar de bien. Es decir, la gente con problemas psicológicos, la gente que se mete en la droga,... suele ser más bien pobres que los ricos. No es el exceso de cosas, lo que sí que puede haber es padres que malcríen a sus hijos no porque les compran muchas cosas porque son ricos, sino porque les compran muchas cosas para no hacerles caso. Es decir, si tu hijo te dice: “papá, quiero montar a caballo” y tú te vas a montar a caballo con él. Ahora, si tú eres rico y tu hijo te dice: “papá, quiero montar a caballo” y tú le dices: “toma un millón, cómprate un caballo y calla” y no le haces ni caso, le dejas en la pista de equitación y tú te vas a tus cosas y no le haces ni puñetero caso a tu hijo, de esa manera sí que estas malcriando a tu hijo. Y eso, hacemos muchas veces los padres; nos sentimos tan culpables de la cantidad de horas que hemos trabajado, de la cantidad de horas que le hemos dejado en la guardería, que tal y que cual,... que luego para intentar ser buenos padres compran todos los ordenadores, todas las consolas,... hacerle todos los caprichos, lo cual no sería malo si además le hiciéramos caso. Es decir, si tú estás con tu hijo, juegas con él,... y además le compras la play station, pues magnífico, cómprasela. Ahora, si tú le compras la play station para que te deje en paz, para no hacerle caso, para que juegue sólo, para que tú estés viendo el partido por la tele,...entonces sí que la hemos fastidiado, porque lo que le estás enseñando es que es más importante la play station que estar con el padre, le estás enseñando a valorar más las cosas materiales que la relación humana con dos personas.
Todo esto viene de lo que comentaba antes de los límites, es decir, yo lo que no estoy diciendo “al niño tienes que marcarle unos límites porque los niños necesitan límites”. No, los niños no necesitan tener límites y si los necesitan, pues es igual porque lo van a tener seguro porque los límites existen, porque la vida nos da. Lo que estoy diciendo es que pongas unos límites donde de verdad tú estés dispuesto a llegar. Si a ti no te importa que tu hijo duerma en tu cama, déjale que duerma en tu cama, no le haces ningún daño. Pero si a ti te molesta mucho que tu hijo duerma en tu cama, ¿para qué le vas a dejar? Para estar luego todo el tiempo riñéndole, “¡parece mentida, con la edad que tienes y durmiendo con los padres!”. Pues no, si tú no lo quieres hacer no lo hagas. Lo que no puedes hacer es dejar a tu hijo a hacer una cosa y encima luego, reñirle por haber hecho. Eso es lo que realmente hace daño al niño.

Cuando tú a tu hijo no le quieres dar una cosa, puedes mantenerte firme y no dársela. Pero eso no significa que no le hagas caso. Es decir, no es lo mismo que tu hijo se ponga a llorar (un niño mayor porque los niños pequeños siempre lloran), pero un niño de 10 años puede llorar porque quiere una bici. ¿Es una crueldad no comprarle la bici? No, no es una crueldad, si no se la puedes comprar no le compras y punto. Ahora lo que sería crueldad, es decir: “pues mira, ahora como has estado llorando, pues ahora castigado en tu habitación, hasta que...”. No, no, si no se la compro no se la compro. ¿Qué se sube por las paredes? Es igual, no se la compro, pero le sigo queriendo, sigo jugando, le sigo llevando de paseo pero si no le quiero comprar no le compro, y no hay vuelta de hoja. Si tú tomas una decisión que está plenamente justificada, no tienes por qué cambiarlo simplemente porque el niño se ponga a llorar. De la misma manera que si tomas una decisión que sí que se puede cambiar, pues puedes cambiarla porque el niño te lo pide. Tampoco hay que caer en aquello que te dicen: “no, es que una vez que hayas dicho una cosa no puedes volver atrás porque entonces el niño te pierde autoridad, el respeto y no se qué...”. Todo eso es mentira. A los gobernantes les respetamos normalmente cuando saben ceder. Nos gusta mucho más que habiendo un gobierno democrático nos hagan caso que tener un gobierno dictatorial y que se salga siempre con la suya. Tampoco queremos estar así como en Argentina y que el gobierno cambie cada 3 días. No, no es eso lo que queremos. Queremos una gente con una cierta estabilidad que esté dispuesto a hablar. Si yo a mi hijo le digo una cosa que en principio me había parecido mal pero bien mirado, pues a los mejor sí que podía, pues bueno “mira, cambio de opinión, sí que te lo daré porque veo que...” y los niños entienden eso perfectamente y con eso no te pierden el respeto sino ganan el respeto porque te ven una persona amable y respetuosa.
¡Ay, a dónde hemos llegado, si estábamos hablando del sueño! Es que me han dicho 4 horas y 4 horas de sueño dan tiempo hasta para echar una siestecita, no se qué contaros del sueño.

Claro, así exponiéndolo parece fácil ¿no? Yo tan claro no lo tengo. Yo no quiero dormir con ellas pero ellas quieren dormir conmigo, yo las quiero y no quiero que sufran, o sea, yo tengo un lío terrible. Yo no duermo con ellas porque nadie me lo dice ni no quiero dormir porque nadie me lo dice, o sea yo un poco lo que siento que las crías necesitan pero claro, a costa de mí. Entonces, yo no se cómo equilibrar ellas, yo,... ¿me explico lo que te quiero decir? Entonces, claro esperas primero un poco la edad, esperas luego al momento... Yo con mis crías tienen 4 y 3 años. He hecho lo del agua, pero no, quiere mi presencia; lo de la luz,... no, quiere mi presencia.

¿Quiere la presencia toda la noche o quiere tu presencia para dormir y luego te puedes ir?

La mayor ya me dijo que yo la duermo y luego me despierto a cenar y a estar sola, eso ya es bastante. Hoy cuando le he contado que venía a hablar con un señor lo del sueño, ella me decía que igual me dirías que se levante ella también conmigo. O sea, ella por ella sola en la cama no. Ya está. Entonces, yo me levanto, ceno, no se qué no se cuántos,... me voy a la cama, me viene una, luego me viene la otra, vamos a dos camas, luego yo me voy a mi cama a escondidas pero terminan viniendo. Y claro, hay noches que duermes pero hay otras que te subes por las paredes. Yo hago cosas como que me pego un mes durmiendo con ellas, bien, pero de repente me doy cuenta de que no quiero dormir con ellas. ¿Cuándo puede ser un momento que digamos que lo hagas y que tampoco pases por encima de su cadáver?

Es que es eso, no se puede saber porque depende del niño y es una negociación constante. Es decir, depende de la insistencia que tengan ellas en llamarte y en la insistencia que tengas tú en no ir. El día que realmente digas, “pues no, pues hoy no voy” pues no irás, y el día que digas “ay, pobrecitas. Venga voy a ir”, pues irás. Si tú lo que quieres es que tu hija que te está llamando te deje de llamar o tú de ir, es que no es el momento, es que si fuera el momento no te llamaría. Pero bueno, a ver, una cosa es que ella espontáneamente decide llamar y otra cosa es que, bueno, con esas edades y si se le explica bien pues a lo mejor no hace falta que vayas dos veces. Ese es el asunto, no sé.

¿Le estás haciendo daño? Hombre, a ver, si hubiera una reunión de niños a los mejor tu hija diría: “Es que mi madre me tiene un poco preocupada porque últimamente cuando la llamo parece que se pone nerviosa y yo no sé hasta qué punto le estoy creando un trauma. Usted doctor, ¿cree que la tendría que seguir llamando o es mejor que en una temporada no la llame?” .Y le diría, “hombre, pues no sé, depende de cómo la veas desesperada y depende de las ganas que tú tengas de que venga. Si para ti es realmente imprescindible que venga pues, llámala. Si ves que puedes aguantar un poco, procura no llamarla tanto, pobrecita”. Es que es lo mismo. Es una negociación por las dos partes en que se va llegando a equilibrio.

Yo sé lo que me ha servido a mí pero por supuesto lo que le sirve a uno puede que no le sirva a otro, cada uno tiene sus necesidades. Yo he probado con distintos niños las dos orientaciones principales, que serían, ponerlo en su habitación desde el primer día para que duerma sólo y ponerla en tu cama desde el primer día para que duerma contigo. Me ha salido mucho mejor con el segundo; pero vamos con diferencia. Mi idea personal, pero no conozco ningún estudio científico que lo demuestre o que lo confirme, es que el niño cuando más intentos haces por separarte de él, más se engancha. Y que es mejor hacer de una tacada y ya se le pase. Y por otra parte, es lógico si lo analizamos porque es así también como funcionan nuestras relaciones interpersonales. Según un psicólogo inglés muy famoso, éste estableció la teoría del apego y decía que esta primera relación con la madre es la que configura todas las demás relaciones y que de alguna manera todas las relaciones que tú tienes en la vida con otras personas provienen de esa relación que tuviste con la madre. Y entonces, nos es más fácil quizá ver cuál es la relación de nuestros hijos y nosotros si nos damos cuenta de cuál es nuestra relación con otras personas. Por ejemplo, imagínate que tú estas una tarde con tu marido en casa y él va para una habitación y tú para otra y os cruzáis por el pasillo, ¿qué le dices? Generalmente no le dices nada, con un poco de suerte, si el pasillo es estrecho le dices: “aparta”, no le saludas al cruzarte en el pasillo. En cambio, si tu marido sale de trabajar y vuelve a casa, pues vas a la puerta y le saludas y esperas que él te salude a ti. Y si él pasa a tu lado sin decir “esta boca es mía” te enfadas. Es decir, cuando ha existido una separación tú le exiges que tenga una serie de conductas ritualizadas que sirven para compensar la separación anterior. No puede irse a trabajar y volver sin decir “hola, qué tal estás” y darte un beso. Y de recién casada esperabas que además te contase cosas porque las mujeres sois así, a la larga os dais cuenta que no contamos nada, y a la larga lo dais por imposible. Entonces bueno, el tío te dice “hola” y te da un beso, va para la tele y tú “bueno, qué le vamos a hacer, si en el fondo es buena persona”. Ahora, imagínate que tu marido se va a Nueva York de viaje de negocios, y vuelve al cabo de una semana. Llama a la puerta, le abres, “hola, ¿qué tal?”. “Bien”, te da un beso y se va para la tele. Lo matas, “¿cómo, cómo, has estado una semana en Nueva York y no me cuentas nada? ¿Cómo te ha ido?”, “Bien”, “¡Cómo que bien! Pero, ¿Dónde has estado? Pero ¿Qué has hecho? Pero ¿qué has comido? Pero ¿Viste las torres gemelas?”. Cuando la separación ha sido más larga necesitas muchas más conductas ritualizadas para establecer otra vez el contacto. No se conforma con un beso y ya está. Necesitas una atención especial, necesitas que traiga un regalo de Nueva York, un regalo que no vale por lo que vale, que lo puede haber comprado en la tienda de la esquina y de hecho muchas veces lo ha hecho así; necesita la prueba de que estuvo pensando en ti mientras estaba en Nueva York. Ahora bien, tú sabías que se iba a Nueva York y qué día volvería. Pero imagínate que tu marido siempre viene a las 5/00 y un día pasan las 5/00, las 5/15, las 5/30, hasta las 6/00 y no ha llegado. Y de pronto a las 6/00 aparece. Si te explica “es que en la oficina había no se qué, que tal, que se ha retrasado, que se encontró con no se quién y se fue a tomar una cerveza que hacía mucho tiempo que no le veía,...” dices, “bueno, no pasa nada”. Pero imagínate que en vez de una hora te tarda 5. ¿Qué te va a contar? “De que había huelga de autobuses, que se encontró con no se quién…” Y tú: “¡pero será posible, no podías llamarme, tú sabes lo preocupada que he estado, pero, pero, esto no lo vuelvas a hacer, pero cómo te atreves retrasarte 5 horas sin decirme nada!”.

Cuando es una separación más larga y además inesperada, el cabreo es tremendo y obligas a tu marido a hacer muchas cosas para perdonarle. Es decir, la reacción ante una persona mala es la ira. Cuando la persona a la que amas se ha ido y luego vuelve, no le recibes con los brazos abiertos, no le recibes enfadada. Eso es lo que hacen nuestros hijos con nosotros. La diferencia es que lo que para ti es una hora, para tu hijo es una eternidad y por lo tanto, tú con una hora dirías “bueno, va, una hora no pasa nada” pero tu hijo se enfadaría mucho porque para él ha sido demasiado tiempo. Y lo que pasa es que tu hijo nunca sabe a qué hora vas a volver. Tú no te enfadas cuando tu marido viene a las 5/00 porque sale de trabajar a las 5/00, claro, si es normal, cómo te vas a enfadar. Pero tu hijo no sabe que tú sales de trabajar a las 5/00, tu hijo de un año, año y medio lo que sabe es que su madre se fue y de pronto aparece, aquí sin venir a cuento, “¿y de dónde me sale esta tía? ¿Por qué se ha ido?” y se enfada. Y es lógico que por una parte que te quiera ver, que te quiera tocar, que te quiera besar, que te quiera abrazar, pero por otra parte, que se enfade contigo, que llore contigo, que se ponga nervioso, que ahora parece que me rechaza, ahora parece que no me mira, la madre termina de trabajar, vuelves con toda la ilusión a ver a tu hijo y te hace como que no te ha visto y cosas de este tipo.

Imagínate que tu marido no viene en toda la noche. Te pones a llamar a las ambulancias, te pones a llamar al teléfono 112. Cuando más larga sea la separación peor.

Imagínate que tu marido un día te llega 3 horas tarde y te cuenta que el trabajo que no se qué que no se cuántos, que había un control de carreteras, que estaba cortado que tal y que cual. Bueno, vale. Imagínate que esto pasa todos los jueves. ¿No contratas un detective privado, a ver dónde va los jueves? Es decir, una separación repetida hace que te enfades todavía más y que estés más sensible ante nuevas posibles separaciones. Y esto es muy típico cuando un niño ha estado en un hospital. Un niño que ha estado en el hospital, incluso ahora que te dejan ir con él y estás muchas horas y tal y cual, pues no has estado todas las horas que querrías. También tienes otros niños con los que estar, no puedes estar sólo con uno, quieras que no ha habido una separación acompañada además de angustia, sufrimiento y dolor. Cuando tu hijo vuelve a casa, lo normal es que se comporte como un niño más pequeño, que si hablaba hable menos, que si caminaba camine menos , que quiera dormir contigo aunque antes había empezado a dormir sólo, que te pida que de des de comer cuando ya comía solo, y que quiera estar todo el día enganchado. ¿Qué te va a decir la gente? Que lo estas malcriando, que estas acostumbrando, no se qué no se cuántos. Si lo intentas acostumbrar no hacerle caso porque esto es vicio, porque... lo que haces es machacar sobre la ira. Después de una separación más separación y el niño se pone cada vez peor. Si en vez de eso lo que haces es aceptar que ha habido una separación, que el niño necesita algo para compensar, lo coges en brazos, lo vuelves a meter en tu cama, le das la comida, no sé qué no sé cuánto... el niño se pasa así 7-10 días y luego, poco a poco se le va pasando la angustia, va mejorando y vuelve a la normalidad.
Si tu marido se va de casa pero tú sabes que se ha ido a trabajar y que va a volver, no te pones a llorar. Y por eso, cuando tú te vas y tu hijo se pone a llorar tenemos tendencia a pensar: “ui, estos niños, qué poca paciencia tienen, qué exigentes que son, qué malcriados que están. Es que me voy un momento y se pone a llorar...”Tú sólo te pones a llorar cuando pasan 5-7 horas que no ha vuelto tu marido y no sabes qué pasa,... y entonces sí que te pones a llorar, sino no. Pero imagínate que tu marido te dice: “ya está bien, estoy harto, no hay quien te aguante, me voy de aquí...”. Le ves que mete la ropa en la maleta y se va. ¿Tú te esperas 7-8 horas para ponerte a llorar? Te pones a llorar en ese mismo momento. No te pones sólo a llorar, es que te sales persiguiendo por las escaleras y si tienes que hacer una escena, lo haces y aunque salga la vecina del 4º, tú te pones delante de tu marido y le preguntas “qué pasa, pero cariño mío,...” montas la escena para que no se vaya, a no ser que tú estés harta de tu marido y ya estés contenta de que se vaya. Pero eso sólo ocurre cuando la relación ya era mala. Si tú tenías una buena relación con tu marido y un día sin saber por qué te dice que se va, que no te quiere ver más, lo que haces es salir corriendo, no te importa hacer lo que sea con tal de que vuelva. Y ¿por qué nuestro hijo hace eso siempre que nos vamos, cuando tú sólo haces cuanto tu marido se va de casa para toda la vida? Porque tu hijo no sabe que tú vas a volver. Cuando tú te vas y dejas un niño de 6-8 meses, de un año y medio, él no sabe que tú vas a volver y aunque se lo digas, no lo entiende, el concepto hoy, mañana, dentro de 6 horas, por la tarde... eso no lo entiende. Cuando tenga 3 años lo entenderá. El escándalo que te arma un niño de un año y medio cuando le dices que te vas, que muchos padres los que hacen es irse cuando el niño no mira para que no se entere, no te lo hace a los 3 años y mucho menos a los 5. Tú a un niño de 5 años le dices “me voy a comprar, me voy al cine, me voy a dónde sea” y te dice “adiós” y tan feliz porque ahora ya ha entendido que vas a volver, antes no lo sabía.

La separación como padre ¿Cómo se tendría que hacer?

Es que esto con el padre no ocurre tanto porque no nos engañemos que no es lo mismo. Es decir, para el niño no se parece en nada quedarse con el padre mientras se va la madre o quedarse con la madre mientras se va el padre. Ahora, si es mucho tiempo y tal, también desde luego te echan de menos y también verás que probablemente si te vas para varios días seguidos y todavía el niño es pequeño, pues cuando vuelvas estará que quiere que le cojas, que le cuentes un cuento y tal y cual. Y bueno, pues hay que reanudar esto. Pero desde luego, no se puede ni comparar. Cuando la que se va es ella, te dejan en velas, pero bueno se puede quedarse con el padre porque desde luego lo peor de todo es que se vayan todos. De todas maneras si se tiene que ir la madre, que a veces no hay más remedio, pues es mejor que se quede con el padre o con la abuela porque si encima se queda con desconocidos, o con un pariente que no le ha visto casi nunca, entonces la cosa es más grave y peor lo pasa.

Una pregunta sobre el llanto del niño. Pensamos que con el llanto del bebé ellos tienen siempre un problema pero, ¿puede ser que esté simplemente llorando porque quieren llorar, para quitar tensión?

A ver, yo creo que si un niño llora es porque lo está pasando mal. Es decir, no estaría de acuerdo con una teoría de “es que el niño llora porque de vez en cuando necesita llorar, y no hay que dar demasiada importancia”. Ahora otra cosa es que no siempre que lloran sabes por qué o sabes cómo calmarlo. Entonces, puede haber momentos en que tu hijo llora y tú le cantas, le bailas, le das de comer, le das teta, no sé qué no sé cuántos... y sigue llorando. ¿Y qué haces entonces? No creo que haya que caer en una especie de encarnizamiento de que tiene que callarlo como sea porque a veces lo único que té queda es taparle la boca pero tampoco creo que puede decir: “bueno, como total no pasa nada, lo dejo aquí y me voy”. No, le haces compañía, pues bueno, va a seguir llorando. Lo mismo que nos pasa a los adultos. Es decir, si ahora a tu mejor amigo se le muere la madre, te lo vas a encontrar llorando. Y tu objetivo no va a ser ponerte a hacer payasadas hasta que se ría. ¿Qué te vas a hacer el imbécil ahora a uno que se le acaba de morir su madre? Eso no tiene sentido, va a seguir llorando. Ahora, tú le vas a acompañar mientras llora, y le vas a abrazar y vas a dejar que si necesita hablar te hable y si no necesita hablar, si lo que quiere es estar callado pues vas a estar a su lado callado pero haciéndole notar que eres su amigo y que estás ahí para lo que necesite. Yo creo que lo mismo se puede hacer con los hijos. Y esto ocurre mucho por ejemplo con las rabietas. Ocurre a veces que los niño no sabes por qué, de pronto sin motivo aparente o con muy poco motivo se ponen a llorar pero una cosa tremenda, se tiran por el suelo, empiezan a patalear y no sé qué no sé cuantos,... Yo creo que en el fondo están hasta las mismísimas narices. Un niño tiene tantísimas frustraciones a lo largo del día, pero tantísimas, tan continuas, tan imparables, incluso los que dicen que están mimados, consentidos,... hay tantísimas cosas que se le impiden hacer, y tantísimas cosas que les han salido mal, que les falta una gota para colmar el vaso. Y de vez en cuando montan una escena que en algunas ocasiones puedes acogerlo en brazos pero en otras ocasiones no puedes, es decir, te rechaza, se enfada,... En algún libro, incluso que por lo demás son muy respetuosos con el niño, te dicen que en esos casos lo que tienes que hacer es dejarlo llorar que ya se le pasará. En otros te dicen con buena intención que si el niño no quiere que ni le cojas, ni le cantes, ni le hables... “pues será que quiere que le dejes solo, pues déjalo”. Bueno, esa es una postura que más o menos de acuerdo pero que es respetuoso con el niño y otra postura, que no es nada respetuosa es los que te dicen que “el niño lo que esta haciendo es teatro; Quítale los espectadores y ya verás como se cansa”. Yo no creo que sea teatro, yo creo que lo está pasando mal. Entonces, a mí en casos de rabietas, personalmente con mis hijos, luego cada niño es distinto, lo que me ha dado buenos resultados en estos casos que no deja el niño ni que le cojas, ni que le digas nada, es ponerte a hablar de él. Le dices a tu esposa: “¿Sabes que fulanito ha hecho un dibujo?” Y tu esposa: “¿Ah sí?” Y tú: “sí un dibujo muy bonito de una casa”. Y tu esposa: “pero ¿una casa con ventanas?” Y tú: “Sí, sí con unas ventanas muy grandes y con una chimenea”. Y ese mismo niño que si tú le decías algo se enfada más, ves que de pronto dice: “y el tejado era rojo”. Y a partir de ese momento, muchas veces se le empieza a pasar la rabieta. Otras veces, lo que puedes hacer es sentarte ahí, al lado y esperar pacientemente. Pero yo personalmente pienso que es mejor esperarte al lado y no dejarlo en el suelo. Que sepa que tú estás ahí.

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por Raki
#249584 iNTEresante. Gracias por ponerlo :fl :fl

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por Armandilio
#252151 que currada, no?!? :shock:

Muchas gracias!!! De momento haré copys-pastes para ir juntándolo tooo.

INCREIBLE, de verdad.
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por Juanma
#252158 :fl Hola, Armandilio y bienvenido a dormir sin llorar. :fl
:?: ¿Por curiosidad, eres el Armandilio de CN :?:

En cuanto a la recopilación de artículos si quieres y me das tu dirección de correo te los envío en formato Word, tengo muchos más y los voy colgando poco a poco.

Como creo que no lo he comentado nunca hago extensible esta oferta a quienquiera que lo desee y si me explicáis algún sistema para dejarlos en algún sitio de Internet para no tener que ir con direcciones de correo arriba y abajo, pues no dudéis en decírmelo.

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por Armandilio
#252163 Buenas!, si, soy el Armandilio de CN :-P
Me harías un favor!! Estas transcripciones son una pasada!

mi mail es arytharx arrobita hotmail punto com

GRACIAS JUANMA!!!!
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por Juanma
#252169 Ya está enviado, ya me dirás si te ha llegado bien. Los ficheros son generosos, se dice: el saber no ocupa lugar pero sí espacio.

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por nuriah
#252246 Juan Ma.... yo también quiero, que tengo celos de Armandilio (compañero de curso de lactancia! :114: )

Gracias......

NÚRIA - Mamá y Asesora de lactancia materna
ALBA Lactancia Materna

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HUGO (21/01/2005)
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EMMA (25/08/2009)
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por Juanma
#252248 Por supuesto, ¿a qué cuenta te lo envío?

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por nuriah
#252250 A la que sale en mi perfil.

Gracias, ;-) :mrgreen:

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HUGO (21/01/2005)
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EMMA (25/08/2009)
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por RuthR
#253666 A mi tb me gustaria tenerlos. Me los podeis enviar, y asi tb los subo a un servidor y pongo el link para que los descargue todo el que quiera. Gracias.

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