- Vie, 04 Abr 2008, 12:18
#250150
Yo os voy a contar una historia, en primera persona, de un castigo (aunq me parece q rozó el maltrato) q curiosamente muuuuuuchos años después salió a la luz:
- Andando en la búsqueda de nuestra peque y en vista de q ya iban para tres meses y no me quedaba preñi y todo el mundo me decía q lo primero q tenía q hacer era dejar de fumar, por recomendación de una amiga pedí consulta a un médico q practicaba hipnosis y dejabas de fumar, te dejbas de comer las uñas, arrancarte el pelo, quitaba depresiones....
, vamos, q una pasada . Por lo visto ella, su marido y un montón de gente hablaba maravillas del sujeto en cuestión.
Como ya lo había intentado todo, y tenía la boca rota de tanto chicle de nicotina, el cuerpo lleno de marcas de parches, el cuerpo lleno de agujeros de tanta acumpuntura y la cabeza como un bombo tanto oir la misma canción, pues, sin mucha fe, llamé al interfecto y allí me presente.
Me acompañó esta amiga, y tras unas pruebas rutinarias y un cuestionario, me emplazó para el día siguiente para la primera sesión. Fui, porq entre otras cosas, me confirmó q si no conseguía el propósito de hacerme dejar de fumar no cobraba más q la primera sesión (60 €).
Pues bien, una vez allí, hasta q me hipnotizó tuvimos q pasar tres sesiones y en la tecera, por lo visto, inmediatamente hice una regresión a la edad de 6 años en el cuarto oscuro del colegio de mojas. Es curioso, ya que hasta la fecha no recordaba haber tenido malos recuerdos del mentado cole.
Me puse en tan tan tan mal estado q después de la sesión, q fueron unos minutos, tuvieron q llamar al samur.
En el hospital me hicieron todo tipo de pruebas, tenía la tensión por las nubes, y una taquicardia importante y por la q me dejaron en observación dos días.
Según los médicos q me trataron, había tenido una crisis nerviosa muy fuerte.
Lo curioso es q ya esa historia la tenía completamente olvidada en mi cabeza, y fue a raiz de esto cuando salió a la luz. Tenía una herida escondida q aún sagraba, y yo no sabía de su existencia.
Con esto, quiero decir, q cada mala situación q hagamos pasar anuestros enanos, o a los demás, crea una pupa.
Yo no digo q no haya q reconducir a nuestros hijos en algunas situaciones, incluso no ceder antes muchos de sus actos, pero q se quede en eso, en reconducir y en establecer límites claros, porq si no controlamos y pillamos el camino del medio, la herida puede no ser mortal, pero si quedarse abierta y sangrando, toda la vida.
Pd.- dejé de fumar el día q me salió positivo el test, y lo volví a pillar hace cuatro meses.