REGALO
He sentido el poder de la creación
al tenerte en mi vientre,
y estrecharte entre mis brazos
es como alcanzar el cielo con las manos.
He visto tu chispa de divinidad
al mirarme en tus ojos,
y me embriago
con el candor de tu sonrisa.
Tu inocencia y tu halo de ternura
me fascinan,
y tus gorgojeos
son como el sonido de agua clara.
Dicen que eres pequeño
y que yo grande,
pero ante tí yo me siento
¡ tan pequeña!...
puedo ver la grandeza en tu interior.
No recuerdo quien eras,
ni cual es tu misión aquí en la Tierra,
pero sí sé
que tú eres parte de la mía.
Has llegado,
como un frágil regalo del cielo
envuelto con lazos de dulzura;
un tesoro de valor incalculable,
otorgado a nosotros,
para la Eternidad.
Espero que os guste. A mí me hace llorar. Todos los días agradezco a Dios el tesoro que ha puesto en nuestras manos.
Besos.