Les decía que por mi trabajo suelo hablar con la madre de Yéremi y esta misma mañana me contaba lo duro que es ver su habitación vacía, preparar su comida favorita o pensar cómo estará su hijo con asma, sin nadie que le ayude y sin poder ver a su madre. Ya sé que es difícil que alguien lo pueda ver por la calle pero no debería olvidársenos que esos niños tienen que volver a sus casas.