- Jue, 13 Mar 2008, 19:39
#246154
Hola mamidesamuel:
Aquì te dejo este texto que encontrè sobre la depresiòn post-parto.
¿Qué es la depresión postparto? ¿Qué puedo hacer?
Si acabas de tener un bebe y te sientes triste y deprimida, es importante que se lo comuniques a tu doctor.
Puede ser una depresión posparto cuando tienes sentimientos encontrados: a veces te sientes triste, otras felices. Entre 10 y 20% de las mujeres que acaban de tener un hijo, sufre de depresión posparto que puede durar pocas semanas y a veces hasta un año.
Existen síntomas relacionados con una depresión posparto:
- No poder dormir cuando el bebé duerme, a pesar de lo cansada que estés o cuánto lo intentes.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Ensimismamiento.
- Falta de apetito.
- Ataques de pánico durante el embarazo.
- Percepción de que no eres una buena madre ni estás dándole los cuidados adecuados a tu bebé, o que él es un intruso.
- Deseos de suicidio.
Años atrás la depresión posparto era algo que los médicos no tomaban en cuenta, pero en la actualidad se han dado cuenta de que la depresión posparto puede afectar a cualquier mujer inmediatamente después del parto o algunos meses después.
La depresión posparto puede ser causada por un desajuste hormonal, un desajuste químico en el organismo, presiones sociales o algún factor en el ambiente que altere a la mamá. Pero a pesar de que los desajustes hormonales tienen mucho que ver con este tipo de depresión, se sabe que algunos padres adoptivos también experimentan este estado de ánimo.
Las mujeres pueden sufrir depresión o no, aún no se sabe cuales son los factores que desatan una depresión o por qué algunas mujeres son más vulnerables o no para sufrir depresiones posparto. Debes tener muy claro las diferencias entre los cambios de humor normales que sufre una mamá y una depresión; en cualquiera de los dos casos lo más importante es que consulten a su médico ante cualquier duda.
Cuando se tiene una depresión posparto es importante que te consientas a ti misma. Primero que nada, tienes que satisfacer tus necesidades básicas:
- Intenta dormir bien cuando tu bebé este dormido.
- Come adecuadamente
- Ignora tus sentimientos de culpa, no eres mala madre por sentirte deprimida y no tiene nada que ver con no amar a tu hijo.
- Vivimos en una sociedad que es poco tolerante con mujeres que no se sienten contentas de ser madres, no te sientas culpable por lo que diga la sociedad.
- Parte de ser una buena madre es aprender a pedir ayuda cuando la necesites.
- Verte y sentirte bien ayuda mucho, arréglate, ponte un lindo vestido, toma un buen baño: si es de tina mejor, ve de compras sola, guarda tu ropa de maternidad en una caja dentro del armario.
- Comparte tus sentimientos, no estás sola, busca una amiga para platicar sobre tu maternidad y cómo se siente ella de ser mamá, si no tienes amigos que sean padres, platícalo con tu mamá o con tu suegra y escucha sus consejos, busca grupos de mamás que te puedan ayudar.
- Sal a pasear, sienta a tu bebé en su carriola y camina hasta el parque o quédate de ver con una amiga para tomar un café, si no puedes salir siéntate en la ventana y contempla lo que pasa afuera.
- No te presiones, toma la vida con calma. Si el bote de la ropa sucia esta hasta el tope, que no te importe o pídele a tu pareja que te ayude. No cocines si no quieres, compra comida hecha. Si el teléfono suena en un momento inoportuno, como cuando estás cambiándole el pañal a tu bebé, ignóralo, llamarán luego.
- Pídele a un amigo o a tu mamá que cuide al bebé por unas horas y disfruta el estar con tu pareja, sin el bebé.
- Si trabajas, olvida las presiones en cuanto llegues a casa preocúpate por pasártela muy bien con el bebé y con tu pareja.
*** Aquì te anexo otro, un poco màs largo, pero muy interesante **
Existe realmente la depresión postparto?
El embarazo y las semanas siguientes al parto son considerados períodos en los que se suceden una serie de cambios importantes en la mujer que hacen más factible la aparición en la nueva mamá de trastornos psíquicos como la depresión.
Esta acumulación de cambios físicos, psicológicos e, incluso, sociales, que viven las mujeres durante el embarazo y la etapa después del parto, conocida como puerperio, pueden traer como consecuencia una mayor vulnerabilidad en la mujer que acarree la aparición de este tipo de trastornos.
Y es que, los expertos señalan que cerca del 15 por ciento de las madres que acaban de dar a luz en el mundo sufren una depresión severa que les impide disfrutar de su maternidad. La ansiedad, la tristeza, el cansancio y la irascibilidad son síntomas que rompen el vínculo materno-filial y que el bebé puede percibir, afectando de forma negativa su crecimiento.
De ahí la necesidad que existe de realizar una serie de ajustes para poder ir adaptándose a los cambios y modificaciones que van ocurriendo en la nueva madre, ya sea consigo misma como con su pareja, familia, amigos, etc.
A la hora de hablar sobre depresión postparto los expertos diferencian dos tipos de cuadros clínicos: la depresión puerperal leve o "Maternity Blues" y la depresión mayor postparto.
Depresión leve
La depresión puerperal leve o "Maternity Blues" es un síndrome leve y de poca trascendencia que experimentan alrededor de un 80 por ciento de las madres. Normalmente comienza 2 o 3 días después del parto y no suele durar más de dos semanas, que es el tiempo que necesitan para adaptarse a la maternidad y a lo que ésta comporta.
En él las madres padecen de insomnio, se sienten ansiosas, están irritables y apáticas, lloran con facilidad, les duele la cabeza y se sienten poco capaces de poder llevar adelante la nueva situación.
Y es que, la revolución hormonal, el no sentirte a gusto con el propio cuerpo, los problemas con la lactancia, el estrés provocado por el llanto del bebe y la falta de sueño son algunas de las dificultades por las que puede pasar cualquier mujer que acaba de dar a luz
Dicho estado psíquico se resuelve habitualmente sin dificultad ni secuelas entre las dos semanas y los tres meses del inicio del cuadro. No precisa de tratamiento médico y suele ser suficiente una actitud de apoyo por parte del entorno de la madre, si bien los expertos señalan que debe vigilarse la posibilidad de que estos síntomas persistan o aumenten la intensidad y deriven en un cuadro clínico más grave.
La depresión mayor postparto
La depresión mayor postparto se da en un 10 por ciento de las nuevas madres. Suele aparecer entre las dos-cuatro semanas posteriores al parto, y se manifiesta con fuertes sentimientos de culpa, con una sensación de incapacidad total de hacerse cargo del bebé y con la extraña sensación de dudar de sus sentimientos hacia su hijo.
En esta situación el equilibrio emocional de la madre resulta afectado y lo mismo experimenta culpabilidad que agresividad, ataques de pánico o crisis de llanto. También se pueden manifestar ideas de rechazo hacia el niño, con frases como “este niño ha arruinado mi vida” o “hubiese deseado que nunca hubiera nacido”, por lo que es habitual que tienda a evitar todo aquello relacionado con el bebé y sus cuidados.
La mujer se encuentra en un estado de gran irascibilidad. Además, es habitual que disminuya su autoestima y aumente la inseguridad y con ella surgen los miedos, los temores y el desasosiego respecto a los cuidados del recién nacido y su salud.
A ello hay que añadir una serie de problemas físicos, ya que es normal que la nueva madre se sienta fatigada, o puede perder el apetito o, por el contrario, comer en exceso, así como padecer insomnio o tener dificultades para conciliar el sueño. Así mismo, la ansiedad también puede provocar palpitaciones, problemas gastrointestinales, exceso de sudoración y dificultades en la respiración.
Para estas mujeres los momentos de ocio se vuelven aburridos, la motivación por el trabajo desaparece y las relaciones sexuales no suscitan el mismo interés que antes. Además, antes del nacimiento, la mujer disponía de su tiempo según una rutina concertada, pero ahora debe sumar a sus actividades diarias las labores de madre y se siente desbordada. Tiene problemas para concentrarse o tomar decisiones.
¿Qué origina este trastorno?
La depresión post-parto puede afectar a cualquiera y no tiene etiología conocida. Existen casos en los que el origen de la enfermedad es explicable, bien porque el embarazo o el parto haya ocasionado a la madre un daño, o porque el bebé presente alguna malformación o enfermedad, o bien debido a que éste no sea deseado.
Otras veces es el factor económico, social o familiar el que puede originarla o agravarla: encontrarse en una situación precaria, no tener empleo o haberle perdido a causa del embarazo, no disponer de la baja por maternidad, carecer de vivienda, no contar con el apoyo necesario por parte de los familiares o del padre, etc.
Desde la perspectiva biológica, los investigadores científicos han elaborado varios estudios, pero hasta el momento ninguno es concluyente ni esclarecedor. Es posible que el descenso que se produce tras el alumbramiento del nivel de hormonas relacionadas con el embarazo (progesterona, estrógenos...) sea uno de los factores influyentes. Los expertos también han valorado la base genética e, incluso, la existencia de una deficiencia en el sistema nervioso central que afecte a los neurotransmisores.
En cuanto a los factores psicosociales que pueden influir en el desarrollo de una depresión postparto, los expertos señalan que la percepción subjetiva de falta de apoyo que reciben las mujeres tras el nacimiento de sus hijos, ya sea en la realización de tareas domésticas, en el cuidado del niño o el apoyo emocional, por parte de familiares o de su pareja, supone un incremento en el riesgo de estos trastornos.
Para luchar contra la enfermedad, la mujer debe comenzar por buscar ayuda y no silenciar el problema, uno de los obstáculos más habituales. Ante tal situación se precisa de una atención especializada por parte de un psiquiatra (como si de otro tipo de depresión se tratara) el cual evaluará el caso y decidirá el tratamiento más conveniente para cada paciente.
Y es que, si no se trata de la manera adecuada, los expertos señalan que la paciente puede entrar en una situación de depresión crónica y recurrente que comporta trastornos afectivos con el bebé y con la pareja, alteraciones de la vida social y sexual, que aboquen habitualmente a la fractura familiar, incluyendo el riesgo de suicidio.
Los otros perjudicados
Si bien no está claro hasta qué punto puede verse afectado un recién nacido, algunos expertos señalan que la depresión post-parto puede afectar a la relación entre la madre y su recién nacido, ya que rompe el vínculo natural y provoca un distanciamiento entre ambos, así como con el cónyuge, ya que esta situación puede producir conflictos matrimoniales.
En este sentido, se ha visto que en los casos graves de depresión postparto, el niño presenta un enlentecimiento en el desarrollo psicomotor (como aprender a andar tardíamente) así como alteraciones en el desarrollo emocional, manifestándose con un menor interés por el contacto afectivo (por ejemplo buscar con la mirada a los padres, dificultad de concentración ante un objeto determinado, etc.).
En la misma línea, explican que el recién nacido puede llegar a notar la sensación de ansiedad de su madre y aumentar sus demandas en forma de llantos, interpretados por la mujer como una señal de su incompetencia, por lo que se genera un círculo vicioso que es difícil romper y que afecta también al cónyuge que, en la mayoría de las ocasiones, no entiende qué ocurre y no sabe cómo actuar.
Según un informe publicado por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, tan sólo en 1 de cada 500 casos la depresión se agrava de forma peligrosa y deriva en una psicosis puerperal, una enfermedad mental muy grave que se caracteriza por tendencias suicidas y la presencia de alucinaciones. Éstas formulan una imagen negativa y completamente deteriorada del bebé en la madre que puede provocar los malos tratos e, incluso, el infanticidio, si bien son muy raras las ocasiones en las que esto se produce.
¿Se puede evitar?
Aunque algunas mujeres son más vulnerables, cualquiera puede padecer una depresión post-parto sin causa aparente. Para evitarla es esencial la labor del médico, así como ofrecer una completa información durante el embarazo sobre los cambios y problemas que la madre deberá afrontar tras el parto.
En este sentido, cabe destacar que existen algunos factores de riesgo que hacen a algunas mujeres más proclives a padecer este tipo de trastorno. Es el caso de antecedentes de depresión y ansiedad, incluidos los familiares, especialmente si existen tres generaciones con historial psiquiátrico; personalidades inmaduras que no se adapten a la sobrecarga física y psíquica que conlleva el embarazo y el nacimiento de un niño; una relación inestable con el padre, ya que podría crear personalidades con dificultades emocionales que favorecería la aparición del cuadro; y el consumo de drogas y alcohol.
La embarazada, por su parte, puede llevar a cabo una serie de acciones que previenen la depresión postparto como es integrarse en grupos de gestantes y asistir a clases formativas para conocer el parto y lo que va a suceder después; tratar el estrés a través de técnicas de relajación y fomentar el apoyo con el que se pueda contar; así como intentar afrontar las situaciones de riesgo sin eludir los posibles problemas.
También es recomendable preparar a la pareja para que esté al tanto del trabajo adicional que significará el bebé, y tratar de conseguir apoyo de familiares o amigos para después del nacimiento, especialmente si tienen otros niños.
Saludos
Adry.-