- Primeramente decirte que es normal que te sientas culpable, que como dice Núria esto viene en el pack.
- Has hecho bién en ponerle compresas frías, también sirve darle a comer un helado (polos de hielo), sirve como antiinflamatorio y normalmente no se resisten
- Por el labio tranquila, sangra mucho y se hincha y amorata, pero también cura muy rápido.
- Por la encía, haces bién en llevarle al pediatra. Pero que le vea un odontólogo con experiencia en niños, o sea, con conocimiento de causa y con paciencia.
Un consejo que a mí me sirvió cuando a Pau le rompieron de un codazo los dos incisivos superiores y el frenillo lingual: haz en casa un simulacro de la visita con el odontólogo. Explícale lo que le hará, puedes incluso hacer un símil con su muñeco preferido. Nosotros con Pau tenemos que ir haciendo seguimiento, tiene los dos incisivos rotos, y la raiz del izquierdo está "muerta". Unos días antes practicamos, le explico que iremos a la doctora de los dientes y jugamos a abrir la boca, yo le toco los incisivos y le "hago una radiografía". Para que se dejase hacer las radiografías sin rechistar ni moverse un ápice, me sirvió mucho un cuento que me inventé acerca de " un perro negro que iba de merienda con sus amiguitos y que por correr demasiado pq llegaba tarde se tropezaba con una piedra. Sus amiguitos llamaron a una ambulancia y mientras esperaban, como el perrito iba cojo, merendaron sentados con él. En el hospital, le hicieron una radiografía y el médico le dijo que tenía el hueso roto, pero le puso una tirita de winnie de pooth y al cabo de pocos días se le curó. Sus amigos le hicieron una fiesta especial y le trajeron un pastel de chocolate.". Luego le cuento que a él le harán una radiografía del diente como al perrito negro y que luego la miraremos juntos. Esto nos ha ido muy bién y la odontóloga está encantada
- Sobre si la lesión puede ser o no importante, eso solo te lo puede decir el especialista. Pero si te sirve de consuelo, Pau se había caido de morros un montón de veces antes y nunca había pasado nada.
Os deseo muchísima suerte. Sé que te sientes mal, pero no pudiste evitarlo, estas cosas pasan en un segundo. Pau se cayó una vez de la cuna directo de cabeza al suelo, yo estaba enfrente. Otra vez se cayó de un juego del parque, tuvimos que ir corriendo a urgencias, te juro que me pensaba que tenía alguna lesión cerebral... y la última la de los incisivos rotos, que es de la única que él todavía se acuerda.
Muchos ánimos, María, cuéntanos qué te dicen, vale?
Esto para tí