No sé explicar como me siento, estas últimas semanas han estado presentes en mí una serie de emociones; lo que sí tengo claro es que llevé con mi hijo una lactancia feliz y tranquila, que creo ha llegado a su fin.
La última tetada formal fué el día 19 de Enero, sí..... como les he platicado, he estado en el proceso del destete desde hace varios, varios meses , pero en realidad no había llegado el momento oportuno para mi hijo y para mí.
Cuando estaba embarazada, creí que establecer la lactancia sería algo muy fácil y mis planes eran amamantar a mi hijo 6 meses y después volver a trabajar de tiempo completo; después de las algunas "dificultades" creo normales de la lactancia, pensé que sería bueno amamantar a mi hijo hasta que cumpliera 1 año y volver a trabajar.... pensaba que necesitaba volver a ser "productiva" trabajando, pero me dí cuenta que mi verdadera realización y productividad era criando a un bebé con mucho mucho amor.
Desde que Moisés tenía 4-5 meses, empecé a combinar mi trabajo con mi casa, es decir, era y soy: abogada, madre, enfermera, amante, amiga, chef, etc , trabajo por mi cuenta y mi esposo (que es colega de profesión), me ayuda bastante), eso me ha permitido estar con mi hijo y lograr una lactancia feliz por casi 2 años.
Desde el mes de Agosto del año pasado, empecé con la regla: no ofrecer-distraer-no negar. Algunas veces me desesperaba, otras veces no "cumplía" la regla , durante este tiempo pasaron muchas cosas, primero las tetadas disminuyeron, hasta que llegó el momento en que Moisés mamaba sólo para dormir; ahora no sé decirles exactamente como fué, pero llegó el momento en que mi bebé empezó a dormir solito; ahora extraño bastante esas noches en las que me buscaba diciendo "quiero pe".... me descubría el solito, se pegaba y me sonreía con sus ojitos (porque su boca estaba ocupada ) y así se quedaba dormido. Ahora se duerme mas tarde, cantando, sí cantando, me pide que le cante para dormir y el es mi coro , hasta que se queda dormido y yo después de él.
Lamento haberme extendido tanto, pero es que, tengo tantas emociones.
Ahora creo, que el destete fué mas difícil para mí que para Moisés, pues lo veo tan feliz, extraño esos momentos en el que está pegado a mi pecho; pero siempre tendré su aroma y su carita ammantando feliz, dibujada en mí.