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- Mié, 30 Ene 2008, 23:32 #234384 No es marcha de la buena, no

Pau lleva ya varias semanas que no para de gritarme repetidas veces que me vaya ("marcha", en catalán). No lo hace solo conmigo, también con mi madre y con su padre. Pero me está afectando mucho pq con quien mas lo hace es conmigo y me siento muy menospreciada.
No sé que le pasa (vale, he estado con lo del examen, pero hemos mantenido horarios y mismas rutinas y además ya lo hacía antes de este último mes que ha sido el intensivo).

La verdad es que desde hace 2-3 meses Pau está cambiando, aunque no para bién. Siempre ha sido un niño "gruñón", no nos engañemos, de llanto fácil que usa para pedirlo casi todo... pero es que ahora...

- No quiere ir a la escuela. Cada día es un drama, cada día igual. El único niño de su clase que llora. He hablado mil veces con su profe que me dice que no ha detectado ningún problema con los demás niños. Que a veces se pegan entre ellos, pero dentro de lo "normal". Pau me contó la semana pasada que lo habían puesto a pensar y que los niños le habían dicho que los Reyes le traerían carbón. Hablé al día siguiente con la profe que me dijo que lo había sentado al rincón de pensar pq tuvo un día que no hacía caso de nada, durante la clase de psicomotricidad no obedecía ninguna orden e iba a su rollo pasando de las instrucciones de la profe. Pero solo ha ocurrido en una ocasión que yo sepa. LA profe me dice que lo ve como siempre, sigue jugando bastante solo, aunque dice que se va relacionando con los demás niños mas que el año pasado.

- Cuando vamos al parque, si empiezan a venir muchos niños quiere irse. No tolera que haya muchos niños, si hay pocos va haciendo, pero si llegan muchos, dice que se quiere ir. Es como si tuviera aversión a los sitios donde hay mucha gente, pq nos ha pasado en otras ocasiones en otros sitios. Si vé a niños de su clase casi nunca les dice nada, apenas los mira, más bién quiere largarse, con lo cual no puedo "relacionarme" con otros padres de los que podrían ser los amiguetes del futuro... ikncluso uno vive 3 casas al lado, pero ni se miran... Cuando llegamos a clase nunca saluda a los niños ni les dice nada. Solo una vez ví que le cogió una mano a una hiña. A veces se rie si vé a algún niño conocido, pero las menos.

- No podemos ir a restaurantes, sitios donde tenga que estarse mínimamente quieto es completamente imposible. Nunca lo ha sido y sigue sin serlo. Desde que nacio solo hemos ido dos veces a un restaurante, con eso lo digo todo. No le interesa que le llevemos al teatro infantil, ni a los cuentacuentos... nada de nada... Ni siquiera hemos probado el zoo. HEmos ido a sitios donde hacían juegos infantiles, al aire libre, y solo llegar se quiere ir...

- En casa intento hacer actividades con él, plastilina, pintar, construir bloques, pero se cansa en pocos segundos... se cansa de todo. A veces consigo que aguante cinco minutos quieto mientras le leo un cuento. Pero poca cosa mas. Quiero enseñarle algunos números y letras, pero ni siquiera me presta atención, o hace ver que no me escucha o no me escucha de verdad.

- y a la mínima se enfada y me grita que me vaya... y si me voy, pq algunas vecse lo he hecho , a los 2 minutos ya está llorando y llamándome ... y aunque intento que se dé cuenta de que no debe decirlo si no es eso lo que desea, sigue haciéndolo...
Es un niño muy irritable, siempre lo ha sido también, se levanta de mal humor y tiene berrinches por cualquier cosa, solo que antes unicamente lloraba, y ahora nos insulta, o pega patadas o nos pega a nosotros o a los muebles... Trata fatal a la canguro, también la insulta y le grita que se vaya cuando llega...

Estoy un poco desesperada, a veces no sé si mi hijo es normal... Me siento muy culpable pq tengo un trabajo de tardes y no puedo pasar todo el tiempo que querría con Pau, aunque mantengo la reducción de jornada.
Estos días pensaba en ir a algún sitio de vacaciones este verano (todavía no hemos ido a ningún sitio con él -o sin él- desde que nació)., pero me siento triste y desanimada.
Gracias por leerme, los que hayais aguantado hasta el final.

Esther, Pau i Carla

- Jue, 31 Ene 2008, 07:36 #234412 hola cielo.

Yo creo que Pau es un niño muy sentido. Le afectan mucho los cambios, los espacios nuevos, la gente nueva.

Has probado a invitar a vuestra casa a ese niño que dices que vive cerquita???
O a juntarlos en un lugar neutral para ambos, un parque por ejemplo.
Que vayan cogiendo confianza, que vayan hilando una amistad, poco a poco, en cada encuentro.

Entiendo como te sientes, las mamis siempre pensamos que somos culpables de las actitudes de nuestros hijos, pero con el corazón en la mano te digo, que no lo estás haciendo mal Esther.

Que siempre te ha preocupado y mucho su bienestar, su pequeños altibajos, que siempre estás ahí y él lo sabe.

Te dice marcha y si lo haces llora, te reclama, te necesita.

Lo de la escuela, hablarlo mucho en casa, intenta llegar al fondo del problema, se siente inseguro? no está a gusto con su profe? algún problema con algún niño?
Inventa historias de niños que van al cole, parecidas a su realidad, yo lo hago mucho con Tania.
Me funciona mucho contarle también cómo era yo de pequeña, (a veces cambio un poquito la historia a mi conveniencia , orientándola a lo que quiero hacerle llegar).

Cuando estéis en el parque y quiera irse, pues nada recogéis tan felices y otro día le comentas que volvéis otro poquito.

Acércate tú a otros niños para que vea que es divertido jugar, yo me tengo sentado tantas veces en medio de ellos

Tania también es una niña que poco para en cada actividad.
Ahora con el tiempo parece que se entretiene un poco más. Pero siempre yo con ella.
Sóla es raro que juegue.

Busca cosas divertidas para hacer, arcilla, pinturas de dedos, realizar caretas de carnaval, etc...

Esther cielo, las que te conocemos y queremos, sabemos que siempre has estado ahí, haciendo lo mejor para Pau.

Un beso y por favor sonríe y disfruta de la vida y de tu niño, ya verás como con el tiempo las cosas van mejorando.

Te quiero mucho preciosa

- Jue, 31 Ene 2008, 09:36 #234447 Esther, no estés triste.
Te entiendo porque explicas perfecto qué es lo que te pasa, imagino que es normal sentirse así, pero tienes que tirar adelante, Pau es un niño introvertido y le cuesta mostrarse (y cuando lo hace lo hace con enfados). No tengo mucha idea, pero alguna forma habrá, seguramente lenta y con esfuerzo, para ir canalizando y satisfacer sus reclamos....
Y claro, tu vas de culo (perdón ), muchas cosas, trabajo, estudios, y así es fácil desesperarse...
No creas que te desprecia Pau porque es lo que más quiere, eso seguro.
No sé si te he ayudado, sólo quiero darte ánimos.
UN besazo muy muy fuerte.
Terrassa está muy cerca de Manresa

- Jue, 31 Ene 2008, 09:48 #234453 Bueno, Esther....

Queli te ha dicho ya mucho de lo que te quiero decir yo...

Sinceramente, creo, que este ultimo esfuerzo de las opos lo ha notado. Me refiero a que, como inevitablemente has tenido que pasar menos tiempo con él, pues te ha echado de menos. Y de alguna manera te lo hace saber así....

A parte, que a veces, pobrecillos no saben ni lo que quieren... igual te diven que si a algo y al segundo que no, y luego lloarn, y no saben lo que tienen que decir.... vamos, que están más liados que la pata de un romano....

Lo de la concentración en juegos estáticos, yo no lo veo grave, aún es pequeño, la verdad. Lo normal (y SANO) a esta edad es precisamente eso: que no paren quietos ni un segundo. Es lo que necesitan para crecer y desarrollarse en todos los sentidos.

La relación con los demás es también un aprendizaje. Quizás es que no sabe cómo empezar a jugar con alguien y te necesita a ti para "entablar" el primer contacto.
Vosotros (los papis) teneis amigos con niños que vienen a casa o vais vosotros?? Quedais habitalmente con otras personas?? O sois más bien tímidos o introvertidos y quedáis muy esporádicamente?? ---> como te digo, es un aprendizaje, y no debemos olvidar que nosotros somos sus maestros en la vida. Somos su ejemplo en todo. No quiere decir que debamos tener una losa pesada, o una espada de Damocles encima de la cabeza, pensando lo que hacemos cada segundo. Pero si vale la pena reflexionar sobre nuestras actitudes respecto a las suyas.

Seguramente, el "marxa!" que te dice y que se arrepiente al segundo, sea más una llamada de atención, un "ven", un "abrázame", un "te he echado mucho de menos", y estoy segura que con mimos, en un par de días lo tienes solucionado.

Un beso, Esther!!! (y muy grande)

NÚRIA - Mamá y Asesora de lactancia materna
ALBA Lactancia Materna

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HUGO (21/01/2005)
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EMMA (25/08/2009)

- Jue, 31 Ene 2008, 10:20 #234474 Esther, estás describiendo el comportamiento de mi hijo:

En nuestro caso es ves-ten fora te dixo (habla catalanejo ), nos empuja y nos riñe, también pide las cosas llorando a lo que siempre le digo que él sabe hablar que no hace falta llorar, que si tiene pupa sí que llore pero para pedir cosas no, que él sabe que mama siempre le da lo que pide (si no hace daño). En la guardería más de una vez me han preguntado que porqué pide las cosas llorando, que es un consentido y que no debe lanzar las cosas cuando se enfade. Esther cuando quiere algo y yo no se lo puede dar me grita y me manda a la cadira verde mandándome que no me levante de ahí hasta que no me lo diga él.

La relación de Sergi con la guardería ya la conoces. En la epoca de Navidades, cuando la gente le preguntaba a mi hijo que le traerían los Reyes el siempre respondía que carbón , yo le preguntaba que porqué carbón y él me decia que porque se portaba malament, que se lo había dicho su profe.
Mi hijo nunca quiere ir al parque, no podemos ir a comprar ropa (llevo la misma desde antes del embarazo), si vamos a comprar a los dos minutos pide que nos marchemos a no ser que vayamos al super de al lado de casa donde no paran los comentarios de la gente sobre las pataletas y demandas de Sergi.
Nosotros al Zoo fuimos y a los cinco minutos tuvimos que marchar. El aquarium si le gustó supongo porque fuimos en verano (ya sabes no iba al cole y su comportamiento era relajado)
Hace poco puse un post de si los niños con tres años ya se distraían más: mi hijo solo quiere jugar conmigo, la cena muchas veces la sigo haciendo con él en brazos, no se distrae solo, y para más inri cuando oye que me estoy duchando por la mañana empieza a llorar y a gritar ahora me tengo que duchar con él a las 7.30, demora vestirse y llega cada día tarde a la clase y cada día bronca de las profesoras. En casa ahora se distrae un poquito cortando papel y pintando con las pinturas de dedos, le relaja mucho.

Yo muchas veces me pregunto si no tendrá alguna intolerancia, a parte de su alergia al huevo,por la que devengan esos cambios de comportamientos, sigue con sus pataletas, mira antes de ayer quería abrir el tapon de un boli y no podía, me acerqué a ayudarle y por eso se enfadó, fue tal su enfado que el tapón salió disparado a mi ojo (tengo un derrame), luego no se quería dormir y me tiraba de los pelos, quería sopa pero que se la hiciera al microhondas o fría de la nevera y el caldo salió volando.......
Esther yo siempre, en lugar de contar hasta diez, interiorizo "quiereme cuando menos me lo merezca porque será cuando más te necesite" , en casa cada vez mi marido y yo discutimos más por el comportamiento de Sergi. El martes le imprimí a mi marido el siguiente artículo que reflexionaba sobre este tema:

"Que lo que pedimos y los que se nos da no siempre coincide es algo que la vida se encargará de recordarnos todos los años que ésta dure. Pero algo que de lo que empezamos a ser conscientes desde bien pequeños.

Un niño, hacia el año y medio de vida, es decir, cuando empieza a formarse una cierta idea de sí mismo, comienza a poner a prueba los límites de su yo (formado básicamente por deseos) y el resto del mundo. Esto, lógicamente, choca a menudo con ese resto del mundo, que en un principio está compuesto, en este orden o no, de madres, padres, hermanos, otros niños y niñas, arena del parque, columpios, gominolas y otros objetos de deseo que no siempre aceptan ser deseados. “Quiero esto que depende de ti, pero tú no me lo das”. Y así, la intrépida criatura descubre la frustración. La combinación de frustración, hormonas, nervios, entorno y otros factores hace que , en determinados momentos esta frustración estalle en forma de rabieta.

No creemos necesario describir al detalle qué es una rabieta. Podemos resumir diciendo que se trata una explosión nerviosa con abundantes sacudidas y otros movimientos más o menos violentos, gritos y, en determinado nivel y según el carácter, golpes de cabeza a alguien, insultos y quizás lanzamientos más o menos afortunados de objetos. Y que todo esto es especialmente frecuente entre los 18 meses y los 4 años, más o menos. Y que acostumbra a venir a continuación de una demanda por parte de la criatura que sus adultos de referencia no quieren o no pueden satisfacer.

Digámoslo de entrada: estas reacciones airadas ante la frustración (a veces una frustración tan pequeña que más bien parece una excusa para reaccionar) es lo más normal del mundo, y podemos ver incluso personas de 30 años haciendo cosas parecidas. La diferencia está en la frecuencia y, en principio el contenido del berrinche (se supone que la mayor parte de gente adulta sabe controlar lo que hace cuando está enfadada..). Por decirlo de una forma algo técnica, la rabieta es una conducta que acostumbran a tener los niños pequeños y que se da como reacción ante un estado emocional de rabia o frustración.

El estrés no ayuda.

¿Pero qué hace que estos sentimientos afecten tanto, en un momento dado, a los niños, sobre todo en estas edades? Todo depende, como siempre de si las necesidades básicas están cubiertas o no. No es lo mismo frustrar una necesidad real que frustrar un deseo imposible o no recomendable de satisfacer. Y además, es fácil que la demanda que se expresa (“yo quería la chaqueta amarilla”) sea la forma que toma otra demanda (“necesito salir a tomar el aire”). Seguramente, si intentamos estar conectados con nuestros hijos, sabremos comprender, ante una rabieta, qué le debe estar pasando, qué necesita realmente. En todo caso, tener las necesidades satisfechas ayuda a prevenir las rabietas. Sencillamente el pequeño estará menos estresado.

Así pues, de entrada, si creemos que nuestra criatura tiene demasiadas rabietas, quizás tendríamos que mirar primero si podemos reducir los factores de estrés en nuestras vidas. De todas formas, las rabietas no desaparecerán sólo por eso. Éstas también tienen la función de descargar la tensión que provoca la frustración ante situaciones cotidianas insatisfactorias. Como decíamos, hay todo un aprendizaje sobre cómo la realidad no siempre se corresponde con nuestros deseos y hay que pasar por esta fase para poder crecer. Lo único que podemos hacer, en todo caso, es acompañar a nuestros hijos en ese camino.

Acompañar

Que la rabieta sea algo normal, no quiere decir que a nosotros nos cueste aceptarla. Los padres también estamos bastante estresados, y además, tenemos tendencia a pensar que los niños razonan de la misma forma que nosotros, aunque no tengan más de 4 años. Creemos que tendrían que entender que hay cosas que, sencillamente, no pueden ser. Pero como hemos visto, no es así. Cuando un niño de 3 años está gritando y protestando porque no le hemos comprado aquella golosina tan deseada ( o peor aún, porque no nos parece adecuado que se quiera llevar 10 paquetes de galletas del súper, o que se quiera quedar dentro del metro cuando tenemos que bajar…), no espera un argumento, ni tampoco quiere calmarse: eso es lo que queremos nosotros!! Pero como no se calma, ni con explicaciones ni con nada, lo más probable es que hagamos lo imposible, desde amenazar a ceder, para que pare el “numerito” (que acostumbra a suceder en medio de la calle, del autobús, de una tienda), con lo que seguramente aún tensaremos más la situación y no ayudaremos demasiado a que se destensen.

El resultado es que el niño comprueba atónito que su berrinche, en principio, espontáneo y casi sólo una reacción física, puede tener algún efecto, ya sea porque provoca atención y emoción en el adulto, ya sea porque consigue lo que pedía. Así que muchas criaturas aprenden a esta edad que en un momento dado una buena rabieta puede tener efectos interesantes.

Antes de llegar a este lío, creemos que vale la pena volver atrás y ver qué le pasa al niño. Éste hace demandas, a veces no realizables, y a veces no sabrá que no lo son y a veces sí lo sabrá (como aquella niña que se quería quedar a dormir en la calle). Dependiendo de su estado de ánimo, acumulación de frustraciones y estrés y de las necesidades del momento (sueño, hambre, atención… incluso la necesidad de llorar y gritar), es posible que de golpe estalle una sonora rabieta. ¿Qué necesita? Antes que nada, necesita saber que toda esa mezcla de emociones es válida, que no lo censuramos, que lo acompañamos.

Cuando hablamos de acompañar nos referimos a mostrarle que le queremos, que estamos allí, respetando su proceso, sin intervenir, pero sin abandonarle. Esto se puede hacer quedándonos a su lado, observando con tranquilidad su comportamiento, y quizás describiéndolo (“estás gritando mucho, parece que tienes ganas de pegarme…” ). También podemos probar a poner nombre a sus sentimientos, describiendo lo que ha pasado (“querías el caramelo y mamá no te lo ha comprado, no? Y te has enfadado mucho”) o incluso intentando adivinar más allá (“debes de estar muy cansada” o bien “me parece que tienes ganas de que esté contigo”). En el primer momento, seguramente no querrá contacto físico, pero estemos atentos para cuando éste sea posible, ya que un abrazo le hará saber que le seguimos queriendo, y además servirá de contención.

Mantener la calma

Hay que decir que buena parte de las rabietas tienen lugar en el “peor momento”. ¿Por qué? Pues seguramente porque también es el peor momento para el niño. Si tú estás estresado, tu hijo también, y la rabieta tiene muchos puntos para aparecer, incluso por las razones menos previsibles. Además, es posible que nuestro estrés hace que estemos desatendiendo sus necesidades, y tarde o temprano, nos lo hará saber. Todo esto puede explicar también por qué nos cuesta afrontar su rabieta:¡ porque es justo lo que menos estamos dispuestos a hacer en ese preciso momento!

Pero también hay otra razón por la que no soportamos las rabietas: la presión social. Una criatura teniendo una rabieta en medio del metro llama, ciertamente, la atención. No todos los padres y madres estamos dispuestos a soportar cien miradas que a nuestros ojos pueden estar diciendo desde “qué poca autoridad tiene esta madre” o “seguro que tiene hambre y este padre no se da cuenta” hasta “que lo haga callar como sea”. Claro que, en realidad, lo que pasa es que nos enfrentamos a las contradicciones entre nuestro instinto y lo que nos han inculcado desde pequeños sobre el lloro, la buena educación, las emociones, la autoridad… Hay que entender, no obstante, que ante su sobredosis de adrenalina y de otras hormonas, lo que el niño espera encontrar es, sobre todo, seguridad, contención y amor incondicional. Por tanto, intentemos mantener la serendidad y pensar que, si no hemos acostumbrado a los niños a reacciones extremas, la rabieta es tan espontánea como el hambre: de entrada no nos están intentado manipular, simplemente se expresan. Ante la elección de “los espectadores” de la rabieta, que “exigen” una respuesta, o tu hijo, que necesita otra ¿con quién te quedas?

Entender todo esto nos puede ayudar a estar más enteros ante las rabietas de los niños, ayudarles y una vez pasada la rabieta, mostrarles otra forma de canalizar las emociones. Podemos enseñarles formas de hacerlo, como por ejemplo que tu hija diga “esto muy enfadada contigo” en vez de darte un golpe, o sencillamente poner nombre a la verdadera necesidad del momento: “me parece que tienes mucho sueño”. Y también explicarles, si es posible, como ante una frustración puede haber elementos “de esperanza”: “ahora no compraremos las golosinas porque ya has comido un caramelo antes, pero recuerda que para cenar haremos macedonia”. Claro que no es la golosina que él quería, pero así es la vida: a veces no es como la esperábamos, pero puede ser igualmente sorprendente y al final quizás acabemos riendo. Si de vez en cuando nos lo recordamos a nosotros mismos y lo transmitimos a nuestros hijos “por contagio”, no deja de ser una sana lección de vida… que se acaba aprendiendo después de muchos berrinches.

El estrés y las rabietas

El estrés infantil es uno de los factores principales que se asocian a la frecuencia e intensidad de las rabietas, ya que precisamente éstas son descargas de energía y toxinas acumuladas. Cuando decimos estrés hablamos de todo aquello que obliga al niño a hacer un sobre esfuerzo para adaptarse a situaciones que no corresponden con sus necesidades.

Evidentemente, son estresantes las prisas, los horarios largos y apretados de escuelas y padres, el abuso de desplazamientos o la falta de tiempo para el juego libre, pero también cosas menos evidentes como el exceso de televisión, los espacios poco adecuados, problemas familiares, cambio frecuente de personas de referencia, ausencia de los padres… es decir, que si a tu hija o hijo está algo estresado… ¡bienvenida la rabieta! ¡Quizás es la mejor manera de desintoxicarse de tanta tensión!


Puntos importantes:


- La combinación de frustración, hormonas, nervios, entorno… hace que en determinados momentos, esta frustración estalle en forma de rabieta, más frecuentemente entre los 18 meses y los 4 años.

- Una rabieta es una explosión nerviosa con abundantes sacudidas y otros movimientos violentos, gritos y en ocasiones cabezazos a alguien, insultos y quizás lanzamientos de objetos.

- Tener las necesidades satisfechas ayuda a prevenir las rabietas, porque la niña o el niño estarán menos estresados.

- El niño necesita sentir que esa mezcla de emociones es válida, que no le censuramos, que le acompañamos.


Algunas pistas ante las rabietas

Plantéate si su demanda es completamente irrealizable. A veces, ahorrarse un conflicto vale la pena, no hace falta ponerse tan tozudos como ellos! Si estás seguro de que no puedes ceder, estas son algunas cosas que puedes probar:

- Intenta mantener la calma. Es mucho mejor para los dos. (Hemos dicho “intenta”, nadie es perfecto)

- Intentar observar al niño poniéndote a su altura sin decirle nada y esperar con paciencia que se le pase (ídem).

- Evidentemente, evitar el daño físico que se pueda hacer o pueda hacer a los demás, si crees que puede ser importante.

- Cuando comience a calmarse, decirle en voz baja palabras que le hagan darse cuenta de que le entiendes (“estás muy enfadado”, “querías tal cosa”…)

- Cuando se deje, darle un abrazo: lo necesitáis los dos.

- Proponerle una alternativa: después de la catasis, ¡necesita aferrarse a algún éxito!

- Si no puedes hacer nada de lo que hemos dicho, pensar: “no pasa nada, no seré el primer padre que pierde los estribos ante una rabieta” y probar suerte la próxima vez.

- Y recuerda: a más estrés, más frecuentes y surrealistas son las rabietas. Trata de reducirlo. Y si vivís en un balneario…bien, en educación no hay reglas exactas.

Si tiene muchas rabietas, tendrás que escoger en qué cosas cederás y en cuáles no. Ser siempre inflexible puede acabar creando una relación demasiado conflictiva.

Hay esther mucha fuerza psicológica y física tenemos que tener, es que cuando Sergi se enfada a no ser que se calme no puedo apartarlo del conflicto.

Esther un besazo.

- Jue, 31 Ene 2008, 10:30 #234480 Esther que Avatar más bonito, la foto me refleja alegría de Pau con su mama.
Nuria en mi caso me has hecho reflexionar, gracias.

- Jue, 31 Ene 2008, 12:06 #234520 Poc gracias por poner este texto, voy a imprimirlo, se que me va a hacer falta muchas veces.
Pero leerlo me trankiliza, quizas asi para la proxima rabieta este todavia mas preparada.
Esther paciencia una vez mas y suerte

Última edición por AMARAL el Lun, 15 Oct 2012, 10:10, editado 1 vez en total

- Jue, 31 Ene 2008, 12:29 #234528 Esther no te puedo ayudar mucho y creo que las demás te han dado muy buenos consejos.

Parece que Pau es un poco tímido y por eso le cuesta relacionarse?

Quiero mandarte un gran abrazo y un beso muy fuerte

- Jue, 31 Ene 2008, 14:15 #234581 Como sé que si te digo que no le dés más vueltas, le darás unas cuantas más, te ayudo, vale?

- como lleva / llevais la adaptación a la nueva casa? y el tema calefacción?
- como va con la intolerancia a la lactosa?
- teneis alguna piscina cerca? (= un buen ejercicio individual)
- como vais (los papas) de visitas a los sitios, a amigos,...? a veces nuestros hijos ven como normal lo que ven en sus padres. Tener unos padres extrovertidos ayuda a un niño introvertido (aunque su caracter continue siendo el mismo)
- teneis una pizarra tipo villeda en casa? podrias hacerle dibujos de lo que vais a hacer... y él podria expresarse mediante ella

Llamame cuando quieras.

www.immunitasvera.org

- Jue, 31 Ene 2008, 14:45 #234595 Solo deciros que sois una mamas estupendas y que no caigas en el desanimo..... muchos besos y animo¡¡¡¡¡¡¡¡

Y en cuanto a jugar solos, pues en mi caso imposible... y tambien se frustar mucho, es impaciente y si algo no le sale, pues grita, llora o dice "no puedo, mama"......

- Jue, 31 Ene 2008, 17:03 #234646 Hola Esther.
Lo primero de todo

Lo segundo, que tengas mucha paciencia.
Y yo te digo lo de la paciencia, porque en algunos aspectos mi hija mayor era igual y todo eso está ya más que pasado.

Pau aún no tiene ni los 3 años. Te vuelvo a decir que paciencia.
Que son muy pequeños. Que me parece de lo más normal las actitudes que tiene. La actitud de un niño muy inmaduro aún y que tiene bastante genio, si no me equivoco.

Mi hija, no saludaba a sus compañeros de clase a la edad del tuyo ni tampoco más mayor. Los otros la saludaban si la veían por la calle y ella los ignoraba (parecía pensar: tierra, trágame). Fue muy, muy tímida, y aunque lo sigue siendo con el tiempo y dándole muchos ánimos se va superando. Sus padres también lo fuimos y todavía lo somos.

Mira la edad de Mario, mi hijo pequeño, él tampoco se está quieto.
Los chicos quieren moverse. ¿Sería mejor que no lo hicieran?...
Es bueno promover que intenten hacer actividades sentados, esto se hace en las guarderías, colegios... pero unos aguantan más rato y los más movidos a los cinco minutos ya se han cansado. Lo importante es la continuidad y perseverancia en las cosas y dar tiempo al tiempo. Poco a poco lo van haciendo, pero no se pueden pretender ciertas cosas a estas edades.

Creo que lo que cuentas no es preocupante. Sí lo es para tí su genio, su carácter tan fuerte, eso es agotador y pone a prueba tus nervios y los de cualquiera.
Lo más importante es controlar ese impulso de pegar y de insultar. Céntrate sobre todo en eso. No está bien, tú lo sabes y él tiene que ir sabiendo también que así no consigue nada.

No te sientas culpable, por favor, y tampoco pienses si tu hijo es o no es normal. Claro que lo es.

Yo te animo a pensar que el tiempo mejorará muchas actitudes si sois perseverantes con él, por ejemplo, no le obligéis a relacionarse con otros niños ni a saludar si a él no le gusta, le decís que es de educación saludar y ya está (insisto es demasiado pequeño aún), pero sobre todo insistir más en lo de pegar e insultar. Es bueno que tenga genio, pero hay que encauzar bien ese genio.

Y piensa que todo lo que cuesta mucho en esta vida luego es lo mejor(esto te lo digo por experiencia ).
Quizás te sientas derrumbada porque crees que no puedes con tu hijo, pero igual más adelante te sorprende para bien.

Y lo del colegio, la verdad es que no lo sé. Quizás es porque allí sabe que no puede hacer lo que quiere, y eso le fastidie. Mucha paciencia también.

Y lo de ir con él a sitios, pues si no puedes ir a ciertos sitios no vayas de momento. Lo de las vacaciones sí, ¿cómo no vais a ir de vacaciones? eso os lo merecéis todos, incluído Pau.

Venga, ánimo. No estés así. Ya verás como todo esto cambiará, mi hija también era muy difícil y ahora estoy más que orgullosa de ella, es una pasada, y anda, que menudo genio tenía...

- Jue, 31 Ene 2008, 23:08 #234730 Lo primero de todo, SOIS TODAS UNOS SOLETES

Poc, te leo y me leo. Es duro, verdad? Ojalá tuvieran un carácter un poco mas apacible... Luego son niños muy dependientes, muy cariñosos y que se desesperan con nuestra ausencia... Yo por lo menos valoro estos "ataques" de ira como una forma de desahogarse por su introversión, y con quién se va a desahogar mejor??

Lo de la intolerancia a la lactosa y la infección intestinal por giardia ya está resuelto. Pau come de todo ya por fín, excepto la leche que la toma baja en lactosa, pero por lo demás problema resuelto.

Sobre ir a la piscina, imposible. No quiere ni entrar en la bañera. Ir a locales públicos supone muchísimo estrés para Pau, tienen que ser sitios al aire libre y con no mucha gente, por eso no nos atrevimos a ir a restaurantes ni sitios de estos, pq él sufre y yo sufro viéndolo sufrir.
Salir sí que salimos con mas gente. Tenemos un grupo de amigos con muchos niños, algunos se llevan meses de diferencia con Pau. Pero ahora con el invierno hacemos muy pocas actividades y salimos mucho menos. Espero que con el buén tiempo volvamos a hacer más cosas con los peques, aunque como os digo a Pau le cuesta, llega ahí y si muestra interés por los amiguetes normalmente es para coger algún juguete, es muy tímido y hasta para coger cosas me mira como pidiéndome mi ayuda. A veces en la escuela veo que los niños cogen algo que él iba a coger y el pobre no se atreve a decir nada, se queda mirando y ya está...
Pero luego su maestra me dice que es una cotorra, le ha contado a la profe hasta las marcas de nuestros coches o sea que me desconcierta...

Hoy se ha autocastigado. Qué raro! Cuando le he metido en la cama se va a la otra punta, se sienta y dice "me he castigado al rincón de pensar". Y yo le pregunto pq y me contesta "pq me he portado mal y he tirado la sisi al suelo" (es verdad, pero tampoco hemos hecho de eso un drama, será que no hace cosas peores). El caso es que hoy me ha pedido que me acostase con el... tenía unas ganas de hablar... nuestra conversación:

- Pau: ¿donde está el papa?
- Yo: en la cocina, haciendo la cena.
- P: ¿tu tienes que cenar?
- Y: sí, dentro de un rato iré.
- P: ¿ahora estás abajo? (nota: tenemos tres pisos, a bajo el salón comedor, en medio las habitaciones)
- Y: No, Pau, ahora no estoy abajo.
- P: ¿estás arriba?
- Y: sí, Pau.
- P: ¿estás con Pau?
- Y: sí, cariño, estoy aquí contigo.
- P: ¿estás durmiendo?
- Y: ahora no, Pau.
- P: Mama...
- Y: qué, Pau
- P: Te quiero.

Y no veais qué ilusión y como me he emocionado. Creo que por primera vez lo ha dicho de forma espontanea, sin que le estuviéramos preguntado o diciéndole nosotros que le queríamos.

Hoy me voy a dormir muy satisfecha.

Gracias a todas por escucharme,

Poc, mucho ánimo. Sé como te sientes, sé por lo que pasas... si nos podemos ayudar entre todas, todo es mas llevadero, o por lo menos tenemos donde llorar...

Esther, Pau i Carla

- Jue, 31 Ene 2008, 23:32 #234739 Pau sera un niño movido, nervioso, introvertido,... pero con un gran corazón

www.immunitasvera.org

- Jue, 31 Ene 2008, 23:45 #234745 Yo creo que la timidez, nos impide sacar nuestros sentimientos y eso hace que muchas veces estemos enfadados, por no poder hacer lo mismo que los demás.

Que sensación más "dulce" debes haber sentido con el "te quiero" de Pau

Mañana será otro día, las cosas las verás de otro color

Mama de Dani (5/12/05)

- Vie, 01 Feb 2008, 07:26 #234768 Esther es el mejor regalo que un hijo puede hacernos verdad????

Te lo mereces.

Lo estás haciendo muy bien, Pau ayer te lo ha demostrado.

Eres una gran mamá!!!!!

Un besazo y ya nos cuentas como vais.