- Mar, 05 Feb 2008, 11:36
#235717
Esther, los pediatras suelen leerse pocas cosas de su propia asociación, y la prueba es lo habitualmente que se cargan lactancias de libro en función de sus prejuicos, introducen AC a los cuatro meses, zumo de naranja con dos o recetan antihistamínicos para que los niños duerman.
De todas formas, se supone que la recomendación sanitaria que defienden las asociaciones de pediatría (la americana y la española que yo haya leído en sus webs correspondientes) es que en caso de intolerancias a las proteinas de la leche de vaca, se deben dar hidrolizados hipoalergénicos (a base de leche de vaca deshecha al máximo, y sin lactosa, porque son reconstituidos en los que la proteina ha sido descompuesta, y la lactosa ha sido sustituida por glucosas) y los altamente hipoalergénicos. Si no se toleran tampoco, la siguiente opción son las fórmulas de soja.
Generalmente los pediatras se saltan las otras pruebas y se van a la soja directamente, no saben nada sobre los costes para la salud que tiene la soja. En todo caso, la respuesta que suelen dar es que de la soja sólo lleva la proteina, y que eso no tiene fitoestrógenos (mentira, si eso fuera así, no habría exigido el gobierno británico y se habría hablado también en la UE que se retiraran las isoflavonas al menos de las fórmulas a base de soja), y que además se saturan de hierro, yodo, zinc y vitaminas del grupo B para que el bebé al menos absorba algo.
Claro, luego viene un fallo en la cadena de producción, se deja de añadir algo de eso a una partida, y mueren niños o sufren secuelas irreparables en su desarrollo físico o mental. El caso de Israel fue dramático.
Ah, otra cosa, la bociogenicidad. Es algo que se conoce al menos desde principios del siglo XX en la medicina occidental, y desde hace cientos de años en la oriental (consideran la soja un alimento "frío", a compensar con alimentos "calientes" como las algas, y que en absoluto debe usarse con los niños). Curiosamente, y según iba ganando fuerza el monopolio de la soja, las menciones a esta característica han ido desapareciendo de los libros de texto de medicina, pero es lo mismo, si sabes buscar, sigues encontrándolas en textos muy serios. Yo siempre recuerdo que si alguien tiene la paciencia de seguir los enlaces de los artículos "científicos" que muchos autores naturistas ponen en las webs correspondientes, descubrirá que no dicen precisamente lo que ellos predican.
