Raúl siempre ha sido un niño "bueno" por naturaleza. Su carácter, en parte, ha estado forjado por unas situaciones externas algo extremas que han causado en él una mezcla de recelo, miedo e inseguridades para dar su propio criterio, sus razones. Siempre ha sido un niño obediente (como no iba a serlo en el seno que vivió durante unso años ) y con el que hemos podido hablar, comunicarnos, darnos a entender cada cual en su parecer...
Ayer leí una frase (precisamente en el libro de la Pantley) que me hizo reflexionar. Decía cuando un adolescente tiene cerrada la puerta de su habitación, muchas veces esa es más invitación a que los padres pasen q el tenerla abierta de par en par
Pues bien, ese es Raúl ahora. Y hasta este momento yo pensaba que había q respetar su intimidad, que si se encerraba en su cuarto, era porque necesitaba "evadirse" del mundo, pensar o hacer sus cosas, en definitiva, que no quería que le molestásemos.
Y lleva una rachita muy mala, chic@s, de verdad, malísima. Y el padre y yo no sabemos más que darle vueltas al asunto pero no vemos la salida. Joder, que me quedan muchos años de "pavo" todavía...es que no me puedo creer que esto sea sólo el principio. Y no sé si será que Raúl y yo andamos muy espesitos, pero es q no sabemos qué hacer.
Si hablamos con él: caso omiso, si le atacas a la vena sensible, se le olvida en un par de horas, si te enfadas y le recriminas, pues luego te quedas con la sensación de no haber actuado bien (ojo, que él se olvida de la retahíla en 0´2 segundos ), si le castigas, te sientes un@ tiran@, ufufufufuf...hablamos con él, le preguntamos, sopesamos las posibilidades, pero creo (porque lo conozco) que me oye pero no me escucha, que está deseando que acabe mi discurso para seguir viendo la tele.
He leído mucho sobre la adolescencia. Sé sus características, he trabajado durante un par de años con adolescentes, pero ahora me siento muy perdida, preo mucho mucho.
Ayer mismo descubrimos que "se le había olvidado estudiar" para un examen de geografía... y mira que le decimos q apunte las cosas en la agenda, que supervise bien las tareas, que pregunte si tiene dudas, que, que, que...ayyyyy...y todo esto después de descubrir que el resumen que pensaba entregar de un libro que se "había leído" era el que viene en la contraportada del mismo
Ainssss, qué difícil y qué cuesta arriba se me hace a veces...y su santa madre sin enterarse de ná...si es que...