Pues pau tiene su osito piloto de transición. Hace ya tiempo hablamos de él, y nos reimos un rato.
Ahora cada vez lo utiliza menos de día, aunque de noche es imprescindible, no puede dormir sin él. Y no será pq no colechamos y estamos por el niño Lo curioso es que le cogió un cariño impresionante a ese osito (bueno, lo que queda de él), hasta el punto de que para saber si le salían dientes nuevos a pau solo hacía falta verle las orejas al peluche. Si estaban mojadas, diente nuevo al asomo. Y es que se pasaba el día chupeteando esas orejas , venga chupar y chupar. De chupete nada, pero orejón enterito para él.
Todo el día pegado a su muñeco. Incluso dado su intenso deterioro, Algebel del foro nos envió uno igualito que tenía en casa (pq yo estaba horrorizada ante el temor a que se desintegrase del todo, como pasaríamos las noches, todavía peor?), pero el muy listo sabe quién es quién, y al original le llama el "nino vell" (muñeco viejo) y al de algebel le llama el "nino nou" (muñeco nuevo), claro con lo chupeteado y recosido que está ya no tienen nada que ver el uno con el otro. (aunque cuando nos lo envió eran casi idénticos).
Ese muñeco ha sobrevivido a la guerra, puesto qeu el año pasado lo llevamos cada día a la guardería. No veas como volvía el muñeco. Un día llego con un brazo dislocado (de un estirón, digo yo) y ya me ves ahí cosiendo el muñeco (yo, una negada, que no he cosido en mi vida mas que cortes y heridas ). Otro día volvió medio decapitado, vuelta a la sutura. Habrase visto muñeco mas resistente, con las centrifugadas que lleva el pobre... Y eso que lo daban en una revista
Ese muñeco cocina, duerme, llora, rie, pero "no hace caca!", eso Pau no lo acaba de tener claro. Bueno, tiene claro que no hace caca pero no el motivo por el cual no la hace.
Este año hemos negociado que no vaya a la escuela, y lo ha aceptado de buén grado, lo deja a vigilar la casa. De día ya casi no lo coge, solo si está triste o se hace daño. Pero por la noche no falla. Y como algún día también agarra una almohada-coche de tamaño considerable, hay días que en la cama estamos su padre, yo, pau, el "nino vell" y el coche. Vamos, que ahí no cabe ni un alfiler. Como las orejas están raidas, Pau incluso lo reconoce y explica que es debido a que las ha chupado. Es gracioso.
No tengo ninguna prisa en que lo abandone, la verdad es que le tengo cariño a la situación y el día que ya no lo quiera, si queda algo de él, lo guardaré y cuando sea mayor se lo devolveré, para que lo tenga de recuerdo.
Cuales son vuestros/sus objetos de transición?