Queremos a unos hijos libres, que sean capaces de ser aceptados con sus virtudes y defectos, que la gente los quiera y los respete, pero es muy difícil bajarse del burro y aceptar a los demás.
Hace unos 8 años me contaron una historia de una persona a la que admiro con pasión, esa persona es un escritor que siempre se ha encontrado volcado con su profesión, tanto como articulista como novelista.
Una mañana lo despertaron en su casa con una pistola en la sien, eran los milikos y venían a hacer un registro, por aquel entonces el trabajaba de periodista, nunca le habían encontrado nada, pero este día iba a ser diferente, encontraron en su casa 50 ejemplares de un mismo libro de un autor de marcado carácter socialista y entonces le dieron un ultimátum, o en una semana sales del país andando o lo harás con los pies por delante.
Dejó su casa, su país, su mujer y sus dos hijos para venir a España, una vez establecido se trajo a su familia, que ya contaba con un miembro más al cual no había visto nacer.
Esta persona llegó al final de la dictadura franquista y aunque ya de una forma más “relajada” también vivió la censura de sus ideas, simplemente por ser quien era, extranjero y periodista….
Pues así me he sentido yo, censurada y eso me ha dolido, Gritamos a los cuatro vientos y se nos llena la boca al decir que estamos en un foro libre y que sin agredir a nadie, se puede opinar de todo, pero sinceramente, esa libertad ha fallado.
Ayer escribí un mensaje de despedida, ya que se han criticado mucho las formas de las despedidas, pues bien, decidí hablar como siempre hablo, clarito y a la cara, de cómo me sentía, de lo cansada que estaba y de la necesidad de pasar página a un ciclo maravilloso en mi vida, pero que ha tocado fin, por desgana, por presiones externas e internas, por falta de concentración de lo que verdaderamente era importante, los niños.
Y ese post se ha borrado y se me pide que solucione las cosas en privado. Pero Rafi lo siento pero creo que merezco el poder despedirme de muchas amigas que tengo aquí.
Yo he estado ajena a las peleas, malos entendidos y malos rollos habidos, pero nunca me he callado nada y como una vez me dijeron “Belén tu nunca te casas con nadie” Pues no, me casé con mi marido y ya está, de resto intento defender unos principios y unos valores que no quiero que caigan, porque ya muchas cosas han caído en mi vida.
Pues eso que me he sentido dolida, abatida y maltratada, cuando sólo he intentado ayudar en todo momento. Si mañana ya este mensaje vuelve a desaparecer, no pasa nada, sí alguien quiere saber de mí, que pregunte que alguien le dirá.
Besos a esos niños que son el futuro y realmente vamos a intentar dejarles un mundo mejor, vamos a luchar por defenderlos y por que crezcan libres y respetados.
Un saludo.