Ay casi me da un patatús, SElena chillando, yo he tirado por el aire todo lo que llevaba y no sé como de verdad, he sacado en un momento la mano de mi hija.
Pobrecita llevaba los dedos morados , "pupa" "pupa" me decía "allí allí" me señalaba, "malo malo" le decía al ascensor.
La he consolado, le he puesto una crema y enseguida le ha vuelto el color a los dedos, "ay ay ay" pobre como lloraba. He conseguido tranquilizarla y me la he llevado al parque, a todos los que veía por el camino les decía "pupa aquí", todo el camino en brazos (todo sea por mi niña).
La he observado todo el rato y podía mover los dedos perfectamente, no los lleva hinchados ni morados.
Menudo susto, todavía me tiemblan las piernas, una vez que ha pasado todo, me he tenido que sentar en un banco en el parque porque se me iban las fuerzas. Me temblaba todo.
A la vuelta he mirado la puerta y de verdad, que no sé como se le ha podido meter la mano allí, es sumamente minúscula la rendija de separación. No me lo explico.