La historia empieza once meses atrás cuando una familia alquilo para vivir a una casa muy vieja y sin condiciones de habitabilidad que esta pegada junto a la mía, yo vivo en un primer piso y estamos pared con pared, una familia a la que le gusta vivir como vive, no hay excusas para ellos, prefieren hacer fuego de cualquier manera a tener que ir a trabajar para poder tener una calefacción en condiciones y a sí os podría poner una infinidad de ejemplos, durante estos meses estamos sufriendo lo insufrible, denunciando por activa y por pasiva la situación a todas las instituciones posibles hasta que al final paso lo inevitable e previsible, llamaradas de tres metros de alto, yo cogiendo a mi hijo de la cuna, corriendo con él en una mano y un pañal en la otra.
Ellos siguen haciendo su vida como si nada ya que su casa quedo intacta (se quemo de la chimenea para arriba, es decir nuestra pared por la parte de fuera) y yo tengo mi vida en una maleta por si tengo que salir corriendo otra vez.