Las noches fueron pésimas, teta y más teta en cada despertar, sueños y pesadillas, demasiadas vivencias, el perro que le daba "tusto" pero lo llamaba sin cesar. Se desvelaba, duraba mucho despierto, ni con teta...
Sin embargo las siesta largísima, 3 horas o más, claro, del no dormir, estábamos cansados. Nosotros también nos la echamos y la 2ªnoche fue peor, sueños, lloros, gritos de "mama tateta", ronquidos del vecino, y la falta de costumbre de dormir "tanto" me desvelaron.
Al siguiente día, lo despertamos antes de la siesta y al menos no se despertaba del todo por la noche...
Lo mejor fue esta noche, la vuelta a casa, sólo 3 despertares, no me lo creo, el último fue el peor porque estuvo en la teta desde las 6 hasta las 7
:30, lo solté y empezó a pedir, el papi lo cogió, yo ya estaba dispuesta a ofrecerle la otra y... milagro! se durmió en brazos de papi...
Bueno, no canto victoria, pero una noche asi es como un regalo...
Y después de ver aquella vaquita dandole teta a un ternero grandote que le estrujaba las tetas una tras otra, como enfadado porque no salía "nada", y la vaca lamiéndolo, dándole mimos sin parar...
Ay! me sentí tan bien, tan a gusto, no me arrepiento de seguir con la teta para nada...