Resulta que esta tarde, al salir con Deva para ir a dar una vuelta con mi suegra, me encuentro con un cochecito de niño (tipo Jané)., ocupando el portal. Como ya lo había visto más veces, y nuestro portal no es nada grande, hable con uno os dos vecinos, preguntándoles de quién era. Una de mis vecinos, que vive en mi mismo nivel, me dijo que lo sacara fuera y pusiera el mío; toal, que bajo y lo hago, y me voy.
Al llegar la noche, vuelvo a casa...y me encuentro otro cochecito (también tipo Jané).. Llega un vecino detrás de mi y le pregunto. "Es del 4º D", me contestó. Llamo a la "buena señora", hubo un primer paso de intentar hablar, y me responde que baja. Pero no lo hizo ella sola, no, bajaron tres tias, con aires de prepotencia. Me suelta que el cochecito no es suyo, que es de una hermana suya que no vive aquí, que solo lo deja la media hora que viene de visita (mentira, me dijo mi vecina que a veces lo dejan toda la noche), que paga la comunidad, que su hermana está harta de nosotros, que la tenemos amargada, etc.
Le digo que sin tan harta está que ya sabe donde está la puerta, que yo también pago la comunidad, que mi cochecito lo bajo y lo subo religiosamente todos los días, que no es justo que alguien que ni siquiera vive aquí deje su cochecito ocupando sitio, que el portal ya se ve como es, que no se puede acceder a los buzones por culpa del cochecito, y que hay que ser más solidarios. También le comento que me habian dicho que esto mismo se había hablado más veces, habiéndo advertido tanto el presidente como el administrador, de que no se podían dejar carritos en el portal. Pero la tia nada, en sus trece; incluso me amenaza con llamar a la policia.
A todo esto, llega el presidente de la comunidad, y yo, sin saber quien era, le pregunto: Me contesta educadamente (y también a ellas), que no se puede dejar, ya que el portal es muy pequeño. A todo esto, ellas gritando, yo también (aunque había empezado la conversación de buenas maneras), y aquello parecía un gallinero. Ya se que no se pude gritar, no tenía que haberme dejado arrastrar, ya que cuanto más se grita, menos razón se tiene; pero me cabreé de tal manera que salió mi mal genio. La niña se despertó por los gritos y empezó a llorar, y al poco subi a casa, para estar las dos mas tranquilas. Ella no dejaba de llorar, y yo, intentando calmarla, no pude más y me eché a llorar. Jolines.
Mañana voy a hablar con el presidente, a ver que me dice: Si no se soluciona pronto, hablaré con el dueño del piso de estas, que me parece que no son propietarias. Y a ver que me dice el administrador también.
Lo más gracioso es que en esta familia, hay una chica a la que conozco, muy maja ella a primera vista. Trabaja como camarera en el sitio en donde celebramos el bautizo de Deva. A ver que cara me pone la próxima vez que nos encontremos.
Y esto es todo, ya os iré contando novedades.
Qué pensais vosotras?.
La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad. Dalai Lama