- Jue, 08 Nov 2007, 10:53
#207452
Hola a tod@s,
después de mucho tiempo siguiendo esta web, finalmente me he registrado y quería explicaros nuestra historia ( a lo mejor os parece un rollo, pero para mí será también una especie de liberación...)
Soy mamá de Clàudia, de casi 16 meses, y después de muchas visicitudes, vulevo a mis principios. Os cuento.
Cuando nació Clàudia, y desde siempre, yo tenía muy claro que quería dar de mamar a demanda y hasta que quisiéramos las dos, que quería que durmiéramos los tres juntos, que quería mimarla, mecerla, abrazarla, acunarla...todo lo que pudiera.
Bien, pues me dejé vencer por los convencionalismos. Me dejé convencer por mi entorno (bueno, el entorno de mi marido...) y su supuesta experiencia, y al final cedí.
Durante diez meses no trabajé, me quedé en casa con ella, con el esfuerzo económico que esto supuso para nosotros. Podía haber hecho tanto...Pero la lactancia duró hasta los siete meses (y eso que nuestro pediatra es pro-lactancia materna...), porque creí que Clàudia no tenía bastante con mi leche solamente...error. El colecho lo practicamos hasta los tres meses, luego dormía en su moisés en nuestra habitación (aunque cuando le daba de mamar, me la metía conmigo en la cama i dormíamos juntitas) y esto duró hasta los seis meses también ( y lo conseguí alargar porque tuvo bronquiolitis y bronquitis seguidas y me negué en rotundo a pasarla a su habitación...). Pero luego toodo cambió.
Mi marido, influenciado por su familia, quiso poner a la niña en su habitación: era mejor para ella, estaría más cómoda, nosotros también (tenemos una cama de 135cm)...Pues nada, que cedí...(cuando lo pienso....siempre he sido una mujer decidida y firme en mis convicciones, y en el momento más importante, va y me dejo vencer por el qué dirán, el "bueno, soy novata, ellos tiene más experiencia" y un laargo etcétera)
Como sus hermanas habían aplicado el Estivill, dijo que lo teníamos que aplicar. Yo me negué, me parecía inhumano hacer lo que ese "señor" decía, y al final hicimos un mix, es decir, la dejábamos en su cuna, ella lloraba un poco, pero luego íbamos (nunca pudimos dejarla llorar más de 4 minutos, que para mí ya era una eternidad). No seguíamos ni lo de los minutos, ni lo de no cojerla...vamos, que lo hicimos a nuestra manera. Fué muy duro para mí, lloraba cada noche de lo mal que me sentía...Al final dió resultados: lo que conseguimos fué que se fuera a dormir a su cama tranquila y contenta porque sabía que íbamos enseguida; los despertares los tenía igualmente, ya sabíamos que es normal en el sueño de los bebés.
Bueno, el caso es que hemos ido bastante bien hasta ahora.
Clàudia empezó en septiembre la guardería. También la alimentación a trocitos. Esto y las horas que pasa separada de nosotros...no sé, un poco todo, hizo que Clàudia ya no durmiera bien.
Empezamos a no dormir bien: muchos despertares, pero ahora ya no calmados como antes, sino llorando y gritando; tanto que muchas veces se desvelaba y no se volvía a dormir hasta pasadas dos o tres horas. Y cada vez íbamos peor: ella no dormía bien, nosotros tampoco, estábamos todos de mal humor todo el día, y la llegada de la noche para mí era una agonía... A parte, no sé qué ha pasado, pero le ha cogido un miedo atroz a su cuna...
Además, hace 20 días sufrí un aborto, muy traumático para mí (expulsé el embrión en el lavabo del trabajo...) y creo que también mi estado de ánimo ha intervenido en este desbarajuste.
Bueno, el lunes, después de una noche muy conflictiva, yo perdiendo los nervios y acabando ella y yo llorando (mi marido fuera de viaje), me dije BASTA YA! SE ACABÓ! Vuelvo a mis orígenes. (Clàudia duerme conmigo desde ese día)
Hablé con mi marido y hemos decidido que Clàudia (y nosotros) se merece amor, cariño, abrazos y contacto con los que más la quieren, nosotros.
Hemos hablado largo y tendido, y nos hemos puesto de acuerdo: el exterior no nos tiene que influenciar en la manera de criar a nuestros hijos, y vamos a ser consecuentes con nuestra manera de pensar.
A él le da miedo perder nuestra intimidad como pareja, por esto quiero leeros más atentamente, preguntaros y aprender. Me estoy volviendo a leer "Bésame mucho" (lo empecé y lo dejé, asqueada de como estaba llevando la situación. ahora estoy mucho más receptiva), y hasta mi marido me ha dicho que el fin de semana nos vamos a mirar camas de 150 o más!!!
Pues eso, todo este rollo para explicaros que finalmente vamos a criar a nuestra hija (y los que vengan) con amor, besos, abrazos y las menos lágrimas posibles!!!
Espero poder conoceros a todas y que me ayudéis en mis múltiples dudas ( y yo a vosotras en lo que pueda)
después de mucho tiempo siguiendo esta web, finalmente me he registrado y quería explicaros nuestra historia ( a lo mejor os parece un rollo, pero para mí será también una especie de liberación...)
Soy mamá de Clàudia, de casi 16 meses, y después de muchas visicitudes, vulevo a mis principios. Os cuento.
Cuando nació Clàudia, y desde siempre, yo tenía muy claro que quería dar de mamar a demanda y hasta que quisiéramos las dos, que quería que durmiéramos los tres juntos, que quería mimarla, mecerla, abrazarla, acunarla...todo lo que pudiera.
Bien, pues me dejé vencer por los convencionalismos. Me dejé convencer por mi entorno (bueno, el entorno de mi marido...) y su supuesta experiencia, y al final cedí.
Durante diez meses no trabajé, me quedé en casa con ella, con el esfuerzo económico que esto supuso para nosotros. Podía haber hecho tanto...Pero la lactancia duró hasta los siete meses (y eso que nuestro pediatra es pro-lactancia materna...), porque creí que Clàudia no tenía bastante con mi leche solamente...error. El colecho lo practicamos hasta los tres meses, luego dormía en su moisés en nuestra habitación (aunque cuando le daba de mamar, me la metía conmigo en la cama i dormíamos juntitas) y esto duró hasta los seis meses también ( y lo conseguí alargar porque tuvo bronquiolitis y bronquitis seguidas y me negué en rotundo a pasarla a su habitación...). Pero luego toodo cambió.
Mi marido, influenciado por su familia, quiso poner a la niña en su habitación: era mejor para ella, estaría más cómoda, nosotros también (tenemos una cama de 135cm)...Pues nada, que cedí...(cuando lo pienso....siempre he sido una mujer decidida y firme en mis convicciones, y en el momento más importante, va y me dejo vencer por el qué dirán, el "bueno, soy novata, ellos tiene más experiencia" y un laargo etcétera)
Como sus hermanas habían aplicado el Estivill, dijo que lo teníamos que aplicar. Yo me negué, me parecía inhumano hacer lo que ese "señor" decía, y al final hicimos un mix, es decir, la dejábamos en su cuna, ella lloraba un poco, pero luego íbamos (nunca pudimos dejarla llorar más de 4 minutos, que para mí ya era una eternidad). No seguíamos ni lo de los minutos, ni lo de no cojerla...vamos, que lo hicimos a nuestra manera. Fué muy duro para mí, lloraba cada noche de lo mal que me sentía...Al final dió resultados: lo que conseguimos fué que se fuera a dormir a su cama tranquila y contenta porque sabía que íbamos enseguida; los despertares los tenía igualmente, ya sabíamos que es normal en el sueño de los bebés.
Bueno, el caso es que hemos ido bastante bien hasta ahora.
Clàudia empezó en septiembre la guardería. También la alimentación a trocitos. Esto y las horas que pasa separada de nosotros...no sé, un poco todo, hizo que Clàudia ya no durmiera bien.
Empezamos a no dormir bien: muchos despertares, pero ahora ya no calmados como antes, sino llorando y gritando; tanto que muchas veces se desvelaba y no se volvía a dormir hasta pasadas dos o tres horas. Y cada vez íbamos peor: ella no dormía bien, nosotros tampoco, estábamos todos de mal humor todo el día, y la llegada de la noche para mí era una agonía... A parte, no sé qué ha pasado, pero le ha cogido un miedo atroz a su cuna...
Además, hace 20 días sufrí un aborto, muy traumático para mí (expulsé el embrión en el lavabo del trabajo...) y creo que también mi estado de ánimo ha intervenido en este desbarajuste.
Bueno, el lunes, después de una noche muy conflictiva, yo perdiendo los nervios y acabando ella y yo llorando (mi marido fuera de viaje), me dije BASTA YA! SE ACABÓ! Vuelvo a mis orígenes. (Clàudia duerme conmigo desde ese día)
Hablé con mi marido y hemos decidido que Clàudia (y nosotros) se merece amor, cariño, abrazos y contacto con los que más la quieren, nosotros.
Hemos hablado largo y tendido, y nos hemos puesto de acuerdo: el exterior no nos tiene que influenciar en la manera de criar a nuestros hijos, y vamos a ser consecuentes con nuestra manera de pensar.
A él le da miedo perder nuestra intimidad como pareja, por esto quiero leeros más atentamente, preguntaros y aprender. Me estoy volviendo a leer "Bésame mucho" (lo empecé y lo dejé, asqueada de como estaba llevando la situación. ahora estoy mucho más receptiva), y hasta mi marido me ha dicho que el fin de semana nos vamos a mirar camas de 150 o más!!!
Pues eso, todo este rollo para explicaros que finalmente vamos a criar a nuestra hija (y los que vengan) con amor, besos, abrazos y las menos lágrimas posibles!!!
Espero poder conoceros a todas y que me ayudéis en mis múltiples dudas ( y yo a vosotras en lo que pueda)
(lo siento).
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